Carmen Laforet, la aguda mirada de una mujer
‘Puntos de vista de una mujer’ es mucho más que una conveniente recuperación de páginas olvidadas, es articulismo de neta actitud artística
19 abril, 2021 11:35Puntos de vista de una mujer reúne el cerca de centenar y medio de artículos que Carmen Laforet (1921-2004) publicó entre noviembre de 1948 y febrero de 1953 en la sección con ese mismo encabezamiento de la revista Destino. En 1945 había tenido gran éxito al ganar el primer Premio Nadal de la editorial Destino con Nada. El editor Josep Vergés, convocante del galardón, utilizó su semanario homónimo al servicio del concurso al que dedicaba un asombroso número de páginas en el número siguiente al fallo con información de los debates del jurado, comentarios y copioso reportaje fotográfico. Por esta estrategia de sinergias tendrían sección propia algunos ganadores (más adelante, por ejemplo, Miguel Delibes o Ana María Matute) cuya firma acompañaba a la emblemática de Josep Pla. Por esa puerta entró la de Laforet con una colaboración muy original y valiosa.
La personalidad de los artículos reside, en primer lugar, en una firmísima y clara concepción comunicativa de corte conversacional. Lo dice Laforet en el programático primer escrito: quisiera hablar para mujeres que busquen descansar de sus forzosas y molestas ocupaciones “charlando un poco con una amiga”. “Nada —agrega— como una conversación sincera y descuidada con personas del mismo sexo, para aliviar la tensión del vivir diario”. Será, explica, un modo de contrarrestar la escapatoria que los hombres encuentran en tertulias de café y en casinos, espacios masculinos sin correspondencia entre las mujeres porque se mira con desconfianza que estas se reúnan en clubs femeninos.
El punto de partida declarado se ahorma en unas piezas versátiles y de alto carácter literario, en un articulismo cordial y leve de gran expresividad que se sostiene sobre un fraseo verbal directo, claro, de engañosa sencillez. En la forma, se permite Laforet descripciones cargadas de emoción, consigue vivaces diálogos imaginarios o reales, ofrece estampas de renovado costumbrismo, el desarrollo de la anécdota tiene a veces un aire a lo Larra y llega en ocasiones a la modalidad tan moderna del arti-cuento. Y todo ello desde una sorprendente independencia de juicio en una época conservadora y fiscalizada por una rígida censura que le lleva a tocar temas delicados, a disentir sin tapujos de lugares comunes y a replicar a alguien tan influyente como el crítico Rafael Vázquez Zamora.
‘Puntos de vista de una mujer’ es mucho más que una conveniente recuperación de páginas olvidadas, es articulismo de neta actitud artística
Laforet habla en su sección de variedad de asuntos. Incluso del propio taller de escritura y de la dificultad para encontrar tema para su artículo. Evoca pasajes canarios de infancia con temblor emocional, comenta lecturas con encantadora sencillez —sin “una filosofía que exponer”, confiesa— o descubre su intimidad. Pero no pierde de vista el propósito de hablar de “temas nuestros, de mujeres”, en los cuales no se contenta con inocuas descripciones, pues suele alentar una animosa actitud reivindicativa. Esta procede no de una alternativa ideológica sino de una constatación que acrecienta la fuerza del mensaje: la mujer aporta al vivir diario un trabajo tan duro como el del hombre y, además, está sujeta a otras gravosas exigencias por la simple razón de su sexo. Los artículos asumen una escritura pionera en la práctica del punto de vista que hoy denominamos perspectiva de género.
La constatación de múltiples y punzantes injusticias desemboca en el ideario de estricto igualitarismo del artículo en el que, a propósito de los avances feministas en Norteamérica, se pregunta si podrá lograrse alguna vez “el hermoso término medio, la armonía perfecta entre los sexos, no solo por medio del amor, sino de la amistad y la compenetración social”. Puntos de vista… es mucho más que una conveniente recuperación de páginas olvidadas de una escritora que permiten redondear su imagen. Se trata de un articulismo de neta actitud artística, tan valioso por valentía, su interesante contenido y su reflejo de época como por su excelencia literaria.