Isidro Fainé: La certera visión de una Fundación cultural
Entre los diez hombres de empresa más destacados del siglo XX, conforme a la encuesta de Iberonews, figura Isidro Fainé. De origen muy humilde, no heredó riquezas materiales de sus padres pero sí la honradez y la devoción por el trabajo bien hecho. Desde Cataluña, conquistó los más altos puestos del mundo empresarial y financiero. Ojos de centinela, Fainé huyó siempre de las zahúrdas políticas. Desde su alfar catalán, hizo oídos sordos a las palabras entumecidas con que le acosaban a izquierda y a derecha. Y supo lidiar la vanidad de los políticos revestidos de pavos reales. Frente a las miradas ofidias de algunos, el empresario defendió siempre los derechos de los trabajadores y la dignidad del hombre, lo mismo cuando es embrión como si está en coma.
En el cénit de su prestigio, Isidro Fainé se puso al frente de la Fundación ”la Caixa”, a la que ha situado entre las cinco más importantes del mundo, dotándola con un presupuesto anual que roza los 600 millones de euros. La cifra resulta mareante. En el año 2018, la Fundación impulsó más de 50.000 actividades con 15 millones de beneficiarios en todo el mundo, 11,4 de ellos en España. La Comisión Europea le ha otorgado este año 5,7 millones de euros para becas posdoctorado.
Desde mi punto de vista, el gran acierto de Isidro Fainé ha sido dedicar el 22 por ciento de los recursos de la Fundación a la cultura. La sociedad europea se vuelca cada año más en los bienes culturales y España no es una excepción. Sin duda existen muchas actividades de indudable interés, pero los bienes de la cultura a todos alcanzan, desde el albañil al banquero, y la sociedad del bienestar está recostada sobre las manifestaciones culturales.
En España, la Fundación que preside Isidro Fainé ha promovido durante el año 2018, 722 conciertos en 54 ciudades distintas con 202.121 asistentes. La atención a la música compite con el espacio dedicado a las artes plásticas: 40 exposiciones, 10.579 actividades y la asombrosa cifra de 3.000.000 de visitantes en los centros culturales de ”la Caixa” de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Palma, Gerona, Tarragona y Lérida.
Capítulo aparte merecen las 9.500 actividades dedicadas a exposiciones de divulgación científica con más de un millón de visitantes, mientras que como centro para la reflexión y el diálogo, el Palau Macaya congregó a casi 60.000 participantes.
Imposible recorrer todos los caminos culturales transitados en el año 2018 por la Fundación ”la Caixa”. En las páginas de El Cultural, revista de referencia de la vida intelectual española, han quedado reiterados ejemplos de los éxitos alcanzados por la Fundación. Es un lujo para España contar con una institución tan certeramente volcada en la cultura como la que preside Isidro Fainé.
Pierre-Augustin de Beaumarchais escribió en Le mariage de Figaro: “Sans la liberté de blâmer, il n’est point d’eloge flatteur”. El gran diario francés Le Figaro, fundado en 1866, recuerda todos los días esta frase a sus profesionales. Para que el elogio a Isidro Fainé y a su Fundación resulte más eficaz, me he esforzado buscando algunos motivos de crítica. Seguro que los habrá, pero yo no los he encontrado.
Bueno, tal vez la Fundación podría insistir más en el mundo de la poesía, creando un gran premio internacional. El alquimista reduce toneladas de car-bón a un diamante. El poeta condensa un libro de filosofía en un verso. Me decía Toynbee que una huelga de poetas produciría la rechifla general y añadía que, sin embargo, la poesía ha sido impulsora del progreso en el mundo. Son los poetas los que quedan en el alma de los pueblos desde Homero y Virgilio, a Dante y Lope de Vega, a Baudelaire y Pablo Neruda.