Un año después de Android Wear 2.0, no veo futuro en la plataforma
Tras meses de incertidumbre ya tenemos entre nosotros Android Wear 2.0. La actualización no ha cumplido con las expectativas y creemos que eso será su fin.
16 mayo, 2017 09:26Durante el año 2014 conocimos Android Wear, la adaptación del sistema operativo de Google para dispositivos de vestir. Tres años después de dicha presentación, no solo hemos visto una nula evolución, sino que las cosas están peor que antes.
Asus deja y fabricar relojes inteligentes, y no es el único
Hablar de Android Wear suele ser un tema bastante complicado. Casi nunca hay noticias de interés, y cuando las hay suelen ser bastante negativas para la plataforma. La de hoy es una de ellas.
Aunque no ha sido confirmado de forma oficial, la fiabilidad de la fuente parece indicar que Asus se bajará del carro de Android Wear. La firma taiwanesa dejará de fabricar relojes inteligentes, algo que nos resulta curioso, ya que era uno de los pocos que ofrecía relojes con una buena relación calidad/precio.
Android Wear ha salido bastante reforzado en lo que respecta a marcas comprometidas con el ecosistema gracias a la llegada de los fabricantes de relojes tradicionales, mientras que las grandes empresas tecnológicas parecen estar abandonándolo en masa. Samsung se creó su propio sistema y Motorola dejó de ver viable a Android Wear, mientras que Sony tampoco lanza nada nuevo. LG y Huawei parecen ser los únicos que siguen confiando.
Cada vez menos fabricantes ven futuro en Android Wear.
La nueva esperanza de Android Wear no es tan esperanzadora
Con la llegada de Nougat, Google presentó Android Wear 2.0. Hace un año Android Wear no se encontraba en un buen momento, así que vino Google al rescate con una versión de Android Wear que literalmente lo cambiaría todo.
Estos meses no han sido fáciles para los usuarios de Android Wear. Soy usuario de las Developer Preview desde el primer día y he sido testigo del lento progreso que recibíamos versión tras versión. Ha habido momentos en los que simplemente pensé que Google tiraría la toalla con el tema de los wearables.
La revolución que esperábamos para Android Wear sigue sin llegar.
Afortunadamente no ha sido así, aunque la llegada de Android Wear tampoco ha sido todo lo buena que esperábamos. Las aplicaciones independientes existen, pero son muy pocas, Google literalmente va peor que antes al no existir Google Assistant en Español y la autonomía ha decaído respecto a Android Wear 1.5. Nuestro compañero Roberto es quien ha salido perdiendo más con este cambio.
Apple ha conseguido liderar en ventas, también en beneficios
El Apple Watch no parecía un dispositivo muy prometedor. Era bastante más caro que su competencia directa, y tampoco parecía que tuviese funciones por las que mereciese la pena pagar un dinero extra, al tener los mismos puntos débiles que en Android Wear.
Comentan las malas lenguas que Apple no compartía las cifras de ventas de este dispositivo porque eran bastante inferiores a las expectativas creadas. No obstante, parece que esas expectativas no tienen que ver solo con Apple, sino con el ecosistema de los wearables en general.
Apple ha conseguido convertirse en líder de unidades vendidas, título que hasta hace poco ostentaba la Xiaomi Mi Band, un dispositivo que es muy recomendable gracias a sus geniales características unidas a un precio muy bajo. Así que si Apple vende más Apple Watch que ningún otro fabricante y encima consigue mejor margen de beneficio por reloj vendido, el trozo de pastel restante para el resto de fabricantes es muy escaso.
La dificultad para obtener ingresos en un mercado de nichos
Uno de los problemas de hacer negocios en el sector tecnológico es que a menos que estés en una posición privilegiada, tienes que jugar mucho con los márgenes para poder hacer que tu empresa sea rentable.
Crear un reloj inteligente con las máximas prestaciones no parece ser una tarea bastante sencilla, por lo que para conseguir beneficios solo tienes dos alternativas. O vendes muchas unidades asumiendo pocas ganancia por unidad, o vendes pocas unidades con un margen de beneficio enorme.
Imaginad que tenemos un reloj que vendemos por 140 euros (sin impuestos). Tras todos los gastos conseguimos 20 euros de beneficio. Si duplicamos su precio, conseguiríamos el mismo beneficio vendiendo un reloj a 280 euros que vendiendo ocho a 140 euros (todo esto sin meternos en la que la inversión por unidad sería mayor en el caso más caro, no es un ejemplo completamente aplicable al mundo real).
Vender muchas unidades baratas en un mercado tan pequeño no tiene sentido.
Este es el problema que nos hemos encontrado en Android Wear. Los fabricantes que comenzaron entraban con un precio de venta relativamente razonable, pero al vender tan pocas unidades tuvieron que subir los precios para compensar en los márgenes de beneficio.
Como pasó con las tablets, al final liderarán unos pocos
¿Qué sucedió entonces? Que al subir la barrera para adquirir nuevos relojes, el mercado perdió aún más clientes potenciales (y con razón), convirtiéndose en un mercado de nicho en el que el número de usuarios que hay va a ser una constante, y no una constante muy elevada.
Lo que podemos deducir de esto es que; poco a poco; el mercado de los relojes inteligentes está destinado a morir, quedando los fabricantes de lujo (como Tag Heuer, a quien con su reloj de 1500 dólares si le ha ido bien) que pueden vivir con pocas ventas, así como los entusiastas de la plataforma, los cuales se irán con Apple si tienen un iPhone, o con Samsung si tienen un Android.
Todo esto en caso de que Apple no decida competir trayendo el Apple Watch a Android. Esa llegada ya supondría el golpe final a Android Wear.