Hilary Hahn: “Bach es mi padre musical”

Hilary Hahn. Foto: Kasskara

Con tan sólo 24 años, la violinista norteamericana Hilary Hahn (Virginia, 1979) es una de las más reconocidas artistas de la galaxia de jóvenes virtuosos siempre en expansión. Encauzó su gran talento natural en el Curtis Institute de Filadelfia junto a Jascha Brodsky, quien le imprimió una pasión incondicional por los grandes intérpretes de principios del XX: "Había estudiado con Eugène Ysaÿe y Efrem Zimbalist y solía contarme historias de ellos, escuchando sus grabaciones se convirtieron en mis modelos. Ellos, junto a Milstein, Elman, Kreisler o Grumiaux suponen una parte de la larga y rica tradición de violinistas de los que he podido asumir ideas diferentes. Cada una de las posibles maneras de obtener determinados registros técnicos está representada en ellos", señala la violinista. Hahn se muestra orgullosa de haber podido desde muy joven seguir sus instintos, "mantenerme al margen del circuito de ‘genios’ precoces. Logré convertirme en una intérprete profesional de forma gradual. Retrasé todo lo que pude firmar para una gran discográfica o tener un mánager. No empecé a viajar y dar recitales como una loca, no fui ‘lanzada al estrellato’, sino que elegí hacerlo paso a paso. Prefiriendo que el público se acercara a mí de forma natural, no como un fenómeno pasajero", afirma tajante. Su presentación internacional vino de la mano de Lorin Maazel quien la eligió para su tour europeo junto a la Orquesta de la Radio Bávara hace cerca de una década. A partir de ese momento los contratos empezaron a llover -estuvo por primera vez en nuestro país hace cinco años en la inauguración del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo- y la joven instrumentista logró imponerse poco a poco en el mercado de los más grandes a lomos de su Vuillaume de 1864 al que extrae un sonido de una gran personalidad. Algo que podrán comprobar los asistentes a los tres conciertos que ofrecerá, bajo la batuta de Jesús López Cobos, junto a la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña, donde se hará cargo del Concierto de Bruch.

Su presencia en España coincide con la llegada de su último registro dedicado a los Conciertos de Bach, el mismo autor que eligió para su debut discográfico en el 97: "Mi familia cantaba en un coro y crecí escuchando su música vocal. Es mi "padre" musical porque he convivido muchos años con él. Lo he tocado más que a ningún otro compositor. Desde los ocho años no ha habido un solo día en el que no haya interpretado alguna de sus Sonatas o Partitas, muy útiles para los ejercicios técnicos", señala. La virtuosa americana siente que sus horizontes musicales se han expandido: "He aunado diferentes visiones gracias a las personas con las que he coincidido estos años. He tocado mucho los Conciertos para organizar todas esas ideas y fortalecer mi interpretación, hacer que el resultado lo más inquietante y orgánico posible". C. FORTEZA

El violín de Penderecki
En plena celebración internacional del setenta cumpleaños de Penderecki, el compositor hace un huevo en su agenda para volver a España. En esta ocasión visita a la Orquesta de la Comunidad de Madrid, en un programa que se llevará a cabo el 22 de diciembre en el Auditorio Nacional. Con la colaboración de la bellísima y virtuosa violinista coreana Chee-Yun incluye su Concierto nº 2 para violín y orquesta, conocido como Metamorfosis. El resto del programa se estructura entre la Fanfarria homenaje a Arbós de Falla y la célebre Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak.

De Haendel a Haydn
Las actividades corales se multiplican en esta época. Mañana y pasado en Las Palmas de Gran Canaria la Orquesta Filarmónica será dirigida por Paul Goodwin, actual responsable de la Academy of Ancient Music, dirigirá el inevitable Mesías de Haendel. También será programado en Madrid, por la Universidad Politécnica con su coro, este viernes 19 de diciembre, junto a la English Chamber Orchestra, bajo la batuta de Karel Mark Chichon. Y saliéndose de este repertorio, la Orquesta Nacional de España, dirigida por Rafael Fröhbeck interpretará este fin de semana la Missa in tempore belli de Franz Josef Haydn.

Voces de Italia
Dentro de la temporada lírica tinerfeña mañana está prevista en el Auditorio la celebración de una gala lírica que tendrá como protagonistas a dos importantes voces graves del repertorio italiano: el barítono Roberto Frontali y el bajo Roberto Scandiuzzi. Con la dirección de un maestro tan seguro como Giuliano Carella, interpretarán una selección de arias, dúos y fragmentos orquestales de Simone Boccanegra, La forza del destino, Don Carlo, I Puritani, Norma, Rigoletto, Attila o Don Pasquale, entre otras.

La Navidad de Charpentier
Original, dada la escasa difusión que entre nosotros tiene el músico que lo protagoniza -el francés Marc-Antonie Charpentier, uno de los más grandes creadores franceses del XVII-XVIII- es el concierto que se llevará a cabo los próximos días en gira a cargo de la orquesta y el coro del Gabrieli Consort, a las órdenes de su fundador, Paul Mc Creesh.

Y no es precisamente Charpentier un compositor muy conocido por estas latitudes. Para la mayoría es simplemente el autor de la música que suena sobre la carta de ajuste de televisión en las transmisiones de la UER: el comienzo del Te Deum, una obra celebrada. Pero Charpentier fue uno de los forjadores de sonidos más prolíficos del barroco. El catálogo de H. W. Hitchcock incluye más de 550 partituras. Entre ellas figura la llamada Misa de media noche, la número 9 de las once que llegó a escribir el compositor parisino. Es una de sus obras más solicitadas. Fue compuesta para la noche de Navidad, hacia 1690-1693, y destinada a ocho solistas, coro a cuatro voces, orquesta de cuerda a cuatro partes, con flautas y bajo continuo.

Mac Creesh une a esta misa una serie de músicas del autor conectadas con este tiempo elaborando una suerte de oratorio de Navidad que resulta ameno, agradable y evocativo. Es un especialista este artista inglés en este tipo de montajes, realizados con cuidado musicológico. Y encaminados a buen puerto gracias a la calidad de los conjuntos que dirige, Gabrieli Consort & Players, creados en 1982 bajo su férula, a los que ha sabido imbuir de un talante dramático muy moderno y con los que consigue altas cotas expresivas, aun con ocasional perjuicio de la línea de ejecución. El concierto en Madrid, dentro del ciclo Complutense de Conciertos, tendrá lugar el martes en el Auditorio Nacional. Será el que cierre una corta gira española que tendrá sus enclaves previos en León, 19 de diciembre; Salamanca, el 20 y Palma de Mallorca para Fundación La Caixa, el 21. A. REVERTER