Mi primera vez con un phablet: ¿tan incómodos son los móviles grandes?
Nunca hasta ahora había tocado un phablet, y ahora estoy usando uno como móvil personal. ¿Son tan incómodos? ¿Realmente merecen la pena?
29 julio, 2018 16:00Siempre he sido una persona de móviles pequeños. He estado toda mi vida con teléfonos de pocas pulgadas de pantalla, como serían los Nexus 5X o los OnePlus X, con 5 y 5.2 pulgadas, respectivamente. Por ello, la idea de tener un phablet no es que me llamara la atención precisamente. Pero siempre hay una primera vez.
Ahora, mi teléfono personal es el todopoderoso Xiaomi Mi MIX de primera generación. Un señor teléfono de 6.4 pulgadas (aunque sí, no tiene marco por ningún lado) que en su día se caracterizó por ser un móvil no apto para todos los bolsillos. ¿Es realmente tan malo para la comodidad llevar a uno de estos?
Definamos qué es el concepto «phablet»
Considero a este teléfono «phablet» porque es un híbrido entre una tablet y un smartphone. En estas impresiones dejaremos de lado por un momento el hecho de que este teléfono sea cerámico y resbaladizo cual pastilla de jabón, sino que nos centraremos en la usabilidad y en el día a día de tener un smartphone tan grande.
Otro detalle que debemos definir es que aunque la tendencia consigue que los tamaños de pantalla sean cada vez mayores, este tipo de dispositivos son de nicho. No son demasiadas las personas que precisan tal tamaño de dispositivo, por lo cuál este concepto baila en una fina línea entre lo querido y lo no querido.
Cambiamos frontal de pantalla por usabilidad: ¿compensa?
¿Qué busca un phablet? Tener el mayor tamaño de pantalla posible para el consumo multimedia. No vamos a negarlo, el Mi MIX es un dispositivo alucinante en cuanto a diseño y a ratio de pantalla, aunque tenga ya unos años. No han sido pocas las preguntas acerca de este teléfono de conocidos y no tan conocidos que me encontraba en mi camino.
Pero esta cuantía en pantalla la ganamos en detrimento de la usabilidad. Sí, tenemos un frontal de pantalla que ya quisieran muchos, pero esto conlleva ciertos problemas, como la ergonomía, el peso y sobre todo todos los usos en los que el tamaño mayormente es un problema más que una ventaja. La cuestión es: ¿compensa tal trato? ¿Pagar algo de usabilidad por mayor pantalla?
Todos los phablets y en especial este son básicamente mastodontes. En el caso del Xiaomi Mi MIX tenemos más de 200 gramos de peso. Acompaña al tamaño usualmente una buena cantidad de batería, como en el caso de los Xiaomi Mi Max, y aquí no es excepción, disfrutando de unos jugosos 4400 mAh de autonomía.
Entonces, podemos definir que a cambio de tener una tablet pequeña en nuestras manos, ganamos seguridad en ciertos apartados que de lo contrario estarían más limitados y a su vez perdemos en cuanto a usabilidad en muchas situaciones. Ahora, definamos si el trato a mí me ha merecido la pena.
Una rutina impregnada por el tamaño
No nos vamos a engañar: no estamos usando permanentemente nuestros móviles. Es decir, usualmente y sobre todo en horarios laborales los dejamos a un lado para dedicarnos a nuestros quehaceres (o al menos deberíamos). Este es mi caso, y cuando entro a trabajar el móvil queda en una mesa cargándose o en mi escritorio.
Pero es un móvil por algo, y es que me lo llevo a todos los sitios posibles conmigo. Pero no siempre estoy disfrutando de su impresionante tamaño, y normalmente cuando no lo uso para ese cometido, el Xiaomi Mi MIX pasa a ser una agenda que saco de vez en cuando de mi bolsillo para consultar determinadas cosas.
Sacar el móvil del pobre bolsillo supone una odisea en cuantiosas ocasiones. Usar un phablet como este a una mano es casi imposible, haciendo que necesites de las dos manos para usarlo, y en sitios como en buses o en la calle, no es que esto te de especial confianza (máxime teniendo en cuenta que lo llevo sin funda).
O siquiera usarlo para cosas puntuales como pagar con el NFC o usar una app de forma esporádica se convierte en algo titánico a veces. Un ejemplo: el otro día tuve que pagar con el teléfono, y estaba con comida en la mano. Tuve que dejar dicha comida en una superficie, sacar el móvil con algo de esfuerzo y con mi mano tuve que pagar manteniendo el dispositivo sobre la terminal de pago, y siendo más de 200 gramos, supuso un pequeño esfuerzo.
Queda claro: en el día a día, un phablet puede llegar a ser una molestia más que una ventaja.
Cuando quieres estar relajado, es lo más
No obstante, cuando estoy usando el phablet Mix de relax, no vamos a negarlo: es una pasada. El tener tantísimo frontal y una cantidad de pantalla generosa hace que te impulses mucho más a ver un vídeo en el móvil que a verlo en el ordenador, y que navegar en páginas webs o consultar redes sociales sin el aliciente de la movilidad de por medio sea una gozada.
La pantalla dividida por fin cobra sentido. Es genial el poder ver un vídeo en YouTube y a la par estar consultando Twitter con la pantalla dividida sin sentir que estás atrapado en la interfaz. Poder ver de forma amplia el contenido de la pantalla y poder moverte con espacio por Android y toda su interfaz, o ver imágenes con una gran calidad son detalles que se tienen muy en cuenta.
Lo mismo pasa con mensajear. En el tiempo que tuve el Sony Xperia XZ2 Compact como móvil personal, tuve el agobio de escribir en una minúscula pantalla de 5 pulgadas. Aquí, tengo total libertad para moverme por el teclado sin ninguna molestia (aunque claro, escribiendo con las dos manos).
La cuestión es: ¿cuál es la tónica general? ¿Compensa, o no compensa?
Es cuestión de gustos, aunque no es lo usual
Gracias a la reducción de marcos que estamos viviendo en nuestros smartphones, podemos disfrutar de tamaños más comedidos con mayores ratios de pantalla. Pero hay veces que incluso con esas estos phablets tienen un gran tamaño, bien en pos de un mejor hardware o bien porque el cuerpo del dispositivo así lo pide.
En mi humilde opinión, creo que no compensa. El tener que afrontar varios montones de incomodidades en mi día a día sólo por el poder disfrutar de una buena pantalla para mis momentos de relajación, no es algo que me compense a día de hoy. Sí, da gusto ver una pantalla tan enorme y poder ver contenido multimedia. Pero si tu objetivo no es ese, no te va a compensar.
Aunque depende de gustos, los gustos de la gente se mueven en tamaños más intermedios. Al igual que hay un nicho de usuarios que prefieren teléfonos compactos, hay otro nicho que quiere tablets pequeñas como los Xiaomi Mi Max recién presentados, cuyos tamaños de pantalla históricamente han sido siempre una locura.
Por ello, si quieres comprarte un teléfono phablet, prepárate para afrontar un montón de incomodidades en beneficio de una experiencia multimedia mayor. ¿Quieres eso? Adelante, ya que las ventajas que te proporcionará el llevar un teléfono de estos serán apabullantes. Si no, no lo hagas, ya que tu bolsillo no será el único que sufra las consecuencias.