Bruselas propone un 'nuevo orden' para Internet: hacia la tasa Google europea y el Mercado Único Digital
La Comisión Europea ultima una reforma del mercado digital comunitario que pretende derribar las fronteras nacionales en la compraventa de contenidos y defender los derechos de autor frente a la piratería y gigantes como Google
15 septiembre, 2016 02:00Jean-Claude Juncker durante el debate sobre el estado de la Unión Europea, este miércoles.
Tres años ha necesitado la Comisión Europea para redactar una reforma del mercado digital comunitario que sustituirá a la actual, vigente desde 2001 (cuando Internet no se parecía en casi nada a lo que es hoy), y que afectará a todos los actores del sector: creadores, productores, distribuidores, propietarios de derechos de autor y consumidores de contenidos digitales (ya sean empresas, particulares o instituciones públicas), cada uno de los cuales ha presionado durante todo este tiempo para inclinar la balanza hacia sus propios intereses. Para su aprobación, el proyecto debe pasar el filtro del Parlamento Europeo y el Consejo Europeo. Si lo hace, este paquete de medidas será vinculante para los 28 países miembros de la unión, que deberán adaptar sus respectivas legislaciones.Una de las premisas de la nueva legislación es el aumento de la protección de los derechos de autor. Por ejemplo, la UE prevé que plataformas como Google News paguen a los medios de comunicación un canon por ofrecer enlaces a sus contenidos. Una medida muy similar a la que ya aplicó España (la llamada 'tasa Google') en 2015 y que provocó el airado cierre de este agregador de noticias de Google en nuestro país.
Al anunciar este paquete de medidas, bautizado provisionalmente como 'Copyright package', durante el debate sobre el estado de la Unión, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, afirmó: "Quiero que los periodistas, editores, autores y otros cobren de manera justa por su trabajo, ya lo hagan en una oficina o en casa, lo difundan en formato físico u online, lo distribuyan gracias a una fotocopiadora o a un enlace".
La Comisión Europea también pretende que grandes plataformas como YouTube (que se ha convertido en la herramienta preferida para escuchar música gratis en Internet según un informe publicado esta semana por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica) actúen con mayor contundencia ante las infracciones de los derechos de autor cometidas por los usuarios, aunque reconoce los pasos dados en esta dirección por la plataforma de Google, que ofrece a los creadores la herramienta Content ID para poder detectar automáticamente contenidos de su autoría subidos ilícitamente a YouTube por terceros (ya sean fragmentos de películas o canciones usadas como banda sonora). Una vez detectado el contenido, el propietario de los derechos de autor puede elegir bloquearlo, obtener una compensación económica por la publicidad asociada a él según el número de visualizaciones que tenga, o simplemente realizar un seguimiento del vídeo.
Mercado Único Digital
Otro punto importante de la reforma que propone la UE es la creación de un Mercado Único Digital que suprimiría las 'fronteras digitales' entre países. Si se aprueba esta parte de la reforma, un usuario español podrá, por ejemplo, abonarse a través de internet a un servicio de vídeo bajo demanda de otro país, y disfrutar de los contenidos que este ofrezca aunque la compañía no haya comprado los derechos de reproducción de esos contenidos en España.Un centenar de organizaciones y sindicatos europeos llevan meses denunciando los perjuicios que esta medida, según ellos, causaría a los mercados audiovisuales locales, y en julio enviaron una carta a Juncker pidiéndole que reconsidere su postura. Entre los firmantes se encuentra la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE). Según un informe que FAPAE y otras organizaciones internacionales del sector encargaron a la consultora Oxera, con esta nueva normativa "se producirá hasta un 48% menos de número de géneros en los contenidos de televisión y un 37% menos de la producción de cine local, que será un contenido más marginal. Incluso el contenido que todavía se hace podría sufrir una caída en los costes de producción, lo que también afectaría a la calidad del contenido disponible para los consumidores. Todo esto supone que los consumidores se enfrentarían a precios más altos y a perder el acceso a contenidos que actualmente disfrutan", asegura FAPAE.