La mejora racional de los smartphones: Más allá de la potencia y los píxeles
Año tras año vemos cómo crecen nuestros teléfonos, por dentro y por fuera. Pantallas más grande, con mayor densidad de píxeles, cámaras que parecen microscopios, núcleos por doquier, RAM como para una boda… Ya está bien. Son perfectos tal y cómo están. Es el momento de mejorar nuestra experiencia como usuarios de smartphones, y además de conocimientos, apps, trucos, la forma de hacerlo es con teléfonos más adaptados a nuestras verdaderas necesidades. Ha llegado el momento de una mejora racional de este producto, mucho más allá de la potencia y los píxeles.
Los smartphones han tocado el cielo del hardware
Los smartphones corren ya que se las pelan. Si tienes un Samsung Galaxy S4 y tu portátil tiene un tiempo ya, es más que posible que tu móvil tenga más núcleos (los use o no) que tu ordenador. Es un ejemplo del absurdo al que hemos llegado.
Ha llegado el día en que los fabricantes tienen que trabajar en mejorar nuestra experiencia de uso, «congelando» ciertos aspectos, que de paso, abaratarían el coste final. Hay que vender experiencias y no monstruos. Pero las fabricantes viven en una constante guerra de medírselas y la forma más rápida de hacerlo es sacar a la luz 8 núcleos, 41 megapíxeles, pantallas con 1080p y próximamente con 4k. Lo importante para ellos siguen siendo los números. Es con lo que se atizan unos a otros, y es una verdadera pena, porque con lo que deberían atizarse es con ingresos procedentes de la venta de smartphones.
No voy a ser yo el que diga que el hardware no es importante, pero ya tenemos todo lo que necesitamos a estas alturas, al menos que podamos percibir. Alguno dirá que nota la diferencia entre 468 ppi y 390 ppi, pero la verdad es que es muy difícil. Y que nota la fluidez que le dan sus 6 núcleos de más, pero en realidad notas más tener Jelly Bean que otra cosa. Tus 5 megapíxeles de más de poco sirven cuando comparas una foto de tus vacaciones con la que ha hecho tu primo en la playa. Lo único que pido es un poco más de crecimiento racional del hardware para centrarnos en lo que de verdad nos duele.
¿Qué necesitamos mejorar realmente?
Todos (o casi todos) estaréis pensando lo mismo, necesitamos mejores baterías. En realidad, no tiene por qué, lo que necesitamos es mejor funcionamiento de ésta, y una optimización de uso tal, que alargue la vida útil de nuestra carga. El modo Stamina de Sony, el modo ahorro de batería de HTC o de Samsung, son soluciones de software que ayudan, pero no tanto. Deberían centrar sus esfuerzos en este problema o en otros más de andar por casa, que hagan que nuestro teléfono sea de verdad un apéndice más de nuestro cuerpo.
La ergonomía al coger un teléfono va ganando adeptos entre los fabricantes pero podría ganar más, es un punto en el que queda por mejorar. Lo que hay que pensar es realmente en qué pequeñas cosas que son el 80% de lo que hacemos hay que centrarse, las pequeñas cosas que nos desesperan: roturas de teléfonos, carga de imágenes, funcionamiento del GPS, toma de fotos…
Ya hay avances poco a poco
Fijaros en Motorola. Con el Moto X, muchos se tiran de los pelos por haber sacado un teléfono que se acerca más a la gama media que a la alta en aspectos de potencia y pantalla, e incluso cámara, pero en realidad hay grandes avances en cuánto a la experiencia de usuario: el modo respirar (ahorro de batería considerable), un procesador dedicado sólo al reconocimiento de voz (consume más de lo que podemos imaginar si no tenemos una solución de este tipo), menor consumo, incluso la «tontería» de la personalización externa… Su cagada está en su alto precio, seguramente debido a que parte de la producción pasa por Estados Unidos (aunque para los americanos puede ser un pro).
O incluso (y no empecemos a ponernos nerviosos) Apple. Es verdad que sólo hacen un teléfono al año, pero si lo pensáis han parado de meterles ppi a sus pantallas, cámaras justitas de megapíxeles comparadas con la competencia, en pos de una mejor experiencia de usuario (de un determinado tipo de usuario, sí). No soy para nada fan de Apple, pero son los reyes del marketing emocional y de vender la experiencia más allá del mastodóntico hardware (aunque también un poco, claro).O también HTC con sus ultrapíxeles. ¿La gente quiere hacer fotos a grandes distancias? No, a cortas y medias, y habría que mejorar las fotos de noche. Pues toma cámara del HTC One. Eso es pensar en el 80% de lo que normalmente hacemos, y eso es lo correcto, ese es el camino.
Parece que empezamos a estar en el buen camino, pero eso siempre que todas las fabricantes quieran. Hay que hacer smartphones inteligentes, y aunque parezca una redundancia, me refiero a poder darles un uso inteligente para satisfacer nuestras necesidades reales. Esperemos que las guerras de medir nuestras pantallas y nuestras cámaras acabe pronto. Necesitamos smartphone mejores, no más potentes ni más grandes, si no mejores (y ya de paso, más baratos).