Eduardo Lizalde, Premio Carlos Fuentes
Eduardo Lizalde
El poeta mexicano recibe el galardón por "la inteligencia y pasión de su obra, y por su dedicación, que demuestra que la creación literaria requiere una entrega total".
De acuerdo con el fallo que anunció la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México, "Lizalde es el poeta vivo más importante de México y uno de los más notables de la lengua española. El tigre en la casa es uno de los libros más influyentes y vivos en sucesivas generaciones. Su obra poética completa está recogida bajo el título Nueva memoria del tigre, donde incluye su valiente y crítica Autobiografía de un fracaso, que da cuenta de la aventura poeticista de su juventud".
"Por la violencia brillante de sus versos, a Lizalde se le emparenta con los simbolistas franceses, y en especial con Baudelaire, Rimbaud y Lautréamont", escribía el crítico Francisco Javier Irazoki en la reseña de su poemario El tigre en la casa (Valparaíso, 2013) publicada en El Cultural. En su discurso, Lizalde evitó hablar de su propia obra haciendo hincapié en la figura de Carlos Fuentes, que "tuvo desde joven una presencia imprevisible y sorprendente". El galardonado se explayó particularmente en dos obras, La región más transparente (1958), su primera novela, y Terra Nostra (1975). La región más transparente fue una doble revelación para los mexicanos, les mostró el rostro de una ciudad que, aunque era suya, no conocían", dijo Lizalde. "Desde ese momento, aquel joven escritor no dejaría de asombrarlos, desconcertarlos e irritarlos".
"Fuentes era consciente de que su audaz primera novela abría en su país las compuertas de un aire nuevo y una sensibilidad estética que se adelantaba a la era de una brillante secuela de obras también innovadoras y magníficas", como Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, o Rayuela, de Julio Cortázar. De hecho, tras la concesión del Premio Nobel a Mario Vargas Llosa, que reivindicó al mexicano, éste declaró que "cuando se lo dieron a García Márquez (1982) me lo dieron a mí, a mi generación, a la novela latinoamericana que nosotros representamos en un momento dado. De manera que yo me doy por premiado".
Asimismo, Lizalde se refirió a Terra Nostra, que consideró una obra "monumental que supuso un ejercicio hercúleo y agotador. Es una novela que, en realidad, constituye un inmenso poema en prosa, de poderío verbal y belleza sin precedente en nuestra literatura, aunque muchos lo tildaron de excesivo e ilegible", recriminó Lizalde. Tras esta novela "le quedaban al autor más de 40 años de vida, en los que prosiguió su trabajo hasta el momento de su inesperada y violenta desaparición en 2012, cuando lo sorprendió la muerte con la pluma en la mano y en condiciones de absoluta lucidez y energía", recordó.
Durante el acto de entrega del galardón, se aplaudieron de Lizalde "la inteligencia y pasión de su obra, y su dedicación, que demuestra que la creación literaria requiere una entrega total". El presidente de México, Enrique Peña Nieto dijo "estar seguro de que este galardón contribuirá a que su obra trascienda generaciones", y recordó que el propio Lizalde declaró en una ocasión que los premios "significan mucho para los escritores poetas porque ayudan a la difusión de una obra que es poco leída en general. Además, Peña Nieto subrayó que "Lizalde y Fuentes representan lo mejor de la conciencia crítica y de la literatura mexicana y estamos obligados a trabajar para que su obra sea conocida y admirada por las nuevas generaciones de lectores".
La ministra de Cultura, María Cristina García Cepeda, afirmó que Lizalde es "el poeta vivo más importante de México y uno de los más notables de la lengua española. Su producción, que incluye poemarios, libros de cuentos, ensayos y novelas, refleja la fascinación para la belleza y la lúcida mirada ante la crudeza del mundo", añadió. "Además, su poesía se caracteriza por un verso único que resplandece con inteligencia y pasión", remarcó la política.
Esta es la tercera edición del Premio Internacional Carlos Fuentes, que en sus dos fechas anteriores recayó en manos del peruano Mario Vargas Llosa y del nicaragüense Sergio Ramírez. El jurado estuvo integrado por el propio Ramírez como anterior ganador, el poeta Jaime Labastida como director de la Academia Mexicana de la Lengua, y Juan Luis Cebrián en representación de la Real Academia Española. También participaron los escritores Roger Bartra y Vicente Quirarte, como representantes de los sectores académico y literario, por parte de la Secretaría de Cultura y la Universidad Nacional Autónoma de México, respectivamente.