Mathilde Ollivier en 'El llanto'

Mathilde Ollivier en 'El llanto'

Cine

'El llanto': la herencia del trauma en una historia a dos tiempos

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Los fans de Mariana Enriquez, maestra indiscutible del terror gótico actual, convendrán en que El llanto esboza una especie de traslación del estilo de la escritora argentina a la gran pantalla, aún sabiendo que la película del director novel Pedro Martín-Calero (Valladolid, 1983) parte de un guion original -que ha escrito junto a Isabel Peña, colaboradora habitual de Rodrigo Sorogoyen, cuya empresa Caballo Films ha producido el filme-.

Ahí está, tanto en el filme como en la obra de Enriquez, el horror colándose en nuestra cotidianidad sin que nadie le abra la puerta, el halo adolescente, una conciencia política alérgica al subrayado y el gusto por los elementos clásicos del género, desde los fantasmas a las casas encantadas, aunque se trate de presencias y lugares anodinos, nada que ver con el castillo del Conde Drácula.

El llanto transcurre en dos tiempos y dos latitudes. Por un lado, nos encontramos a Andrea (Ester Expósito), una universitaria en el Madrid actual que mantiene una relación a distancia con su novio, marcada por las videollamadas y los chats instantáneos. Por otro lado, viajamos a 1998 para conocer a Camila (Malena Villa), una estudiante de cine en La Plata (Argentina) que se obsesiona con Marie (Mathilde Ollivier), una joven de origen francés entregada a la fiesta y los excesos a la que seguirá para grabar con su cámara.

Renunciando a la narración lineal, el guion entreteje las historias de los tres personajes, que entrarán en contacto con fuerzas extrañas tras escuchar un lamento deseperado de desconocida procedencia.

Lo primero que llama la atención de El llanto es su apuesta estética, más estilizada de lo habitual en el cine de terror español y al servicio de un extrañamiento de la realidad que genera una inquietante atmósfera de pesadilla durante todo el metraje.

A ello contribuye un diseño de producción realista que apuesta por mantener una continuidad en cuanto al color, el diseño de los espacios y el vestuario, independientemente de que nos encontremos en la parte española del presente o en la argentina de hace 25 años. Tan solo la tecnología parece marcar las diferencias entre una y otra época, y Martín-Calero se vale de su integración en la trama para incluir apuestas formales atrevidas y cambios de formato.

Todo ello hace que la decisión de otorgarle la Concha de Plata a la mejor dirección al cineasta español (ex aequo con la portuguesa Laura Ferreira por On Falling) resulte justificada. A lo anterior hay que añadir un par de escenas impactantes, como el prólogo en la discoteca o el asesinato del que es testigo Andrea por videollamada.

Aunque tras varios golpes de efecto la narración pierde algo de fuerza, el filme de debut de Martin-Calero refresca el cine de género español con su sólida estética, con sus magnéticas actrices y con su oblicua manera de hablar de temas como la depresión, la violencia sistémica contra las mujeres, la represión del deseo femenino o la transmisión del trauma de unas generaciones a otras. Una película con mensaje feminista que apuesta por la sororidad para enfrentarse a los monstruos que engendramos.

El llanto

Dirección: Pedro Martín-Calero.

Guion: Pedro Martín-Calero e Isabel Peña.

Intérpretes: Ester Expósito, Malena Villa, Mathilde Ollivier, Àlex Monner, Sonia Almarcha, Tomás del Estal.

Año: 2024.

Estreno: 25 de octubre