¿Un escritor es el que escribe libros?

“El oficio de escritor ya no es marginal –explica el escritor leonés, que acaba de publicar Vagalume–. Ahora escribir parece que da prestigio y glamour. Hay muchos que buscan esa recompensa de la escritura que nada tiene que ver con el hecho de escribir. (...) No hay más que esperar a la Feria del Libro para ver que el 90% de los que están firmando libros no son escritores. Es más, los pocos escritores que van son los que menos cola tienen”.

Julio Llamazares: "El 90 % de la gente que está en los escaparates de las librerías no son escritores"

Agustín Fernández Mallo cree que ahora “menos inteligentes no seremos, pero sí menos hábiles para algunas tareas”. “Basta ver cómo lee la gente, qué lee la gente –cuenta a Ariana Basciani (The Objective)–, cómo hay que dar todo digerido porque si no no lo entiende, pero eso no quiere decir que no se estén adquiriendo otras habilidades que antes no teníamos”. A propósito de la Inteligencia Artificial, el autor de La forma de la multitud cree “imposible que el ser humano se convierta en menos inteligente, pero las inteligencias van variando y van mapeando unas zonas del mundo y olvidando otras”.

Hay quien piensa, en cambio, como Christina Rosenvinge, entrevistada por Carlos H. Vázquez (Zenda) que “de momento, la Inteligencia Artificial parece no ser tan inteligente”, aunque “ya veremos hacia dónde va”.

Lo que ya vemos a dónde va es la música. Los componentes de Everything but the Girl vuelven a grabar un disco juntos 24 años después. Entrevistados por Beatriz G. Aranda (El País), Ben Watt explica que hoy “todo es una playlist. No hay una historia detrás”. “Lo que yo he detectado –añade Tracey Thorn– es un movimiento creciente en los últimos 15 años por replicar el pasado: la gente hace discos con técnicas de grabación parecidas a las de los años setenta. (...) Y, además, todos los géneros y sonidos se mezclan unos con otros”.

Christina Rosenvinge: "De momento, la Inteligencia Artificial parece no ser tan inteligente"

Los años pasan. Pero para Wim Wenders, 73 años, “la edad no importa”, “está sobrevalorada”, “es irrelevante” y “lo único que importa es quién eres y qué haces”. “Lo que más ha cambiado –explica el director a Jaime G. Mora (ABC)– es la noción de la verdad. Nadie se pone de acuerdo sobre la verdad. Y la verdad es que es una especie en vías de extinción. (...) Las buenas épocas han pasado y nunca volverán. (...) A pesar de todo soy optimista sobre el futuro del cine y la sociedad. Porque sólo los optimistas pueden cambiar el mundo. Los pesimistas esconden la cabeza bajo el ala”.

Silvia Pérez Cruz, a sus 40 años, afirma que “ahora siento la edad que tengo,
creo que por primera vez en mi vida, y muy a gusto”. “Veo que esto la gente lo lleva mal –explica la cantante y compositora a Jordi Bianciotto (El Periódico)–. Más los hombres que las mujeres, curiosamente. Mi ideal siempre ha sido que se mezclen las edades. Siempre he tenido relación con diversas generaciones, y es algo que me gusta mucho, y ahora no vivimos eso así: se caduca muy rápido a todo el mundo, y no a los 40, sino a los 27 o 28, que ya sienten que van tarde”.

P.S. Juan Villoro, a propósito de México, explica a Manuel Roche (Jot Down) que “fatalmente eres de un lugar y no de otro y yo creo que las cosas que te interesan te duelen”. “Cuando Mario Vargas Llosa empieza su novela Conversación en La Catedral diciendo ‘en qué momento se había jodido el Perú’ –aclara el escritor que publica La figura del mundo–, él no está tratando de denostar a su país, ni de decir abandonen esta novela porque ocurre en un sitio horroroso, sino, por el contrario, lo que nos está diciendo es: ‘voy a contarles 500 páginas de un lugar que me interesa porque me duele, porque me afecta’”.