Pilar Adón. Foto: Luis Niño
La maestría literaria de Pilar Adón (Madrid, 1971) ha quedado probada con la calidad de sus cinco poemarios, sus dos novelas y sus tres libros de cuentos. Sus relatos y poemas han sido incluidos en buen número de antologías. Paralelamente, Adón codirige la editorial Impedimenta. Ha traducido obras de Christina Rossetti, Henry James, Edith Wharton o Joan Lindsay.De los treinta y cinco textos de Las órdenes, sólo seis llevan título. El conjunto se divide en tres apartados. La primera sección describe una serie de complejas relaciones humanas. Se inicia con una composición poderosa. Después la poeta evoca a la madre, a la abuela ciega y atada. Una niña que huye de los juegos y de los insectos lo observa todo a su alrededor. Tiene un verso alojado en la mente. Las raíces, el cántaro roto, las larvas y el humus forman una atmósfera. Sin refugios, la escritora certifica: "Que el entendimiento y el alma se hieren con la experiencia / y que el sentido es cero. El propósito, cero. / La utilidad. Cero". Su respuesta consiste en la desobediencia frente a las órdenes que guían los destinos de las mujeres. Adón sacude los mitos femeninos: la maternidad, un fardo de expectativas, las sumisiones. Nos dice que el rencor se arrastra en los genes. El coraje y la sinceridad se mezclan en un poema de únicamente ocho palabras: "Eso espiritual que ves en mí es miedo".
Pilar Adón combate sistemáticamente la simplificación de la realidad. Su escritura nítida y refinada no se agota en la superficie de los hechos y paisajes. Ahonda. Sus páginas contra la resignación o la culpa desvelan nuestras contradicciones. En la segunda parte del libro, la figura del padre protagoniza varios momentos. Valiente, crepuscular, el hombre se apaga en su estoicismo. La hija lo retrata con ironía suave y ternura. Los cuatro textos de la tercera sección del poemario son un cierre coherente de la obra. La poeta busca la compañía de escritoras que admira (Alice Oswald, Jane Kenyon, Katherine Mansfield, Ingeborg Bachmann), imagina la posibilidad de duplicarse en otras vidas, persigue reflejos. Sus búsquedas terminan con dos versos que ponen en duda las certidumbres: "En una tierra sobre la que gime la hierba / que decimos conocer".
Las órdenes incluye también la colaboración de una ilustradora con talento: Francisca Pageo, que firma el collage de la cubierta. Autora lúcida, Adón continúa rechazando convenciones.
@FJIrazoki