'Banishers: Ghosts of New Eden': una historia fantasmagórica de detectives
El videojuego del estudio francés Dontnod aborda la historia de una comunidad con secretos inconfesables.
1 abril, 2024 01:52El estudio francés Dontnod se ha hecho un nombre en la industria con juegos que apuestan de manera decidida por una narrativa valiente, en ambientaciones originales y con un minucioso trabajo de caracterización de personajes.
Después del bildungsroman de Life is Strange y el terror gótico de Vampyr, nos abren una ventana a la colonización puritana de Nueva Inglaterra en Banishers: Ghosts of New Eden. Una historia de fantasmas, injusticias sepultadas tras el anonimato de la comunidad y un amor que trasciende los límites de la mortalidad.
Antea Duarte y Ruaidhrigh ‘Red’ Mac Raith son dos “desterradores”, agentes sobrenaturales encargados de lidiar con los espectros que remolonean en el plano mortal. En 1695 llegan al enclave puritano de New Eden Town por invitación de su antiguo maestro, que necesita ayuda con un caso. Sin embargo, la confrontación con el espíritu del que emana la maldición que asola el enclave termina en desastre.
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Antea muere y Red es arrojado por un acantilado. Cuando vuelve en sí, al otro lado de la comarca, decide emprender el camino de vuelta, acompañado por el espíritu de Antea, mientras investigan el pasado de la comunidad que dio origen a la maldición y buscan llegar hasta el cuerpo de la mujer para permitir su ascensión o efectuar un ritual prohibido que la devuelva a la vida.
Sobre el papel, Banishers parece una destilación de The Witch de Robert Eggers, Ghost de Jerry Zucker (ya que los protagonistas mantienen una relación romántica que se examina con detalle) y la imprescindible obra de teatro El crisol de Arthur Miller, pero adopta también un cariz detectivesco, extendiendo un tapiz por la comarca de New Eden poblado de personajes con mucho que esconder.
Antea y Red deben aplicarse para desenmarañar la historia de una comunidad que carga con pecados inconfesables, leyendo diarios, examinando las pruebas e interrogando a los testigos, a los vivos y a los muertos.
Más allá de la trama principal, hay una miríada de casos más estancos que sin embargo ayudan a ilustrar una sociedad aislada, repleta de prejuicios (contra católicos, hugonotes, etc), permanentemente instalada en el miedo y la paranoia, propensa a tomarse la justicia por su mano y desesperada por encontrar un chivo expiatorio.
Los diálogos están escritos e interpretados con maestría, abordando dilemas morales y filosóficos de calado. Las medidas extraordinarias para lidiar con una epidemia o el asesinato premeditado de un maltratador, por poner dos ejemplos, pero no hay un proceso de deducción real y todos los casos siguen un esquema lineal para desembocar en una decisión binaria que se reduce a asignar culpas.
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Banishers: Ghosts of New Eden sorprende por su laborioso trabajo de caracterización y por cómo se atreve a diseccionar la corrupción de toda una comunidad, de personas piadosas, virtuosas en apariencia, que acaban cometiendo los crímenes más atroces en favor de una supuesta seguridad.
Por eso es una pena su insistencia en unas fases de combate repetitivas, torpes e inanes, y el no haber dotado de mayor profundidad mecánica a las investigaciones. Quizá un peaje a pagar para poder realizar esta historia en toda su dimensión.
Banishers: Ghosts of New Eden
Estudio: Don't Nod.
Editora: Focus Entertainment.
Director creativo: Philippe Moreau.
País: Francia.
Plataforma: PC, PS5, Xbox Series