Torturar o no torturar, esa es la cuestión
José K es un terrorista cuya intención es detonar una bomba en una concurrida plaza llena de gente. La policía lo detiene y, ante la premura de tiempo, lo tortura para obtener información y evitar la masacre. Este es el argumento de José K., torturado, una obra que aborda las implicaciones físicas y morales de la tortura, tanto para el individuo que la sufre como para el que la aplica y para la sociedad que la consiente.
La compañía Moma Teatre, que dirige Carles Alfaro, ha llevado el texto escrito por Javier Ortiz al Teatro de la Abadía de Madrid, donde puede verse hasta el 10 de marzo. La obra presenta a un único personaje desnudo y encerrado en una vitrina transparente y pone el foco sobre el dilema de usar o no la tortura si sirve para el propósito superior de salvar vidas. Estrenada en 2011 y protagonizada entonces por Pedro Casablanc, ahora es Iván Hermes el encargado de ponerse en la piel del torturado.
El desaparecido Premio Nobel de Literatura José Saramago alabó el texto tras ser uno de sus primeros lectores de la obra: "Que la misma razón humana capaz de ascender a lo sublime sea también instrumento de crueldad y tortura, que esto haya ocurrido en todos los tiempos y lugares, que siga ocurriendo hoy como algo tan rutinario que ya no escandaliza ni indigna, eso es lo que ha empujado a Javier Ortiz a mirar y hacernos mirar los monstruos que se mueven bajo las apariencias de los individuos y de las masas".