Las necesidades de los smartphones cambian al ritmo de las tendencias y de los gustos de los consumidores. Bueno, más por lo primero que por lo segundo, que seguro que pocos desean un móvil cada vez más fino y frágil. Tampoco que elimine los botones de la interfaz debiendo aprender un nuevo sistema de navegación: el de los gestos. ¿Facilitan el uso o lo empeoran?
Los gestos en el smartphone no son un elemento nuevo por más que así lo parezca: Palm ya los utilizaba en su Pre con WebOS en 2009. Los gestos para moverse entre aplicaciones, volver a los escritorios, retroceder… son sumamente prácticos si la interfaz está correctamente adaptada y la pantalla del móvil no es demasiado grande. Ahora bien, dada la heterogeneidad de Android, cada marca se ha decidido por implementar los gestos a su manera.
He probado los gestos de control en la mayoría de fabricantes. He tenido un Google Pixel 3 XL en el que resulta obligatorio utilizarlos, tengo un iPhone X al que le ocurre lo mismo, he probado los de Xiaomi, los que Huawei utiliza en sus teléfonos… Y he de decir que, pese a sus semejanzas, solo puedo quedarme con unos: los gestos de iOS.
Pantalla y sistema adaptados a los gestos, la clave para que funcionen bien
Todos los gestos de control poseen un funcionamiento similar ya que aspiran a sustituir los botones de navegación por un movimiento característico: el deslizado desde fuera de la pantalla hacia adentro. Dependiendo de la dirección y del trazo el gesto realizará una acción u otra. Volver a los escritorios, retroceder, abrir las últimas aplicaciones abiertas…
La interfaz de los móviles puede adaptarse para que no se utilicen botones. Esto ya lo demostró Palm en su momento, también BlackBerry cuando estrenó oficialmente BB10; con gestos que había heredado de la PlayBook. Sí, Apple no fue la primera en adaptar una interfaz de móvil a los gestos, pero es donde mejor funcionan actualmente.
Usar un iPhone X con gestos es más cómodo que utilizar esos gestos en un Android adaptado
Los gestos nativos de Android 9 Pie son algo toscos y mezclan la apertura del cajón de aplicaciones con la representación de las últimas apps abiertas; teniendo el inconveniente de que no hay una pila vertical, solo una aplicación en pantalla (saber todas las apps que hay abiertas es un engorro). En el Google Pixel 3 XL se echa de menos un gesto para volver atrás, por ejemplo; algo que sí tiene Xiaomi o los gestos de Huawei en los últimos Mate 20, por ejemplo. Ambas marcas se decidieron a inspirarse en el iPhone X, algo que da cierta ventaja a sus usuarios.
Utilizar los gestos en una pantalla enorme no resulta tan cómodo y práctico como hacerlo sobre las 5,8 pulgadas del iPhone X o XS, por ejemplo. En este sentido, el iPhone XS Max es algo más torpe, como suele ocurrir con muchos Android de grandes dimensiones. También es la costumbre de utilizar los botones y que la mayor parte de aplicaciones Android aún no está adaptada al uso de los gestos; de ahí que, siempre que exista opción, resulten preferibles los controles clásicos de navegación.
Android ya tenía unos botones buenos de navegación, no necesitaba gestos
El problema de que cada marca adapta los gestos a su manera choca con la uniformidad que debería ofrecer el sistema; uniformidad que sí se daba en el caso de los botones clásicos de navegación. Si estos ya funcionaban bien, y se adaptaban a todo tipo de pantallas por grandes que fuesen, ¿qué necesidad hay de imponer unos gestos que no son tan intuitivos? ¿Solo por tendencia?
Si algo ya funciona bien no hay por qué cambiar solo porque sea tendencia
Google ya ha dejado claro que nos podemos olvidar de los botones: el futuro de Android es el control por gestos. O híbrido, que los que se incluyen en Android 9, y que vienen de serie en los Google Pixel 3, son una mezcla de los botones de navegación y de los mencionados gestos. Una solución que, bajo mi punto de vista, no resulta del todo práctica.
Si ya teníamos algo bueno en nuestro sistema, ¿para qué obligarnos a utilizar otro método de navegación para el que Android aún no está adaptado? Retroceder, Home y últimas aplicaciones, tres iconos de control que pueden permanecer siempre en pantalla u ocultarse para así no entorpecer con un vídeo o un juego, por ejemplo. Siempre habrá quien prefiera los gestos para navegar por su teléfono, pero estoy convencido de que tampoco ahorrará tanto tiempo como utilizando los botones clásicos.
Utilizar los gestos es tendencia, igual que eliminar cualquier marco para que la pantalla ocupe todo el frontal. En iOS tiene lógica porque su sistema de navegación siempre fue peor que el de Android (un solo botón físico); y se nota mucho el cambio entre tener un botón de Home y usar los gestos del iPhone X y sucesores: el sistema, y las aplicaciones, favorecen la integración con los trazos en pantalla.
¿Eres de los que usa los gestos en Android? ¿Cuáles prefieres? Huawei, Xiaomi, Android 9, OnePlus… El futuro de nuestro sistema pasa por los gestos, lo queramos o no.