La gama baja de Android por fin se parece a lo que Google quiere
Android puede empezar a estar orgulloso de sus dispositivos
. A pesar de que los datos de distribución Android no son tan optimistas, los últimos móviles que se han presentado sí cumplen todas las características para lo que podríamos considerar como una «buena experiencia Android».
A este punto, o etapa ya que no es un momento concreto, se ha llegado gracias a una combinación de factores que a pesar de llevarse buscando desde hace años, ha necesitado un tiempo para poder madurar. Desde aquí queremos romper una lanza en favor de la gama de entrada de 2014, una de la que por fin podemos estar satisfechos.
Atrás quedan esas historias de dispositivos ultralentos, con pantallas que dañan la vista y con menos almacenamiento del que ocupan un par de apps. ¿Tendremos por fin móviles de gama baja decentes? Creemos que sí, vamos a verlo.
Diseño y marketing cuidado
Uno de los puntos más importantes que ha ocurrido con la gama de entrada es que los fabricantes se han dado cuenta de su gran valor. Y esto solo se traduce de una manera, más dinero invertido en ellos.
La batalla por tener el mejor buque insignia es mortífera y plagada de opciones, pero un buen móvil con una gran calidad/precio al final será el que más ganancias reporte a la compañía. Las operadoras aquí también tienen mucho que ver, siendo más propensas a subvencionar y ofrecer en packs estos terminales de entrada.
Tenemos multitud de casos, pero empezaremos por el omnipresente Samsung, uno de los primeros en apostar fuerte (gracias a que se lo podía permitir económicamente) por dispositivos como el Galaxy Mini o la gama Ace. Ninguno de ellos llegó a dejar un buen recuerdo a sus poseedores, pero con la llegada de KitKat el último Ace Style debería empezar a ser algo más decente.
Otra de las gamas que se han hecho un hueco es la Desire, con sus modelos 300 y 500 luchando por llevar el diseño premium del M8 a móviles más baratos. El One Mini 2 es más bien un gama media, pero vuelve a ser un perfecto ejemplo de como reducir y quitar algunas características no tiene porque eliminar ese branding de la marca.
También Sony y terminales como el Xperia E1 que ya empiezan a dar guerra a pesar de algunos fallos.
Y si hablamos de inversión en la gama baja, está por supuesto LG y su gama L. Cuyos últimos modelos tienen todas las papeletas para venderse en todos los canales. Dejando de lado el precio, en el que diez euros sí marcan la diferencia, estamos ante una generación de gamas de entrada con muchos años de experiencia detrás.
Especificaciones a la altura del mínimo
No hemos hablado de uno de los gama baja que más tiempo llevábamos esperando; los Nokia X. Sin embargo son precisamente uno de los gama baja de los que no estaríamos tan contentos. Si bien es cierto que su diseño sí cuadra con los cánones buscando por Google en cuanto a calidad se refiere, no está a la altura debido a su limitado hardware.
512MB de RAM sí, pero solo con KitKat. Muchos dudábamos de que Project Svelte cumpliera su cometido, pero la experiencia les ha dado la razón. Solo aquellos móviles de gama baja actualizados a KitKat pueden permitirse el lujo de no llegar al 1GB de RAM. Detalle que los Nokia X no cumplen, pero la mayoría de los últimos Ace, Desire, L y demás sí.
Otro aspecto clave es la mejoría en los procesadores. Hoy en día un Snapdragon 400 o un MediaTek de gama media-alta está a la altura de los procesadores que montaban hace unos años terminales como el S3. Si por aquel entonces no había muchos problemas en moverse con soltura, ahora estos mismos chips no los tienen con pantallas más pequeñas como las que tienen los gama baja.
Precisamente la pantalla es otro de los puntos que ha cambiado en la gama baja. Ya todos nos hemos acostumbrado a las pantallas grandes y Google es precisamente lo que quería. Ahora lo estándar incluso en los móviles de entrada son las cuatro pulgadas y pico. Los mini no son tan minis. Además cuentan con una resolución mínima de 800 x 480 en el peor de los casos, la misma con la que contaba el S2 por ejemplo.
Finalmente está el almacenamiento. Una pesadilla para todos los que tenían un Android hace años. La excusa de la microSD no vale porque esta al final solo servía para guardar archivos y no apps (no totalmente). Ahora no bajamos de los 4GB, una cantidad limitada para juegos, pero no para aplicaciones.
La gama baja actual de Android ya puede manejar con soltura cualquier tipo de aplicación. Los juegos quedan excluidos, pero las especificaciones técnicas han igualado por fin a las que tenían los primeros Nexus.
Optimización y actualización a Android 4.4 KitKat
No nos hemos olvidado de Motorola. Ellos, y no Google, han sido los que han trabajado duro para que sus dispositivos tengan la última versión de Android cuanto antes. Unido a una capa de personalización casi stock, han conseguido que el rendimiento de sus móviles sea comparable a cualquier gama media-alta.
Si con el Moto G demostraron que la combinación KitKat + precio reducido es un superventas. Con el Moto E quieren repetir jugada. Si el Moto E es tan interesante es porque no hay ninguna duda de que es un terminal de gama baja. Aún así presenta un procesador Qualcomm Snapdragon 200, el menos potente de la casa pero suficiente para mover Android como necesitamos.
Y ahora toca hablar de MediaTek. ¿Qué es lo que ha cambiado en este 2014? Pues además de que la empresa ya lleva unos cuantos años a sus espaldas y sus SoCs empiezan a ser más fiables… ahora tenemos soporte para Android 4.4 KitKat, lo que permitirá que los dispositivos de gama baja que no puedan costearse un Qualcomm, seguirán teniendo igualmente acceso a la última versión de Android. Un cambio radical que gracias a la buena optimización conseguida ha hecho que incluso las copias chinas empiecen a ser algo decentes.
Relacionado con el software, hay otro punto en el que Motorola ha marcado el camino. Es la eliminación del bloatware pesado en las gamas bajas. Un error que por ejemplo a Samsung le ha costado grandes críticas incluso en su gama alta. Con esta tendencia que se ha impuesto, los fabricantes ya son conscientes de que no deben forzar a sus gamas bajas con programas propios. Otra pequeña victoria para Google.
La gama de entrada es clave para Android
Android es para todo el mundo. Desde los ricos hasta los que no han tenido nunca un smartphone. La gama baja por su calidad/precio es quién debe liderar la expansión de nuestro sistema operativo. Y por tanto tiene la difícil tarea de representar el modelo estándar de Android. Cuando un usuario piensa en Android, la mayoría de las veces no tiene en mente un Nexus 5. No todo el mundo puede costearse un móvil de gama alta.
De ahí algunos rumores de un Nexus de 100€ por el cual ya os preguntamos vuestra opinión. No sabemos que estrategia tiene planeada Google para su conferencia de desarrolladores de este verano, pero no tienen porque presentar un modelo de gama baja. Simplemente con reducir y optimizar el código de Android, mejorar ART y fomentando a los fabricantes conseguirá que con el tiempo la propia innovación tecnológica ponga las cosas en su lugar.
Una vez alcanzados los requisitos de la gama baja, Google debería pasar a la siguiente fase. La de experimentar con interfaces que requieran más recursos y con especializar los gama baja según su función. Android no se va a detener, a pesar de que fabricantes y usuarios empiecen a ver con otros ojos los gama baja. Esperamos que la obsolescencia programada no se ensañe con ellos.
¿Es la experiencia ofrecida por los últimos terminales con 512MB y KitKat suficiente para nosotros? ¿Qué es lo que planea Google para la gama de entrada?