Lo peor que nos ha pasado a todos con la tecnología
Estas historias de Halloween sobre tecnología revelan un lado oculto de nuestros dispositivos y del uso que le damos habitualmente.
31 octubre, 2018 19:35Todo aquel que se dedica a profundizar un poco en la tecnología, analizando smartphones u ordenadores por ejemplo, sabe que hay un lado oculto. Una verdad que pocos cuentan y nadie se atreve a desvelar, historias que quitarían el sueño al más rudo.
Historias de Halloween sobre tecnología
Así que, aprovechando que estamos en Halloween, hemos decidido recopilar historias tecnológicas de miedo. Sacando a la luz verdades incómodas que te harán desconfiar de los dispositivos que hacen tu vida más fácil.
Adrián Raya
Si se unen la juventud y las ganas de experimentar, a veces la tecnología tiene guardada alguna que otra broma pesada. Es lo que le ocurrió a nuestro compañero Adrián Raya, que con tan solo 11 años disfrutaba probando, montando y desmontando su primer ordenador.
Todo iba razonablemente bien, hasta que un día se le ocurrió desmagnetizar el monitor, lo que provocó una distorsión en la imagen de la pantalla.
Las pantallas CRT o de tubo, son sensibles a los campos magnéticos. Mostrando distorsiones en la imagen al tener un imán próximo.
Fue tan inesperado este efecto, que pasó bastante tiempo hasta que se atrevió a encenderlo de nuevo, sólo para descubrir que estaba bien. Y sí, también rompió el ordenador en un par de ocasiones, pero eso es otra historia.
Alex
Otra de nuestras recientes incorporaciones, Alex ha sufrido las consecuencias que puede tener la tecnología de primera mano: sufrió uno de los sustos más traicioneros que pueden ocurrirte y que más de un lector de estas líneas también ha sufrido.
Y es que no hay nada más aterrador que estar de noche, frente a la pantalla de tu ordenador, con los auriculares al máximo.
Una situación de concentración máxima, que de repente se ve interrumpida por… «La base de virus ha sido actualizada». Sí, el antivirus Avast ha esperado a que estés con la guardia baja, asustándote de una manera muy traicionera en la soledad de la noche.
Iván
Hemos llegado a una de las historias más horribles de nuestra recopilación. Algo que nos recuerda de vez en cuando que Terminator podría no ser una obra de ficción.
Quizá no te hayas dado cuenta, pero el momento en el que sales de tu coche es uno de los más vulnerables. Hasta que te pones de pie y te haces a la situación pasan unos segundos que pueden ser tu perdición.
Iván lo sabe bien después de que fuese atacado por la puerta de su propio coche; una rebelión que acabó con una herida en la cabeza. Esto no amedrentó a nuestro valiente compañero, que sigue tratando con tecnología todos los días.
Iván Linares
Aunque tengamos la imagen de vagos que nos tiramos el día delante del monitor, la vida de una persona dedicada a la tecnología no es camino de rosas. Sí, tenemos acceso a los últimos dispositivos y nos tiramos todo el día escribiendo sobre lo que nos gusta. Pero esto tiene efectos secundarios, queridos lectores.
Por ejemplo, nuestro compañero Iván, que nos confiesa un miedo que tiene constantemente. Como miembro de El Androide Libre, tiene que probar nuevos móviles constantemente; hay momentos en los que es fácil olvidarse de qué modelo estás usando.
¿Y si salieses a la calle y descubrieses que el móvil no tiene la tarjeta SIM instalada? Un escalofrío recorre mi cuerpo sólo de pensarlo.
Manuel Fernández
En cambio, lo que le ocurrió a otro de nuestros compañeros es más típico de lo que parece.
Estás de viaje en el extranjero, todo es extraño para ti. Tu mente se llena de cosas que no deberías pensar, aún con el teléfono en la mano.
Lo guardas y a los pocos segundos escuchas ruidos a tu espalda. Los ignoras, consciente de que no están relacionados contigo, nadie te conoce aquí. Excepto que te persiguen, así que aceleras el paso. Nervioso, miras por encima del hombro y ves a un desconocido acercándose. ¿Qué haces?
Hasta que escuchas que te gritan «Your phone, your phone» y te das cuenta de que ese ruido extraño que oíste era tu teléfono tocando el suelo. Esto le ocurrió en Holanda a nuestro compañero, desde luego una situación rara.
Oscar Padilla
Oscar sufrió una de las pesadillas más crueles que la tecnología nos tiene escondidas.
Te acabas de comprar un portátil, ese que tanto trabajo te costó adquirir, no cabes de la emoción que tienes. Pero también estás nervioso. Sabes la importancia de este momento.
Una ventana se abre de golpe por el viento. Inmediatamente te pones en tensión. Pero sólo es un pequeño susto, ya que no ha golpeado tu ordenador.
Lo que sí ha golpeado es una botella de agua, situada justo al lado del portátil. El precioso líquido se derrama completamente encima del aparato. Los daños no son fatales, pero tal vez es peor así. Porque ahora tienes que usar un ratón y teclado Bluetooth en su portátil porque las teclas y el trackpad ya no funcionan.
Paolo AC
A veces la tecnología nos provoca sentimientos encontrados, como pueden ser el miedo y la emoción. Eso es lo que se sentía en aquellos primeros años de los smartphone, donde se trasteaba con las ROMS en una búsqueda por obtener lo mejor de nuestro dispositivo.
La tensión en el momento del flasheo, la incertidumbre del primer reinicio, esperando que nuestro teléfono siga siendo usable. Los más veteranos del lugar sabrán perfectamente lo que es esa sensación. Hoy en día es un grato recuerdo para muchos.
Pero esta ilusión también puede ser muy traicionera, nos la puede jugar en el momento más inesperado. Cuántas veces estamos hablando con alguien, y el autocorrector ha decidido que nuestro texto no estaba bien, cambiando completamente una palabra. Ocasionando que lo que queríamos decir cobrara un significado totalmente distinto al deseado.
O con el auge de la mensajería instantánea, el uso de los audios, estar en un lugar más o menos tranquilo y… al abrir un mensaje oírse hasta en China. Podemos llamarlo una traición tecnológica en toda regla. Eso y que llevamos el volumen al máximo.
Roberto CCU
Esta historia sólo tiene unos días. Podríamos titularla «una serie de catastróficas desdichas».
Todo el mundo se ha quedado sin batería alguna vez. Eso no da miedo a estas alturas. Lo que sí lo da es que el mundo se confabule contra ti. Estás esperando una llamada importante, no tienes batería y no encuentras manera de recargarla.
Incluso cuando llegas a tu salvación, la universidad, por caprichos del destino todos los enchufes están ocupados. Si a eso le sumas que el ordenador empieza a avisarte de que también se le termina el «jugo», te puede dar un ataque. El nivel de ansiedad sube exponencialmente: no valoramos lo suficiente los cargadores hasta que vemos el aviso de batería baja.
Borja Simancas Delgado
Hay movimientos que, de tanto repetirlos, se vuelven una auténtica rutina. Uno de ellos es el de guardar nuestro teléfono en el bolsillo, un movimiento que hacemos sin pensar y eso provoca algún que otro susto. Tal y como me ocurrió una vez al dejar deslizar el teléfono hacia el bolsillo y…
Sí, estás pensando bien: pocos segundos después escuché un ruido extraño y vi mi teléfono deslizándose por el suelo. Gracias, Nokia, por hacer el 3310 como una roca ya que no le ocurrió nada. Si llega a ser un smartphone moderno no sé si podría decir lo mismo. Escalofriante…