La Academia de Hollywood, casi un año después de los hechos, ha entonado el mea culpa y ha admitido que no supo manejar adecuadamente el caso de la bofetada que el actor Will Smith propinó al humorista Chris Rock durante la ceremonia de los Premios Óscar de 2022. Así lo ha reconocido este lunes la presidenta de la institución, Janet Yang, en el almuerzo de los nominados a los Óscar en 2023.
"Estoy segura de que todos recordáis que presenciamos un evento sin precedentes", dijo Yang a los asistentes del encuentro, entre los que se encontraban el director Steven Spielberg o el actor y productor Tom Cruise. "Lo que vivimos en el escenario el año pasado fue inaceptable y nuestra respuesta no estuvo a la altura, fue inadecuada. Supuso un punto de inflexión para actuar con mayor transparencia y responsabilidad, y para que en momentos de crisis actuemos con mayor rapidez, compasión y decisión. No se debe esperar menos de nosotros en el futuro", añadió la responsable.
La gala número 94 de los Óscar quedó irremediablemente marcada por la bofetada que Will Smith le dio a Chris Rock en el escenario del Teatro Dolby. El humorista hizo una broma sobre de la cabeza rapada de la esposa del actor, Jada Pinkett-Smith, y este subió al escenario, le pegó un mandoble y regresó a su sitio, gritando: "Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu puta boca". La ceremonia continuó como si no hubiera pasado nada y Smith ganó la estatuilla a Mejor actor por su papel en King Richard.
La Academia de Hollywood no tomó acciones hasta días después, cuando vetó a Will Smith de participar en la ceremonia de los Óscar durante los próximos diez años. El propio actor renunció a su cargo de académico unos días más tarde. "Traicioné la confianza de la Academia. Privé a otros nominados y ganadores de la oportunidad de celebrar y ser celebrados por su extraordinario trabajo. Tengo el corazón partido", reconoció en un comunicado. "Fue una noche horrible. Perdí el control, ¿sabes? Estaba pasando por algo muy duro. No es que esto justifique mi comportamiento en absoluto, pero fue un cúmulo de cosas", explicó el pasado mes de noviembre. Desde entonces, ha participado en la película sobre la esclavitud Hacia la libertad.
La presidenta admitió este lunes que la respuesta de la organización fue "inadecuada" y que en momentos de crisis era necesario actuar con "rapidez, compasión y decisión" a favor del sector cinematográfico. "Esto es una familia y priman los valores de fe, unidad y solidaridad entre la industria y los espectadores", añadió la presidenta, quien aseguró que la Academia ha "aprendido de sus errores".
Durante el almuerzo se encontraban figuras como Steven Spielberg, nominado este año por su película Los Fabelman, y Tom Cruise, quien compite como productor por su trabajo en Top Gun: Maverick. También el mexicano Guillermo del Toro, que este año asistirá a la gala por su película de animación Pinocchio, y Michelle Yeoh, actriz nominada al Óscar por su actuación en Todo a la vez en todas partes, entre otras personalidades. La edición número 95 de los Premios Óscar se llevará a cabo el domingo 12 de marzo en el Teatro Dolby de Los Ángeles (EEUU).