Peter Weiss. 100 años de resistencia
Imagen de la obra Marat/Sade de Ricardo Iniesta
Locura, revolución, encierro, resistencia... Varios montajes celebran los cien años del nacimiento de Peter Weiss, creador del Teatro Documento y autor de obras como Marat/Sade, La indagación, Hölderlin y Discurso sobre Vietnam.
Weiss, creador del Teatro Documento, nació cerca de Potsdam el 8 de noviembre de 1916. Hubiese cumplido el próximo martes cien años en un mundo que sigue sufriendo prácticamente los mismos problemas que él intentó comprender y combatir. El ascenso de Hitler al poder le llevaría a un largo exilio que culminó con su establecimiento definitivo en Suecia. Marat/Sade, La indagación, Hölderlin, El Nuevo proceso, Discurso sobre Vietnam y Trotsky en el exilio forman el grueso de un testamento escénico que se asienta sobre los principios dramatúrgicos y literarios de Brecht, Artaud, Kafka, Meyerhold y Shakespeare. "En su obra está muy presente el teatro de la crueldad y el grotesco de Meyerhold pero por encima de sus influencias teatrales está la ideología de la denuncia, el compromiso que le hizo radicalizarse cada vez más políticamente, al contrario de lo que suele suceder", señala a El Cultural Rircardo Iniesta (Úbeda, 1957), autor de una de las adaptaciones más recientes de Marat/Sade, posiblemente la obra más conocida de Weiss, que recorre estos días los escenarios de Cataluña y Galicia y con la que Atalaya, su compañía, sucede a la brechtiana Madre coraje. "Sentí la necesidad de profundizar en un teatro más político, dadas las circunstancias de nuestro país y del mundo en general", reconoce Iniesta.
Teatro dentro del teatro, varios planos temporales, revolución, locura, encierro... Todo eso y mucho más es Marat/Sade (adaptada al cine por Peter Brook en 1967), un texto que también se representa estos días en Madrid, en la sala La Usina, de la mano de Teatro de Operaciones y Gabriel Molina González (Buenos Aires, 1965), para quien la obra, que incluye distintos niveles de realidad y de sentido, propone al espectador un juego con la mirada para encontrar la acción y arremeter contra todo conformismo estético. "Juega también con tópicos de Hamlet, con la representación como simulación y con la locura para alcanzar la verdad. En el teatro de Weiss esta teatralidad de la locura es literal. Los locos interpretan a los cuerdos, simulan sus acciones y propósitos y los hacen propios en escena. Su actualidad reside en las preguntas que formula. ¿La revolución es para todos? ¿Es para mí? ¿Adónde va? ¿Queremos todos la misma revolución? ¿Cuándo, cómo, quiénes, dónde?", cuestiona el director de La Usina. De entre los Marat/Sade que han pasado por nuestros escenarios destaca especialmente el que montó Adolfo Marsillach en 1968 en el Teatro Español, un acontecimiento que impactó de lleno sobre las corrientes subterráneas de oposición al franquismo y en la que él mismo interpretaba a Sade. También destacan las versiones de Miguel Narros (Teatro María Guerrero, 1994, con traducción de Miguel Sáez) y Animalario (CDN, 2007, con versión de Alfonso Sastre y dirección de Andrés Lima).
La versión de Marat/Sade de Ricardo Iniesta y, a la derecha, la misma escena montada por Gabriel Molina González
"Una cosa que se sabe poco -nos desvela Hormigón- es que cuando se estrenó la obra el 29 de abril de 1964 en Berlín, Marat y Sade ocupaban la parte izquierda y derecha del escenario. En marzo de 1965 el director Hanns Anselm Perten situó la bañera en el centro del escenario del Volkstheater de Rostock, subrayando más su sentido. Peter Weiss lo asumió totalmente y desde entonces indicó que la disposición escénica fuera esa y no otra".Indagación sobre el teatro documento
Tanto Iniesta como Molina González coinciden en que otra de las obras representativas del teatro de Weiss es La indagación, texto con el que acuñaría el Teatro Documento y en el que recoge testimonios del juicio que entre 1963 y 1965 se realizó en Frankfurt a los responsables nazis del campo de exterminio de Auschwitz. "Weiss no quiso entretener al público sino incomodarlo al extremo -señala Iniesta-. Si se representara completa duraría más de ocho horas. Pensaba que un texto sobre Auschwitz debía producir horror y desagrado extremo". Para el director de La Usina, es una de sus obras fundamentales por la crueldad de los testimonios extraídos y por la poética que establece al ponerlos en escena ya que, aun manteniendo su literalidad, opera sobre la forma y el espacio sonoro en la construcción del oratorio: "Lo importante de Weiss es su lenguaje, su forma de pensar los grandes temas, la crueldad del hombre, la revolución y el individualismo, la locura y la razón, dualismos inseparables de la condición humana".@ecolote