Parecen mucho cuarenta canciones pero en la existencia de Bono resultan pocas si lo que se quiere es concentrar toda su intensa peripecia vital y musical, tantas veces la misma cosa, como demuestran las más de 600 páginas de Surrender (Reservoir Books), las nada convencionales memorias del líder de U2 que se publican el próximo 4 de noviembre en España. Con su inseparable mujer, Alison Stewart, como hilo conductor, Bono apuesta por una estructura nada convencional e hilvana (respetando una básica pulsión cronológica) canciones con experiencias.
Así, nos hará participar de sus giras, de amigos como Paul McCartney o Johnny Cash, de proyectos solidarios como PEPFAR u ONE, de los años de plomo en Irlanda, de sus lugares favoritos (la bahía de Killiney, Dublín, Los Ángeles o Estados Unidos en su totalidad) y de situaciones trágicas como las que vive Ucrania. Abre Lights of Home, tema de 2017 del álbum Songs of Experience que arranca con una auténtica declaración de intenciones: “No debería estar aquí, debería estar muerto./ Puedo ver las luces frente a mí./ Creo que me esperan mis mejores días./ Puedo ver las luces frente a mí”.
Estos son diez de los mejores momentos de esta “rendición” que en realidad es una victoria de la vida, del rock y de la memoria.
1978, despertar al mundo
Su vida en blanco y negro se hace de color al escribir su primera canción con 18 años. Agradece el acontecimiento a Joey Ramone y sus “milagrosos hermanos”, que compara con Edge, Adam (Clayton) y Larry (Mullen), “mis propios hermanos milagrosos”. El título de la canción fue Out of Control porque llegó a la conclusión, como Dostoievski, de que los seres humanos “influimos poco o nada en los momentos más importantes de nuestra vida: nacer y morir”. Esa era la actitud si había que dedicarse a componer canciones de punk rock. Se publicaría en 1979 dentro del EP Three.
Ajedrez, una vida secreta
Bono reconoce que antes de que su vida fuera absorbida por las chicas y la música descubriría el gran talento que tenía para el ajedrez. “Tuve una vida secreta con los jugadores del barrio. “Me encantaba competir contra personas adultas que empezaban la partida mientras leían despreocupadamente el periódico, pensando que jugar contra niños era rebajarse. El ajedrez relámpago era de mis favoritos”.
Blair, Irlanda y la Guerra de Irak
La conciencia política de Bono es consustancial a su personalidad, tanto como su afición por la poesía. Bush y Blair realizaban un juego peligroso y a Bono no se le escapaba la trascendencia de lo que estaba ocurriendo. “Para conseguir la paz en Irlanda, Blair había estado dispuesto a arriesgar su reputación autorizando reuniones secretas con los líderes de organizaciones paramilitares. Si al principio su fama como primer ministro fue sinónimo de paz, sin duda la puso en peligro al apoyar a George Bush en una guerra impopular en Irak. El hombre que juntó a las personas estaba también dispuesto a dividirlas”.
Ucrania, integridad y valentía
Bono había conocido al presidente Zelenski en Kiev en los días en los que era actor y comediante. En una visita posterior del grupo, invitado por el lider ucraniano, vuelve a encontrarse con él y Bono piensa que el presidente nunca habría imaginado en aquellos años que se encontraría dirigiendo la defensa de su país “con inteligencia y valor” contra la invasión rusa. “Simboliza la valentía de treinta y cinco millones de ucranianos que se han quedado a combatir y resume su propósito con declaraciones diarias que refuerzan su integridad personal, así como la integridad territorial de su país. Es una defensa impresioanante. ¿Quién querría meterse con esta gente?”
U2, una carrera de relevos
Pese al fantasma de la desunión y la ruptura, el destino de uno de los grupos más brillantes y longevos de la Galaxia del Rock ha sido la continuidad. Aún así, Bono nos desvela en Surrender momentos delicados. “Con el tiempo, he pasado a ver a U2 como una carrera de relevos. Hay veces en las que un miembro de la banda parece alargar la zancada y ponerse por delante del resto. Adam fue ese corredor al principio, el más adelantado con diferencia. En nuestra maratón compartida, en Sídney se salió del camino, pero al mismo tiempo trazó otro”.
¿Beatles o Rolling?
Ese ha sido el gran dilema shakesperiano de la música durante algunas décadas. Bono también saca la calavera y deja algunas perlas. “Aunque no existe un líder de banda mejor que Mick Jagger, nosotros nos decantábamos por los Beatles más que por los Stones, en el sentido de que los primeros cambiaban de sonido en casi todos sus álbumes”.
Steve Jobs muerde la manzana
Con el tema Vértigo de fondo, Bono narra su experiencia con Steve Jobs. Un fuera de serie cara a cara con otro fuera de serie. Y saltarían chispas. “En octubre de 2004, un mes antes de que se publicara Vértigo, Edge, Paul McGuinness, Jimmy Iovine y yo hicimos una visita a Steve Jobs.
Teníamos un presentimiento que pensábamos que podría beneficiar tanto a Apple como a U2. Cuando conocimos a Steve, Apple aún no se había hecho famosa por el iPhone, pero en su imaginación su empresa ya era el vínculo más importante del planeta entre el arte y la ciencia. Incluso cuando el árbol de Apple crecía y crecía, Steve siguió con una actitud zen en su vida profesional y familiar”.
Buenos Aires 2006
Con la perspectiva del tiempo, Bono nos deja reflexiones de gran calado sobre el impacto de las canciones entre el público. Uno de sus recuerdos es en la capital argentina en tiempos de Vértigo, su sencillo favorito. “Fue en el estadio del River Plate en Buenos Aires, en marzo de 2006. Había unas cámaras gigantescas colocadas alrededor del estadio, pues estábamos rodando una película que con imaginación íbamos a titular U2 3D. Las cámaras eran muy sensibles y la mayoría quedaron inutilizadas cuando el público empezó su trayecto vertical al oír “¡un, dos, tres… catorce!” y cayó con tanta fuerza que todo el estadio pareció temblar”.
Ideas ’Kapitalistas’
Tampoco esconde Bono en este Surrender sus pasos ideológicos. Una de sus mejores reflexiones es la que realiza pasado el ecuador del volumen, incluida dentro de la canción Get Out of Your Own Way. “Un país civilizado no puede sacrificar de pronto a colectivos de trabajadores porque el salario por ese trabajo sea más barato en otra parte. Esas transiciones tienen que regularse. Sabemos que la competencia es con frecuencia lo que impulsa la innovación, pero no queremos ser parte de su injusticia darwiniana. La supervivencia del más fuerte queda muy lejos de la afirmación de Jesús de que los últimos serán los primeros”.
¿El momento de la rendición?
Momento of Surrender es una canción del álbum número doce de estudio de U2 (No Line on the Horizon). Dice una de sus estrofas: “Iba a toda velocidad en el metro/ por las estaciones del viacrucis/ todo el mundo miraba hacia otra parte/ contando los días hasta Pentecostés// en el momento de la rendición/ de la visión sobre la visibilidad/ no me fijé en los transeúntes/ y ellos no se fijaron en mí”. Así es como Bono vuelve a sus viejos paisajes en el tramo final de estas memorias. “En Irlanda me encanta contemplar la había de Killiney cuando hay justo la niebla suficiente para difuminar la separación entre el cielo y el mar, cuando tienes la sensación de vislumbrar el infinito. El infinito, en mi caso, es a menudo una búsqueda religiosa”.