Aurora Luque: "Existe un boom de la poesía fresca, fácil e inmediata"
Aurora Luque
La poeta participa en la VI edición del festival PoeMaD que abre hoy sus puertas en Conde Duque y durante esta semana acogerá a un amplio abanico de poetas de varias nacionalidades y generaciones y abordará la poesía desde diversos frentes.
Como es habitual, el Festival contará con los denominados recitales 'Mano a mano', en los que participarán poetas como Álvaro Salvador y Laura Cracco, Aurora Luque y Jesús Aguado o Milo de Angelis y Paul Viejo. Otra cita importante será con el esperado libro de Pere Gimferrer: No en mis días (Vandalia) que se presentará en PoeMaD durante una charla entre el autor y el reciente premio Reina Sofía Antonio Colinas. Como invitada especial, el festival cuenta este año con la poeta colombiana Piedad Bonnet. Asimismo, PoeMaD dedicará este año un recital a la 'Generación Joi', término acuñado por la organización para hacer referencia a la actual generación de poetas que han saltado de la pantalla al papel y que han convertido la poesía en un fenómeno fan.
Además en esta edición del festival se celebrará el ciclo Un verso propio que reunirá a editoras, antólogas y poetas para vertebrar el numeroso corpus de antologías y colecciones que en este último año se ha editado en torno a la poesía escrita por mujeres, situando a las poetas en la primera línea del canon literario. Precisamente con una mujer, charlamos sobre todos los temas presentes en PoeMaD, la poeta y traductora Aurora Luque (Almería, l962), que participa en el festival en un mano a mano Jesús Aguado, con quien edita la colección MaRemoto de poesía internacional. Especialista en clásicos griegos y en poesía femenina, la autora aborda temas de actualidad poética como la salud de la poesía de hoy, el éxito masivo de los "poetas-youtubers" o la situación de la poesía femenina.
Pregunta.- ¿Qué suponen PoeMaD y otros festivales similares para el mundo de la poesía?
Respuesta.- Resultan muy estimulantes porque propician el contacto directo y el diálogo con maravillosos lectores, así como el aprendizaje, el intercambio y la sintonía con poetas, libreros y editores de todo tipo y edad. Acabo de volver de Bilbaopoesía y la respuesta de la gente ha sido fabulosa. Y PoeMaD tiene una programación muy estructurada y atractiva.
P.- ¿Cuál es el papel del lector? ¿Es la poesía un género tan minoritario como se presenta?
R.- El público de la poesía no es tan escaso como se dice, lo que ocurre es que es difícilmente mensurable en términos de mercado. La poesía se disfruta con intensidad, con secreto, con relecturas, con lentitud… Necesitamos la poesía en periodos especiales de la vida. Nada que pueda computarse fácilmente.
P.- Además del nivel de lectores, a nivel de creación, de salud, ¿cuál es la situación de la poesía en España hoy en día?
R.- Hay un boom de una poesía fresca, fácil e inmediata, una generación de poetas-youtubers que antes no existían. No es una poesía exigente pero indica al menos una cierta fascinación por la palabra. En un nivel más comprometido y menos espontáneo también percibo una gran efervescencia. Desde los mayores como Caballero Bonald, que siguen ofreciendo libros renovadores y rebeldes, hasta mis contemporáneos activos como Manuel Vilas, Chantal Maillard, Concha García, Jesús Aguado, Josefa Parra o Juan Antonio González Iglesias, que ahondan en la construcción de mundos propios. La oferta de los más jóvenes es indescriptiblemente variada.
P.- PoeMaD se presenta, entre otras cosas, como un diálogo entre generaciones de poetas. ¿Cómo ve este diálogo interno del mundo poético?
R.- Más que de diálogo entre generaciones yo hablaría de afinidades intergeneracionales, no en capas temporales estáticas. La organización en grupos generacionales está algo desacreditada. En mi caso siempre estoy dispuesta a aprender de chicos y mayores. Me gusta ver con qué herramientas "matan al padre" los que vienen detrás de mí. Y veo libros, no grupos: Confiado, La mujer de pie, Carta al padre…
P.- Además de poeta también destaca su labor como traductora y editora. A la hora de difundir la poesía internacional, ¿cómo es el diálogo de la poesía española con el extranjero?
R.- Como editora con Jesús Aguado de la colección MaRemoto, puedo decir que hay zonas muy desatendidas. ¿Qué sabemos de la poesía que se hace en Mozambique, Albania o Nueva Zelanda? No se traduce todo lo bueno de otras latitudes. El premio Nobel lleva los focos a veces (no este año...) sobre voces desconocidas como la de Szymborska o Derek Walcott, pero lo hace cuando los poetas son ya mayores. En realidad no alcanzamos a disfrutar de la poesía estrictamente contemporánea: no hay tejido editorial que la mueva. MaRemoto fue un experimento que quería aliviar esa escasez desde una editorial pública.
P.- Hace poco hablábamos en El Cultural sobre los lazos intelectuales entre las diferentes culturas europeas, ¿cuál es en este intercambio el papel de la poesía? ¿Se relacionan entre sí las poesías europeas?
R.- La poesía, vinculada como está a la música y a la semántica de cada idioma, necesita traductores de oído muy afinado o lectores multilingües. Y además, por motivos editoriales, la poesía no se traduce masivamente: no es rentable. A veces descubres un poema en una revista y si te gusta tiras del hilo hasta que das con un poeta enorme. Es a menudo una aventura personal. Creo que más que las poesías se relacionan los poetas. A mí me interesa lo que se hace en las orillas del Mediterráneo: Italia y Grecia. En Grecia se hace una poesía riquísima.
P.- Querría preguntarle ahora por la poesía femenina, por la polémica desatada por las palabras de Chus Visor. Usted ha reivindicado a poetas de todas las épocas, pero ¿cuál es la situación de la poesía femenina hoy? ¿Comienza a "salir de las sombras", a dejarse oír?
R.- Los que no parecen querer "salir de las sombras" son algunos críticos y lectores acartonados, perezosos y sordos. La poesía de las mujeres bien que está a la luz: es radiante de energía. Soy optimista, se va a ver y a leer cada vez más. El vendaval que levantaron las tristes declaraciones de Chus Visor ha sido beneficioso para aumentar el debate sobre lo que hacemos las poetas de todas las edades. Se abrieron foros en los que las mayores (Juana Castro, Julia Uceda, Noni Benegas, Blanca Andreu) dialogaban con las más jóvenes: Elena Medel, Luna Miguel… Han surgido debates, encuentros, editoriales (Eme, Genialogías…) y antologías (Tras-lúcidas, que se presenta en PoeMad, Cien de cien, Veinte con veinte…) Lo más curioso es que hasta Visor ha hecho los deberes y ha sacado una antología de poesía de mujeres coordinada por Lanseros y Merino. (A su favor hay que decir que en su catálogo estaban ya Yourcenar, Plath, Pizarnik, Adrienne Rich…).
Se deja oír con fuerza la producción de poetas mujeres en torno a la treintena, esas que Chus desconsideraba: Carmen Camacho, Raquel Lanseros, Elena Medel. En mi opinión, la antología Tras-lúcidas (Bartleby), coordinada por Marta López Vilar, está llamada a jugar un papel relevante, con nombres como Miren Agur Meabe, que escribe en euskera pero su potencia se trasmite en la traducción, o Sofía Castañón. Se reúne una amplia colección de propuestas estéticas: es la continuación de Ellas tienen la palabra (Munárrriz &Benegas). La propia Marta López Vilar es una poeta excelente que bebe de la herencia de Sophia de Mello.
P.- El año pasado publicó el libro Personal & político, ¿para cuándo un nuevo poemario?
R.- No planeo libro nuevo de poemas. Están muy recientes tanto Personal &político como Los limones absortos. Poemas mediterráneos (Fundación Málaga), aunque sacaré una plaquette en la revista 21versos. Y trabajo en la traducción de una tragedia griega, Las suplicantes, de Esquilo, una obra potentísima que habla de temas hoy calientes como el de los refugiados y el asilo político. La traducción es una tarea hermana de la creación. Las suelo alternar. Preparo también una reedición de Los dados de Eros, mi antología de poesía erótica griega.