Image: Una Luces de Bohemia ni costumbrista ni modernista

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Escenarios

Una Luces de Bohemia ni costumbrista ni modernista

Teatro del Temple presenta el clásico de Valle Inclán en el Fernán Gómez

13 abril, 2010 02:00

Una escena de Luces de Bohemia

Liz Perales
Como toda gran obra, Luces de bohemia sólo puede llevarse a escena cuando se cuenta con dos actores capaces de medirse con sus dos protagonistas, Max Estrella y Latino de Hispalis. La compañía aragonesa Teatro del Temple la representa a partir del jueves 15, en el Fernán Gómez en Madrid, con los actores Ricardo Joven y Pedro Rebollo en el papel de estos personajes.

Una producción de Luces de bohemia, considerada por muchos como la gran obra del teatro español del siglo XX, tiene mucho de acontecimiento. En ella Valle Inclán no solo desliza su manifiesto estético del esperpento, también hace teatro político, contra las instituciones y contra el Estado. En ese sentido, y como ha escrito Paco Umbral, es un ejemplo extraordinario de teatro moderno.

Carlos Martín, director y fundador junto con Alfonso Plou de la compañía aragonesa Teatro del Temple, ha dirigido este título que exige de un amplio elenco que represente al lumpen que Max Estrella y Latino de Hispalis van encontrando en su recorrido por la noche madrileña. Sin embargo, Martín lo ha resuelto con seis actores más, capaces de desdoblarse en todos estos personajes.

Otro de los problemas que plantea la obra es su puesta en escena, pues son numerosos los escenarios por los que transitan los personajes. "Optamos por una propuesta desnuda, despojada, que busca la esencia del discurso humano que brota, palmo a palmo, en esta bajada a los infiernos... La idea es reducir los recursos escenográficos al mínimo (unas paredes-percheros, unas mesas y unas sillas) limitar el número de actores y construir un marco brechtiano donde pueda tener lugar esta epopeya esperpéntica. Jugar con Valle pero sin caer apenas ni en el discurso costumbrista ni en la estética modernista", explica la compañía, que estrenó la obra en 2005.

Teatro del Temple llega a Madrid con un repertorio de dos obras, pues presenta también su última producción, El público de García Lorca. Esta pieza que se clasifica dentro del teatro más vanguardista del poeta, en el que un director de teatro es asaltado por sus fantasmas y obligado a dirigir una obra saltándose todas las convenciones, será representada por la compañía a partir del 5 de mayo, en el mismo teatro.