El Gobierno ha aprobado este martes una prestación especial por desempleo para los trabajadores de la cultura que pretende dar respuesta a las necesidades de un sector marcado por la intermitencia del empleo. La medida supone, según el Ejecutivo, “un paso de gigante” en la implantación del Estatuto del Artista.
A partir de ahora, se reduce el número necesario de días cotizados para que los trabajadores de la cultura (y no solo actores, bailarines, músicos o artistas, sino también los trabajadores de las actividades técnicas y auxiliares del sector) puedan acceder a la prestación por desempleo. Así, la cifra desciende a 60 días en los últimos 18 meses o 180 en los últimos seis años (la mitad de lo habitual, que son 360 días) y se cobrará durante cuatro meses.
A esta medida se suman otras dos también aprobadas hoy. Por un lado, se amplía la compatibilidad de la pensión de jubilación con la actividad artística. Hasta ahora, esta compatibilidad solo se aplicaba a actividades que generaban derechos de propiedad intelectual. A partir de la entrada en vigor de la nueva norma, se aplicará también a actividades conexas; por ejemplo, una conferencia asociada a la presentación de un libro, y no solo a los derechos de propiedad de la obra, como explica el Ministerio de Cultura y Deporte en un comunicado.
La tercera medida implica a los autónomos de bajos ingresos (menos de 3.000 euros al año). A partir de ahora pagarán una cuota mensual de 161 euros, cuando la horquilla normal se sitúa entre los 230 y los 500 euros .
El sector de la cultura ha recibido con buenos ojos estas medidas que vienen a paliar la inestabilidad laboral de quienes se dedican a él. En un comunicado, la Unión de Músicos, que ha participado en las negociaciones con los ministerios implicados en la Comisión Interministerial para el Estatuto del Artista, “valora muy positivamente” estos avances en el Estatuto del Artista, “que suponen un paso adelante contra la precariedad del sector”.
Esta consideración de las condiciones laborales peculiares del sector de la cultura “es algo que llevamos esperando mucho tiempo”, afirma la actriz Arantxa de Juan. “No puede ser que, por ejemplo, Hacienda, cuando haces una serie, te pegue un palo tremendo sin tener en cuenta que luego puedes estar un tiempo largo sin tener ingresos”, opina esta intérprete de dilatada carrera con papeles en conocidas series de televisión y arriesgadas aventuras teatrales como Magnani apperta, una obra que representa en su domicilio particular en el centro de Madrid.
"También es muy importante para el empresariado escénico que se alivie la carga de los costes sociales en términos de cotización". Jesús Cimarro
La medida no solo beneficiará a los trabajadores, también a los empresarios. Así lo cree el productor teatral Jesús Cimarro, director de Pentación Espectáculos y del Festival de Teatro Clásico de Mérida. “Es un avance muy importante sobre todo para los artistas. Las empresas lo veníamos reclamando desde hace mucho tiempo, porque parece lógico que una actividad que, por su propia naturaleza, es intermitente tenga una regulación específica. Es algo que ya está legislado en buena parte de los países de nuestro entorno y que aquí teníamos pendiente. Estoy todavía leyendo la letra pequeña, pero en principio creo que va a ser muy beneficioso para el sector. También es muy importante para el empresariado escénico que se alivie la carga de los costes sociales en términos de cotización. Nosotros asumimos una parte excesivamente alta en pagos al régimen especial de artistas”, señala Cimarro.
“Esto es una primera fase, muy importante, pero quedan otros aspectos cruciales del Estatuto del Artista por concretar, como el contrato laboral artístico, que se está perfilando todavía más. Pero, bueno, es importante que el Consejo de Ministros vaya aprobando cosas. Entendemos, por otra parte, que no es fácil, porque son varios ministerios los que se tienen que coordinar y los intereses pueden ser dispares”, añade el productor.
[Iceta anuncia un nuevo contrato laboral artístico adecuado a la intermitencia del sector]
Por su parte, la actriz, dramaturga, directora y productora teatral Carolina África, autora de El cuaderno de Pitágoras, la mejor obra de teatro de 2022 según El Cultural, se muestra cautelosa. “A primera vista suena muy bien pero hay que leerlo más fondo, no vaya a ser que luego haga más mella de lo que soluciona. La precariedad del sector necesita una regulación más protectora. Hay que mirar a Francia, ver cómo allí se cuida a los artistas. Aquí, para dedicarte a este tipo de actividades, hay que ser muy valiente. Es que no te puedes meter ni en la compra de una casa. Así, es imposible. No puedes hacer nada a medio o largo plazo”.
"Para dedicarte a este tipo de actividades hay que ser muy valiente. No puedes hacer nada a medio o largo plazo". Carolina África
El cineasta Borja Cobeaga, director de Fe de etarras, Negociador y Pagafantas y coguionista de Ocho apellidos vascos y su secuela Ocho apellidos catalanes, opina que las nuevas medidas tienen en cuenta que la “caótica” discontinuidad del trabajo cultural no es igual que la estacionalidad de otros sectores que trabajan en momentos concretos del calendario que son siempre los mismos.
En cuanto a la medida dirigida a los autónomos con bajos ingresos, Cobeaga piensa que beneficiará, por ejemplo, a quienes tienen un trabajo principal y colaboran puntualmente como guionistas. “En su caso, muchas veces no les renta mantener ese trabajo secundario si su cuota de autónomos es mayor de lo que cobran”. Así, considera que la nueva norma demuestra una mayor “sensibilidad” de la Administración ante este tipo de situaciones.
"Es un paso muy importante en la batalla que libra el sector desde que en 2015 le quitaron la pensión a autores como Javier Reverte y Forges". Manuel Rico
En el caso de los escritores, más del 80 % viven de otras profesiones, explica Manuel Rico, presidente de la Asociación Colegial de Escritores. No obstante, a los que son autónomos la nueva medida les resultará muy beneficiosa, ya que “por lo general son jóvenes con empleos precarios y colaboraciones discontinuas en diversos medios”. También valora positivamente la reducción de días cotizados necesarios para acceder al desempleo, pero sobre todo destaca la ampliación de la compatibilidad del cobro de la pensión de jubilación con actividades culturales como conferencias, jurados y otras actividades que no devengan derechos de autor. “Era algo muy demandado por el sector”, señala Rico, que además fue uno de los impulsores y portavoz de la plataforma Seguir Creando, que nació precisamente para dar la batalla en este terreno.
Además, Rico celebra que se haya incluido por fin (en el decreto de 2019 quedaron fuera) a las clases pasivas, un colectivo formado por los funcionarios que accedieron al servicio público antes de 2011. También ve con buenos ojos que se permita a quienes perciben una pensión no contributiva que generen ingresos por actividades culturales hasta el límite del salario mínimo interprofesional. “Antes con que cobraran un solo euro por estas actividades les quitaban la pensión”, explica el presidente de ACE. “Todo esto es un paso muy importante en la batalla que libra el sector desde que en 2015 le quitaron la pensión a autores como Javier Reverte y Forges, llegando en algunos casos a tener que devolver cuatro años de pensión. Es un éxito de la plataforma Seguir Creando”.