Xiaomi, esa empresa que quiere invadir tu casa y le funciona
Xiaomi es una marca que gracias a sus estrategias poco usuales se ha hecho un nombre en Android... Y en todo lo que podamos imaginar. ¿Esto funciona?
11 junio, 2017 12:04Xiaomi, la marca china que nos ha dado los Mi, Redmi y casi todo lo que nos ocurra tiene un renombre a nivel mundial. Pretende ser una grande entre los grandes, y parece que lo está consiguiendo. ¿Pero funciona de verdad?
Todos conocemos A Xiaomi, una de las marcas más famosas del panorama Android y no sólo por sus teléfonos, sino por mucho más. Aparte de vender móviles excesivamente baratos por altas prestaciones (de lo cual hablaremos) no os podéis imaginar todo lo que venden. Desde accesorios comprensibles como la Mi Band, compatible con Sleep As Android, hasta aspiradoras; pasando por cafeteras e incluso mochilas. Pretende adueñarse de tu vida, y puede parecer curioso viniendo de una marca de telefonía asiática. Por ello, vamos a analizar detenidamente si esto realmente es rentable y sus posibles efectos.
Móviles excesivamente baratos. ¿Rentable?
Muchos de vosotros conoceréis principalmente a Xiaomi por su estrategia estrella: ofrecer smartphones y tables de grandes prestaciones a un precio ínfimo. Podéis llegar a adquirir uno de sus smartphones incluso por menos de 100 euros y tablets completísimas por menos de 300 en algunos casos. Y es fácil imaginarnos que venderán como churros, pero como toda empresa deben tener un margen de beneficio que pueda darles ganancias. Si vendes unas gallinas a 10 euros habiéndolas comprado a 5… Ya puedes imaginártelo.
Y es que en palabras de Hugo Barra, ex-vicepresidente global de Xiaomi, la división móvil de Xiaomi no aportaba ningún beneficio. Textualmente dijo que «podrían colocar 10.000 millones de móviles y no harían dinero ni por esas», por lo que el objetivo real de la compañía se basa en crear una marca que rivalice con los grandes y que este concepto pueda ser explotado incluso a largo plazo. Algo parecido es lo que ha monopolizado Apple con el paso de los años.
Quitando la posible fanfarronería que escondieran estas palabras, Xiaomi ha vendido muy bien sus gamas altas como los Mi 4, 5, 6 y los Mi Note, los cuáles tienen buenas reseñas y una excelente valoración. Podríamos sacar en claro el hecho de que, aunque Xiaomi no obtiene beneficio real con sus gamas medias y bajas (muy extendidas), lo obtiene de sus gamas altas. Con el objetivo de convertirse en una referencia podrán expandir su mercado todavía más.
La marca, el gran valor de Xiaomi
Algo no le podemos negar a la firma china: su objetivo lo está consiguiendo a pasos agigantados. Para al menos los más entendidos en tecnología han conseguido que sea una marca de igual renombre que las más grandes y una opción de compra real tanto para sus productos tecnológicos como para sus cientos y cientos de alternativas disponibles. Tal ha sido su expansión que ya está llegando a otros países; y está logrando algo muy preciado: que se les recomiende.
¿Quieres un móvil barato, que te dure y potente? Píllate un Xiaomi. ¿Quieres un gama alta con prestaciones de «bicho» sin gastarte los casi 1000 euros que cuesta, por ejemplo, el Galaxy S8? Xiaomi Mi 5, Mi 5S, Mi 6, Xiaomi Mi MIX… Sí, no reportará beneficio real, pero es indudable la gente que tiene en cuenta a esta firma. Como anécdota diré que incluso mi mejor amigo se estuvo planteando como alternativas el Huawei P9, el OnePlus 3T y el Xiaomi Mi 5S Plus. E incluso el Mi 5 está entre mis próximas opciones cuando salga del Galaxy S4.
A lo que aspira Xiaomi básicamente es a lo que ha llegado Samsung (por desgracia) destronando a Apple. Antes, en los anuncios se usaba un iPhone como referencia de «smartphone.» El Galaxy S7 Edge ha tenido tanta acogida que ahora es este el que se usa en los spots publicitarios. Y no tardaremos demasiado en ver móviles chinos en nuestras teles.
No todo anda bien en el paraíso
¿Para qué me voy a comprar un teléfono carísimo si los baratos son igual de buenos? Seguro que si no lo habéis pensado vosotros lo habéis oído por ahí. La estrategia de Xiaomi, aunque buena, tiene fallas que si no se solventan o se tienen en cuenta podría dar verdaderos quebraderos de cabeza. El principal inconveniente de rebajar tantísimo el precio es que estás acercando la brecha que hay entre la gama media y la gama alta. ¿Para qué te vas a gastar 100 euros más o 200 en un teléfono que funciona igual de bien que el otro?
El gran público mayoritario no entiende tanto de tecnología como alguien que realmente la siga, y menos si proviene de mercados algo complicados. Si una persona mayor quiere un teléfono, sólo por «no complicarse la cabeza», pillará cualquier otro que no le cueste mucho tener y obviará no sólo las gamas altas, sino posiblemente todo el mercado extranjero. Y pongamos que quiere un móvil chino. ¿Qué compraría antes? ¿Un Xiaomi Redmi 4 de 200 euros o un Mi5 de 300?
Además, muchos de nosotros nos sorprendemos cada vez que vemos cualquier «cacharro» con la marca Xiaomi. Ya lo he dicho, hay de todo: hay incluso bolígrafos Xiaomi. Y a no ser que vaya a comprar muchas cosas de golpe o viva en China, no me sale rentable comprar ese producto sólo por la importación que supone. Y ya no digamos la cuestión del envío… O si accedo a él.
Conclusión: el tiempo nos lo dirá
¿Realmente esto le funciona a Xiaomi? Para lo que ellos realmente desean, podríamos decir que sí. El mercado oriental está cada vez más presente en Occidente y su expansión es cada vez mayor, pero también debemos tener en cuenta que no puedes dejar de lado un desfalco de beneficios sólo porque quieras tener un buen nombre. El que seas el mejor frutero del pueblo no da beneficios, y menos si has comprado 1 000 manzanas y has vendido 500.
La marca es importante, pero no lo es todo y menos con pocos beneficios
El tiempo nos dirá lo que pasará por los lares de las oficinas de Xiaomi. Yo, personalmente, no deseo que se vayan al traste: el tener tecnología tan barata y tan buena es beneficioso para todos nosotros. Y quién sabe, a lo mejor vemos a grandes como Samsung o Huawei abdicar de su trono en pos del gigante chino. Y creedme: me encantaría.