'Arabella', de Richard Strauss, llega al Teatro Campoamor de Oviedo con Corrado Rovaris al frente del foso
- La soprano Jessica Muirhead protagonizará la ópera, cénit creativo de la colaboración del compositor alemán con el libretista Hugo von Hofmannsthal.
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Este domingo se sube el telón del Teatro Campoamor de Oviedo para exhibir Arabella de Richard Strauss, una ópera no muy frecuente en ese escenario dentro de la temporada oficial que dirige muy diligente y sapientemente Celestino Varela, antiguo cantante y gestor, buen conocedor del género lírico. Excelente idea la de recuperar este maravilloso título, que marca uno de los cénits de la colaboración del compositor con el libretista Hugo von Hofmannsthal, de la que tantos y tan ricos frutos salieron.
La técnica compositiva de la que Strauss se sirve para poner en música el argumento, decididamente ligero, no se diferencia gran cosa de la trabajada en óperas anteriores: una gran cantidad de temas recurrentes, una treintena de leitmotiven tratados con mano maestra en el flujo de una melodía continua que recorre toda la obra, en la que se incluye también algunas batutas de parlato con el fin de dar mayor verosimilitud dramática a la acción.
El resultado es un extraordinario estilo conversacional atravesado de cantilenas y de momentos cantables, casi románticos, lo que es característico de todo Strauss. Estamos ante lo que podríamos denominar la naturalidad del canto, como exigía el autor y defendían algunos de sus mayores intérpretes.
Esa naturalidad, esa flexibilidad, esa línea es lo que se espera de la soprano protagonista de la ópera, que va a ser la anglocanadiense Jessica Muirhead, que sustituye a la indispuesta Maite Alberola. Una pena porque había mucho interés en escuchar a la gentil cantante valenciana en un momento importante de su carrera, cuando su voz ampliamente lírica, rozando lo spinto, está en sazón.
Su sustituta posee un timbre más claro, de diáfana soprano lírica. En los últimos tiempos se está acercando a papeles de mayor entraña dramática, pero con cautela. Habrá que escucharla con interés.
La obra ofrece un extraordinario estilo conversacional atravesado de cantilenas y de momentos cantables, casi románticos
Hay otros nombres muy apreciables en el reparto. La hermana de Arabella, Zdenka, estará en la voz de María Hinojosa, una lírico-ligera de timbre fresco y atrayente. El papel de Mandryka, el rico campesino en busca de amor, será interpretado por el barítono alemán Heiko Trinsinger, voz coloreada y pastosa que clarea un tanto en la zona aguda. Parecen estar bien ajustados los demás cometidos, con artistas muy profesionales, como Cristina Toledo, que cantará la breve y alegre parte de Fiakermilli.
Un director ya muy experto, que vela sus armas como titular de la Ópera de Filadelfia, Corrado Rovaris, será el que lleve las riendas musicales. Es artista muy bragado y conocedor de un amplio repertorio. Esperemos que sepa extraer de la Sinfónica del Principado de Asturias las luces y sombras de partitura tan rica y copiosa. Por su parte, la escena es cosa del belga Guy Joosten, ya veterano y muy considerado en su especialidad. Además de hoy, el montaje podrá verse los días 19, 21 y 23 de noviembre.