Houellebecq pasa de puntillas mientras Lars von Trier vuelve a dar la nota

Fotograma de Near Death Experience

Este fin de semana la Mostra de Venecia ha tenido de todo. Por una parte la doble aparición de Al Pacino con The Humbling de Barry Levinson, fuera de competición y Manglehorn, de David Gordon Green, que compite por el León de Oro. Otro de los estrenos fuera de concurso fue Words with Gods, un mosaico que narra el estado de las religiones en el mundo y que ha contado con la participación de ocho directores, entre ellos Héctor Barbenco y Álex de la Iglesia. Este último, por su parte, presenta Messi, un documental que retrata la figura del futbolista. Además, tanto el genocidio armenio como la guerra en Argelia tuvieron su momento en la jornada del domingo con las proyecciones de The Cut de Fatih Akin y Loin des Hommes de David Oelhoffen. Mientras tanto, este lunes han llegado dos figuras célebres y llamativas a las pantallas del Lido: Lars von Trier y Michel Houellebecq.

Cada uno con su propio estilo, pero el director danés Lars von Trier y el escritor francés Michel Houellebecq tienen en común que son tan brillantes como provocadores. El primero no ha defraudado en el Festival de Venecia y ha vuelto a dar la nota. El segundo, sin embargo, ha pasado casi desapercibido, informa dpa. Von Trier fue declarado hace tres años persona non grata en Cannes tras intentar hacer un comentario jocoso sobre Hitler. El revuelo mediático que levantó el asunto llevó a que el cineasta anunciase después que no volvería a comparecer ante la prensa. Pero este lunes en Venecia lo ha hecho, aunque no se puede negar que ha sido de la forma más extraña que se ha vivido en el festival hasta ahora: se le vio a través de una pantalla.

Pero no en una gran pantalla o en el formato de una videoconferencia. Sino en la pequeña pantalla de un Mac personal sentado en su casa en Dinamarca. Además, para generar más misterio a su aparición el director sólo iba a responder a tres preguntas que le hizo y tradujo uno de sus actores fetiches, Stellan Skarsgard. "Lo sé todo de las mujeres", dijo el realizador danés cuando le preguntaron si había aprendido algo nuevo de las mujeres con Nymphomaniac, la película que se muestra fuera de competición y la razón de su 'presencia' en Venecia.

Al término de la tercera pregunta, el director danés se levantó de su sillón y desapareció. Ahí terminó la "comparecencia" de Lars von Trier ante la prensa. Para seguir generando expectación sobre este director que cuenta con una legión de seguidores incondicionales que le pasan por alto todas sus extravagancias, la productora Louise Vesth anunció el próximo proyecto del danés: una serie de televisión en inglés con un reparto estelar. No quiso revelar nombres de actores ni el tema que tratará. Tan sólo se limitó a decir: "Será algo que ustedes nunca han visto antes y que nunca volverán a ver".

La aparición de von Trier ha coincidido con la visita de otra personalidad que no suele pasar desapercibida: el escritor francés Michel Houellebecq, que se presenta en la ciudad de los canales en calidad de actor. El autor de Las partículas elementales es el protagonista absoluto de Near Death Experience, un poema visual, según lo definen sus directores Benoît Deléphine y Gustave Kerven, que ha tenido poco eco en el certamen italiano. Y es que parece que el escritor está tomándole gusto a colocarse delante de la cámara, pues Near Death Experience, que se muestra en la sección Orizzonti, es su segundo trabajo como actor tras El secuestro de Michel Houellebecq.

En una rueda de prensa escasamente concurrida, Houellebecq ha cometnado que le pareció una idea divertida que le propusieran ser actor. Hace tiempo le ofrecieron hacer cine, pero el ganador del prestigioso premio Goncourt por El mapa y el territorio siempre pensó que no daba bien en cámara. Para Kerven y Deléphine era importante que haya personajes que puedan transmitir mucho con su silencio y ese es el caso del escritor, que en la cinta da vida a un hombre que quiere poner fin a su vida. "No me identifico con el personaje, he conseguido hacerlo porque me he metido en la piel de mis personajes (literarios). Me podía imaginar fácilmente la vida que hacía este personaje. Es fácil imaginarse en la piel de otro", ha agregado el autor de Plataforma.

No obstante, la verdadera protagonista de la jornada ha sido la actriz estadounidense Frances McDormand, que recoge este lunes en el certamen italiano el premio Persol, un galardón paralelo que se le concede a la protagonista de Fargo por su talento visionario. La actriz de 57 años presenta fuera de competición una miniserie de televisión, Olive Kitteridge, de cuatro horas de duración y con Lisa Cholodenko (The Kids Are Allright) en la dirección.