Pascal Quignard. Foto: Catherine Hélie / Editions Gallimard

Pascal Quignard. Foto: Catherine Hélie / Editions Gallimard

Novela

Pascal Quignard, un escritor fuera de serie: toda la belleza del mundo en su nueva novela

'El amor el mar' es una obra polifónica de músicos y pintores que tiene como trasfondo una Europa sumida en las guerras de religión

13 mayo, 2023 02:35

Pascal Quignard (Verneuil-sur-Avre,1948) es un escritor fuera de serie. En sentido literal. Músico, filósofo, narrador, ensayista, dramaturgo, el hombre del Renacimiento transportado a este siglo; cada obra es un espectáculo saturado de cultura, de efectos musicales, pictóricos, filosóficos y poéticos. En su novela Todas las mañanas del mundo (1991), acaso eclipsada por la premiadísima adaptación al cine de Alain Corneau, los protagonistas pertenecían al mundo real: el maestro de viola Sainte-Colombe y su discípulo Marin Marais, el gran violagambista del siglo XVII.

El amor el mar

Pascal Quignard

Traducción de Ignacio Vidal-Folch. Galaxia Gutenberg, 2023. 272 páginas. 21,50 €

En El amor el mar, Quignard vuelve a mediados del XVII en una novela polifónica de músicos y pintores, una ebullición de imágenes y música barroca. Con el trasfondo de una Europa sumida en las guerras de religión, un músico, también personaje histórico, Johann Jakob Froberger (1616- 1667), compositor y clavecinista alemán, a quien Bach reivindicó como uno de sus maestros, recorrerá los salones europeos, acompañado de otros personajes de ficción: el compositor, copista y virtuoso del laúd y la tiorba Lambert Hatten, y la bella violagambista finlandesa Thullyn, que, en un cruce de novelas muy propio de Quignard, ha sido discípula de Sainte Colombe.

El amor entre Hatten y Thullyn, en medio de interpretaciones musicales, viajes, abandonos súbitos y reencuentros apasionados, se prolongará en el tiempo. Un tiempo novelístico que transcurre sincopado, pasando de un ritmo lento a otro más vivo, de un fragmento a otra pieza que retoma el hilo de las narraciones cruzadas y siempre con la prosa esencial y desbordante de Quignard.

[El escritor francés Pascal Quignard gana el Premio Formentor 2023]

Todo es, en esta obra, fulgor y belleza. Las reflexiones sobre la música, sobre el amor, sobre la estética, obligan al público a detenerse; las descripciones de los paisajes, de los movimientos de un instrumentista, de los acercamientos amorosos, invitan al placer de leer sin prisas, a contemplar otra época y sentir otro tempo.

Reencontramos en esta novela a Meaume, el artista grabador de Una terraza en Roma (2000), gran premio de novela de la Academia Francesa, en esos saltos literarios de un libro a otro de Quignard. Diversos personajes pueblan la novela: la princesa Sibylle de Würtemberg, alumna de Froberger, amante sin esperanza, a quien invita a pasar sus últimos años en su castillo; Monsieur Hanovre; o dos músicos históricos, Johannes Hieronymus Kapsberger, virtuoso de la tiorba y Charles Fleury de Blancrocher, cuya muerte formará parte de las tragedias incrustadas en esta historia de historias.

La novela es un alarde de polifonía literaria, cada episodio vibra para dar lugar a otro paisaje musical

La novela es un alarde de polifonía literaria, cada episodio vibra para dar lugar a otro paisaje musical, apasionado o dramático. Algunas escenas son cuadros de claroscuros barrocos, pero siempre están vivas, vertebrando la historia. Las voces de los personajes se superponen, a veces se pasa a la primera persona o el narrador omnisciente se aleja para presentar una visión más amplia; el propio autor dejará su impronta en un momento dado, jugando a cambios de vista tan rítmicos como complejos. La traducción de Ignacio Vidal-Folch hace brillar esta obra de aliento poético.

Los ritmos de la fusión amorosa en el tiempo y la evolución de los instrumentos musicales se aproximan. Los grandes virtuosos se encuentran para tocar juntos y surge algo que está más allá de la pasión. “Monsieur Hatten decía: el ruiseñor no necesita ningún auditorio. Le basta con el corazón de la noche”, leemos. El libro es una evocación de la música barroca y de cómo el tiempo conduce hacia el final de las cosas. Y, sin embargo, el mar, el amor, la música, prevalecen contra la decadencia.