Imagen de Un perro andaluz

La V Muestra de Cine Lo más prohibido, que se celebra del 24 al 27 de agosto en los madrileños cines Artistic Metropol y Artistic La Morada, ofrecen un controvertido itinerario por las películas más polémicas y morbosas, solo aptas para amantes de sensaciones fuertes.

En 1929 Luís Buñuel tuvo que lidiar con el escandalo cuando estrenó en París Un perro andaluz, el filme surrealista por excelencia. Tanto el orden cultural de la burguesía como la Iglesia Católica no estaban preparados para el arsenal de turbadoras imágenes oníricas que el aragonés había plasmado en pantalla: un ojo seccionado por una navaja, una mano de la que brotan hormigas, unos pechos manoseados que se convierten en nalgas, dos pianos con burros putrefactos encima tirados por frailes maristas… La película fue censurada en París (su proyección provocó desmayos, vómitos, más de treinta denuncias a la comisaría y hasta un aborto) y apenas sí fue exhibida en otras capitales europeas, pero Buñuel había logrado su objetivo subversivo: escandalizar a la sociedad de su tiempo y a la larga crear una obra inmortal, ajena al tiempo, al espacio y a las modas que es un referente para algunos de los artistas más importantes del siglo XX, desde Alfred Hitchcock a David Bowie.



Sin embargo Buñuel no fue el primero ni el último en enfrentarse a la censura, que ha sido una constante a lo largo de la historia aunque ha ido variando de aspecto: desde aquel censor vinculado a la Iglesia Católica, que se encargaba de dar su aprobación (el célebre Nihil Obstat) a cualquier obra que se quisiera publicar, hasta esos twitteros que pueden paralizar la nueva producción en HBO de D.B. Weiss y David Beniof, los responsables de Juego de Tronos, por considerarla racista sin apenas saber nada de ella (excepto que se llama Confederate y plantea una distopía en la que los Confederados ganarían la Guerra de Secesión). La V Muestra de Cine Lo más prohibido, que se celebra del 24 al 27 de agosto en los madrileños cines Artistic Metropol y Artistic La Morada y que proyectará en una de sus sesiones la película de Buñuel, acogería sin problema Confederate ya que para la organización "los límites, que sí los hay, son los que marca la propia justicia, la ley y son los relativos a violencia real sobre seres humanos, animales, vulneración de derecho de imagen, destrucción de medio ambiente y cualquier tipo de acción que suponga una agresión real (no ficcionada) a cualquier tipo de colectivo".



Ciclos de Gaspar Noé y Peter Jackson

Una imagen de Irreversible

El programa de la V Muestra de Cine Lo más prohibido incluye la proyección de cinco películas inéditas en gran pantalla en España, once clásicos imperecederos y dos retrospectivas. La primera de ellas repasa la filmografía del provocador Gaspar Noé, cineasta argentino radicado en Francia que sale a escándalo por filme desde que lograra el Premio de la Crítica en el Festival de Cannes por su mediometraje Carne (1991), que narra la relación entre un padre carnicero y una hija autista y que se abre con un mensaje dirigido al espectador advirtiéndole de la crudeza de las imágenes que va a contemplar. En 2002 Noé regresó a Cannes con Irreversible y más que aplausos lo que logró fue una espantada de en torno a 250 espectadores. El motivo: un plano-secuencia de 10 minutos en el que se asiste con todo lujo de detalles a la violación del personaje interpretado por Monica Bellucci. Muchos tildaron la película de mera provocación sensacionalista y grotesca rodada para lograr publicidad gratuita mientras que el director argentino-francés culpaba del revuelo a la corrección política imperante en la sociedad. Contra ella lanzó su última película, Love, un filme que navega entre la pornografía y el drama y que, al ser rodada con tecnología 3D, ofreció al director la posibilidad de que uno de los personajes lanzara al público su simiente. Parece que Noé suscribe esa máxima que indica que lo importante es que hablen de ti, aunque sea mal. Las tres películas se podrán ver a lo largo de la muestra.



La segunda de las retrospectivas del festival se centra en la filmografía que produjo el director neozelandes Peter Jackson antes de ser fagocitado por la adaptación pertinente de El señor de los anillos e intrascendente de El hobbit, ambas obras de J.R.R. Tolkien que lo han tenido ocupado desde el año 2001, con dos parones para rodar una fallida King Kong y la insufrible The Lovely Bones. Sin embargo, antes de adentrarse en la Tierra Media, Jackson destacaba como un talentoso director de culto, que se movía entre el pulp y el cine gore al más puro estilo do it yourself. La muestra proyectará en la jornada del sábado sus cuatro primeras películas en una sola tarde: Mal gusto (1987), una historia de extraterrestres caníbales rodada con la ayuda de sus amigos en su tiempo libre; Meet the Feebles (1989), una irreverente comedia de marionetas sobre un grupo de teatro musical; Braindead (1992), probablemente la película más gore de la historia, aunque se trate de un gore gozoso y divertido conocido como splattstick, y Criaturas Celestiales (1994), una película ya más profesional sobre un crimen real que le valió una nominación al Oscar al mejor guion y en el que no abandonaba del todo su peculiar humor negro.



Películas inéditas en España

Una imagen de LOVELACE

No por iniciativa del censor y sí por cuestiones de mercado, hay infinidad de películas que nunca llegan a estrenarse en nuestro país. Además de Love de Gaspar Noé, a la que los distribuidores no debieron verle muchas posibilidades en taquilla, la Muestra de Cine Lo más prohibido proyecta otras cuatro películas inéditas en gran pantalla, una de ellas, la que clausura el festival, es secreta y no se conocerá hasta el momento de la proyección. El público español podrá por tanto degustar por primera vez tres platos de sabrosa casquería fílmica. De entrante, la muy gore Grotesque (2009) de Kôji Shiraishi, película en la que dos jóvenes son secuestrados por un sádico demente que los somete en un sotano a todo tipo de degradaciones, torturas y mutilaciones. De primer plato, la insípida Lovelace (2013) de Rob Epstein y Jeffrey Friedman, recreación de los años más convulsos en la vida de Linda Lovelace, actriz protagonista del primer éxito de taquilla del cine porno: Garganta profunda. Y para finalizar, un segundo plato de ciencia-ficción y terror titulado Historia de Ricky (1991) de Ngai Kai Lam.



Clásicos imperecederos

Una imagen de El último tango en París

Pero quizá sea la posibilidad de disfrutar en pantalla grande de varios clásicos cinematográficos de la provocación lo que resulta más atractivo de la V Muestra de Cine Lo más prohibido. El slasher, ese género en el que un psicópata asesina a adolescentes y jóvenes normalmente algo salidos, estará representado por un clásico como La quema (1981) de Tony Maylan, para muchos un filme superior al seminal La matanza de Texas de Tobe Hopper o al Halloween de John Carpenter. El género de los muertos vivientes llegará de la mano del maestro George A. Romero con su clásico de serie B Zombi (1978). Y por supuesto no podía faltar David Cronenberg, un género en sí mismo gracias a las perversiones de la carne que muestra en pantalla. Dentro de la programación encontramos Crash (1996), adaptación de una novela de Ballard sobre un hombre al que le excitan los accidentes de coche.



La organización también ha incluido las películas más subversivas de algunos de los autores más destacados del cine de la segunda mitad del siglo XX. Elia Kazan consiguió enfadar a la Legión Católica de la Decencia por incluir escenas de gran contenido sexual en Baby Doll (1956), la historia de un hombre maduro casado con una joven de diecinueve años en el húmedo y caluroso Mississippi. Aunque de amores entre maduros y adolescentes la película más representativa es sin duda El último tango en París (1972) de Bernardo Bertolucci. En España fue prohibida por el régimen de Franco y desde Barcelona se fletaban autobuses a Perpiñán para ver como Marlon Brando untaba con mantequilla las partes más íntimas de Maria Schneider.



Quizá la gula resulte a simple vista el más inocente de los pecados capitales, pero el cine también ha sabido alimentar pesadillas gastronómicas. Marco Ferreri, después de dos sublimes comedias como El pisito (1959) y El cochecito (1960), pasó a incomodar al espectador con películas como La gran comilona (1973), en la que cuatro amigos -interpretados por cuatro grandes como Marcelo Mastroianni, Ugo Tognazzi, Michel Piccoli y Philippe Noiret- unidos por el hedonismo y el tedio se reúnen en una mansión con la idea de suicidarse comiendo sin tregua y pronto añaden otro pecado capital: la lujuria, y así empiezan a llegar prostitutas. El sexo obsceno se entremezcla con los cerdos, los quesos, los jamones, el caviar… y la escatología se hace dueña de la función. Por su parte Peter Greenaway lograba en El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (1989), una peculiar película entre la comedia negra, el drama y el horror en la que no escatimaba en mostrar crudas escenas de canibalismo y desnudos.



La muestra se completa con la polémica actualización del Nuevo Testamento que Jean-Luc Godard realizó en Yo te saludo, María (1984), con Querrelle (1982), icono del cine gay rodado por Rainer Werner Fassbinder, Pink Flamingos (1972), una de las historias freaks de John Waters y la atroz y salvaje Saló o los 120 días de Sodoma de Pier Paolo Pasolini.



@JavierYusteTosi