Documenta Madrid arranca hoy su vigésima edición manteniendo, en palabras de su director artístico Luis E. Parés, “su compromiso con una forma abierta y plural de entender el género documental, acompañando y fomentando nuevos modelos y autores, aliándose con este impulso de descubrimiento que lo caracteriza”.
Hasta el próximo 7 de mayo, con Cineteca Madrid como sede principal y con el Reina Sofía, Filmoteca Española y ECAM como sedes colaboradoras, desfilarán por la capital grandes nombres de la tradición del cine, jóvenes promesas que apuntan alto y autores que con presupuestos modestos han puesto en jaque las certezas del panorama audiovisual.
Buena muestra de ello lo darán las 25 películas de la sección oficial del festival, plagada de relatos autobiográficos e historias con trasfondo político o social. En la Competición Internacional, con 13 títulos, destacan propuestas como Against Time, en donde el estadounidense Ben Russell compone un poema estridente que celebra el instante y llama a la inmersión total; É noite na América (It is night in America), película en la que la brasileña Ana Vaz sigue a diversos animales en peligro de extinción en una suerte de permanente huida, o Incident, filme del estadounidense Bill Morrison que reflexiona sobre la verdad mediante la grabación audiovisual de un mismo hecho desde distintos puntos de vista.
[José Luis Cienfuegos, nuevo director de la Seminci]
En la Competición Nacional entran en liza 12 películas, con títulos tan interesantes como A los libros y a las mujeres canto, de María Elorza, retrato de una genealogía oculta de las mujeres y su relación con la literatura; Bloom, de Helena Girón, reconstrucción de los paisajes y la dimensión mítica de la legendaria isla de San Borondón, que aparece y desaparece en medio del mar; Karpeta urdinaki (Carpetas azules), de Ander Iriarte, sobria investigación sobre la tortura a manos de las Fuerzas de Seguridad del Estado que da respuesta a preguntas pendientes y necesarias, o Los saldos, de Raúl Capdevila Murillo, wéstern crepuscular sobre el declive de un viejo mundo, asediado por las transformaciones industriales.
Imagen de 'A los libros y a las mujeres canto', de María Elorza
Corte Final, la sección dirigida a películas en fase final de producción o coproducción española, ha seleccionado este año cuatro proyectos: Adolescencia infinita, de Vítor Soho; Natsu no uta (Canciones de verano), de Jorge Suárez-Quiñones; Distopías alcanzadas, de Nayra Sanz Fuentes; y Turismo de guerra, de Kikol Grau.
Retrospectivas y proyecciones especiales
Del 3 al 13 de mayo, el público podrá disfrutar del ciclo Mejor ser que obedecer. El cine de Narimane Mari que Documenta Madrid y el Museo Reina Sofía dedican a la creadora argelina. Un recorrido por las películas de una de las autoras de culto fundamentales del cine internacional, cuya obra se caracteriza por trascender las fronteras entre documental, cine experimental y ficción, así como por explorar nuestra percepción y, en último término, tratar sobre la capacidad del cine de dar forma a la realidad.
Como inauguración del festival, Narimane Mari presentará el 3 de mayo en Cineteca su mediometraje Holy Days seguido de una actuación musical a cargo Cosmic Neman, Lori Schenberg y Quentin Rollet, colaboradores habituales de la cineasta.
Narimane Mari
Por su parte, del 3 al 7 de mayo, Documenta Madrid y Filmoteca Española se unen para organizar en el cine Doré una importante retrospectiva titulada Rebelión y ética y estética del Grupo Zanzíbar, dedicada a la producción cinematográfica de este excepcional grupo de jóvenes creadores que rodó 15 películas en tan solo dos años (1968-1970) y dejó la huella de un cine colectivo simple y radical en busca de transgredir las normas sin otro interés que el mismo hecho de hacerlo.
Además, se proyectarán en Cineteca el ciclo Kill the Spiders: John Smith Retrospective, cineasta internacionalmente conocido por su obra avant-garde y por desafiar las barreras del género, comisariado y presentado por un grupo de alumnos de segundo curso de Cine Documental de la ECAM y que consta de tres sesiones en las que se abordará su obra y evolución como cineasta. Dentro de este ciclo, John Smith, que asistirá a las presentaciones de su filmografía, ofrecerá una masterclass titulada Las barreras entre la ficción y la no ficción.
Por su parte, el ciclo Por un cine colectivo, Cámara, Ácción ¡Despierta!, la Muestra Internacional de Cine Educativo MICE presenta una selección ecléctica de películas desarrolladas en colectivo desde las aulas, en las que niñas y niños muestran aquello que les interesa y preocupa en dos sesiones matinales en Cineteca.
Por último, el festival acogerá la proyección especial de Crossroads. El viaje circular de Boa Mistura, de Dan Barreri, un inspirador viaje a través del trabajo de Boa Mistura, colectivo artístico de proyección internacional con raíces en el graffiti y el Arte Urbano, que irá acompañada de un coloquio con Pablo Purón y Javier Serrano (BoaMistura), Dan Barreni (director), José Robles (Galería Ponce + Robles), moderado por Raúl Torquemada (Madrid Film Office).
Escuela Dentro Cine clausura el festival
Una de las novedades de este año es el encargo hecho a la Escuela Dentro Cine, un colectivo que deberá crear una película en el marco del festival, cuyo estreno se celebrará en la clausura, el domingo 7 de mayo.
Escuela Dentro Cine es un proyecto experimental dirigido a jóvenes de 16 a 23 años en situación de desventaja social que tiene el doble objetivo de formarles en la práctica y lenguaje cinematográfico, al tiempo que dotarles de herramientas de diálogo, autoexploración, expresión, empoderamiento y conocimiento.
La película, La lengua Rota del Sueño, se propone como un poema visual y una invitación al autoconocimiento y a la creatividad como fuentes de transformación, y contará con la colaboración especial de la escritora Elvira Navarro.
Tras la proyección de esta creación específica para el festival, a cargo de los alumnos de Escuela Dentro Cine, Bflecha pondrá el broche final a esta edición con su proyecto Exnovo (2021), cantado en castellano y gallego, en el que los instrumentos tradicionales como gaitas y percusiones orgánicas colisionan con texturas digitales y simulaciones de entornos virtuales.