Es curioso cómo uno de los mayores problemas de Android, la fragmentación, se haya diluido frente a la realidad. Es cierto que los desarrolladores tienen que lidiar con muchas marcas, modelos y componentes en sus aplicaciones pero, en occidente, hay que pasar por Google. Vender un dispositivo Android sin el soporte de Google es algo sólo al alcance de empresas como Amazon, y eso limita bastante el impacto de sus productos. Es por eso que cuando el gobierno estadounidense ha forzado a Google a romper lazos con Huawei muchos se han dado cuenta de que lo relevante no es Android, ni el hardware, lo relevante en occidente es Google. ¿Usando un móvil Android sin Google? De vez en cuando suelo leer en Twitter comentarios de usuarios que se plantean, o logran, tener una vida digital fuera de Google. Es algo complicado pero la inmensa mayoría de las veces suele pasar por usar un iPhone y los servicios de Apple. Lo que de verdad parece complicado es usar un terminal con Android pero sin las apps de Google. Hace poco os contamos que había una empresa que estaba vendiendo modelos de Samsung Galaxy sin la versión de Android que se incluye de serie, sino con otra que no contaba con las aplicaciones y servicios de la subsidiaria de Alphabet. El problema es que esto no es una opción para la mayoría de usuarios ya que complejiza mucho el uso de los smartphones. Esto es lo que buscaba Google Obviamente, no podemos ser ingenuos y está claro que lo que buscaba Google al desarrollar Android es crear un sistema operativo con el que abarcar todo lo que pudiera. Sí, Android como tal es abierto, pero como como estamos viendo con el caso de Huawei y Google, si un fabricante quiere vender móviles Android en occidente la realidad es que o pasa por Google o se arriesga a que los usuarios lo dejen de lado. Hay muchas opciones, pero no Antaño podíamos elegir diferentes sistemas operativos: Android, Symbian, iOS; Blackberry OS; Palm OS… cada uno tenía sus ventajas e inconvenientes pero no había ninguno que tuviera el poder que actualmente tiene Android en un mundo que, además sólo tiene dos alternativas reales, iOS y el propio Android. Incluso la todopoderosa Microsoft se rindió con Windows Phone y seguro que ahora mas de uno lo echa de menos. El problema, como digo, es que si bien hay muchas opciones a nivel de marcas y modelos, no las hay realmente a nivel de software. Lo importante es Google Maps, Youtube… Podríamos pensar, con motivo, que realmente a la gente no le importa mucho su cuenta de Gmail. No, no me refiero a muchos de los que leéis esto, sino a esos familiares y amigos que sabéis que se hicieron una cuenta de Google cuando se compraron su primer móvil Android y desde entonces han olvidado varias veces la contraseña. Pero esos mismos usuarios no se plantea comprar un móvil que no tenga Google Maps o Youtube, dos servicios hegemónicos en occidente. Es cierto que en China tienen alternativas pero en Europa y América no las hay. Estamos viendo, de forma colateral, cómo Google domina el mercado de los smartphones pese a tener un sistema operativo gratuito y de código abierto y apenas vender móviles bajo su marca.