¿Qué libro tiene entre manos?
Siempre se está con más de un libro entre manos. Contra toda esperanza, de Nadiezhda Mandelstam.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Otro libro. Son los libros los que me abandonan a mí.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café?
Más que un café, me hubiera gustado sentarme en silencio con San Juan de la Cruz.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
La isla del tesoro, de R. L. Stevenson.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
En papel y en cualquier momento y lugar.
¿Qué acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?
Cuando La Zaranda llegó a América por primera vez.
¿Qué guerra quiere ganar con La batalla de los ausentes?
La que libramos contra nosotros mismos: la de la dignidad humana.
Dignidad y fe como acto de resistencia… Muy épico para estos tiempos, ¿no?
El teatro es el arte del ser, no del pensamiento. No es que el intelecto moleste para crear, pero no puede comerse al creador.
¿Qué es el esperpento según La Zaranda?
Habría que preguntárselo a Valle-Inclán.
¿Cómo consiguen la longevidad?
Sin darnos cuenta. Quizá el secreto resida en nuestro amor al teatro.
¿Qué ha quedado del Desguace de las musas? ¿Se siguen llevando bien con ellas?
Lo que no se da no se tiene. Y las musas se dieron. Espero que algunas sigan viniendo a visitarnos.
En el teatro, ¿los que ríen los últimos… ríen mejor?
Recuerdo un aforismo de Porchia: “Reír de no reír, llorar de no llorar, ser de no ser”. Lo importante es la alegría de sentir que la muerte no tiene la última carcajada.
¿Qué ha dejado al descubierto la pandemia en la escena?
A muchos imbéciles. Y, por otro lado, la necesidad que tenemos de reconocernos en otras almas.
¿Qué obra reciente le ha dejado impresionado?
Greetings from the Edge of the Earth, de Tadashi Suzuki, que pudimos ver en el Festival de Toga en Japón. Diluviaba en un anfiteatro al aire libre y la disciplina del elenco conquistó al público.
¿Qué obra o autor de teatro le ha marcado su trabajo?
Llevo años trabajando con un mismo autor, Eusebio Calonge. A la hora de acometer un trabajo uno se alimenta de muchas fuentes, de muchos clásicos.
¿Se ha enganchado a alguna serie televisiva?
Vivo mi propia serie. Espero no perderme ningún capítulo.
¿Qué tipo de música escucha y en qué soporte?
Dime qué música escuchas y te diré quién eres… Seguiré escuchando la música que me haga descubrirlo.
¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
Soy crítico con la crítica. La crítica es verdadera cuando es capaz de crear.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Emoción, contemporáneo, entender… Cuando es Arte, solo siento.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza, por favor, de crítico.
Käthe Kollwitz. La fuerza expresiva de su trazo podría igualar al desgarro de los grandes palos del flamenco.
¿Qué libro le recomendaría al presidente del Gobierno en estos momentos?
La vida de San Francisco de Asís, de Chesterton.
¿Le gusta España? Denos sus razones
Amo España y me duele.
¿Qué medida urgente tomaría para superar la actual crisis del sector cultural?
Para hacer renacer al teatro hay que situarse primero en determinadas condiciones morales. Algo de lo que carecen muchos que se aprovechan de esta llamada “crisis del sector cultural”, ignorando que la creación es algo más que un negocio.