Las investigaciones españolas en la región del Mons Smaragdus, en el Desierto Arábigo egipcio, donde se conservan las únicas minas de esmeralda del Imperio romano; en Utica, la ciudad fenicia más antigua de África; o en Tell el-Far'a, que podría ser la urbe bíblica de Tirsa, van a seguir contando con el respaldo de la Fundación Palarq. En total, la entidad privada sin ánimo de lucro ha resuelto subvencionar, de cara a los trabajos científicos que se realizarán en 2023, a 57 equipos españoles de arqueología y paleontología que realizan sus estudios fuera de territorio peninsular y de Europa.
Esta nómina de ayudas se suma a la convocatoria, abierta también este año, para respaldar económicamente los análisis de materiales hallados por otros 115 proyectos punteros españoles que excavan en algunos de los yacimientos más singulares de las 17 comunidades autónomas. El objetivo reside en proporcionar financiación para realizar análisis genéticos y determinar grados de parentesco, estudios de isótopos para determinar la dieta de los primeros humanos o paleoclimáticos para determinar la evolución del planeta.
"Los análisis realizados en laboratorios de prestigio nacionales e internacionales como el centro nacional de aceleradores del CSIC en Sevilla o el laboratorio Beta Analytic en Estados Unidos arrojan resultados que ponen a la investigación española en estas disciplinas, en la vanguardia mundial", ha destacado la Fundación Palarq en una nota de prensa. Desde su creación en 2016, la entidad, que además ha creado el Premio Nacional de Arqueología y Paleontología, dotado con 80.000 euros y que se falla bienalmente, ha subvencionado a más de medio millar de equipos de investigación liderados por instituciones españolas.
De los 57 proyectos de excavación en el extranjero seleccionados, la mayor parte de los trabajos (33) se encontrarán en el continente africano, en países como Egipto, con las misiones en Oxirrinco o el Proyecto Djehuty, Marruecos o Tanzania. En Asia se contabilizan doce en yacimientos de la India, Iraq, Israel, Jordania o el Kurdistán; mientras que Sudamérica y Centroamérica reúnen los otros 12, repartidos entre Argentina, Chile, Ecuador, México y Perú.
Hay ocho investigaciones que engrosan el programa por primera vez, como el "Proyecto Uxmal. Grupo de las Columnas", en Yucatán, México (Universidad de Valencia); "Muerte en las colinas. Proyecto al Khudairah, Sharjah", en Emiratos Árabes Unidos (Universidad Autónoma de Madrid); "Almazaras romanas en la región de Kasserine", en Túnez (Universidad Complutense de Madrid); "Innovaciones sociales, impacto ambiental y cambios paleoclimáticos en la costa atlántica de Tierra del Fuego durante el Holoceno tardío", en Argentina (Universidad de Barcelona).
La lista la completan "ComplexEquals: Análisis del paisaje político de las primeras comunidades aldeanas del sur de las Cumbres Calchaquíes (Provincia de Tucumán, Argentina) entre complejidad social e igualitarismo" (Universidad de Alicante); "Excavaciones arqueológicas en los 'geoglifos' de la Reserva Extrativista Chico Mendes", en Brasil (UV); "El estudio del paisaje agrario prehispánico andino. Excavaciones arqueológicas en las terrazas imperiales Huari e Inca del valle de Sondondo", en Perú (Universidad de Oviedo); y "Rock Art in Sharjah. Sharing the Past", en EAU (Universidad de Zaragoza y Universidad Politécnica de Madrid). [Aquí puedes consultar la lista de los 57 proyectos subvencionados].
Algunas de las instituciones responsables de estos proyectos son la Fundación Atapuerca, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) o el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), así como una veintena de universidades entre las que se encuentran las universidades de Alicante, Almería, Barcelona, Burgos, Cantabria, Cádiz, Córdoba, Granada, Jaén, La Laguna, Santiago de Compostela, Valencia, la Universidad Complutense de Madrid, la Universitat Autònoma de Barcelona, la Universitat Pompeu Fabra y la UNED.