En un poema el poeta de la Generación Beat Gary Snyder habla del mito de la construcción del mundo. En él, una tortuga coge barro del fondo del mar y empieza a subir hasta la superficie mientras se va desprendiendo de toda esa cantidad de barro. Cuando llega hasta arriba ya tiene muy poco lodo y con él comienza a crear el mundo. Una vez lo tiene se dispone a nombrar todo lo que ve. Te llamaré hacha porque pareces un hacha, te llamaré osa porque pareces una osa. Esa imagen visual la tomó prestada Soledad Sevilla (Valencia, 1944) para una de sus pinturas y ahora ha cobrado una nueva dimensión al convertirse en el título escogido para la exposición que se puede ver en el Pabellón Villanueva del Real Jardín Botánico de Madrid.
Te llamaré hoja, muestra que bascula entre la repetición y la abstracción y que se puede ver hasta el próximo 22 de mayo, reúne una serie de pinturas que pertenecen a la colección del CAAC de Sevilla, museo al que la artista donó más de 60 piezas entre pinturas monumentales, instalaciones, dibujos y maquetas. Para Juan Antonio Álvarez Reyes, director del centro y comisario de esta exposición, la pintora “siempre ha estado conectada a Andalucía desde que fue profesora en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada y por sus lazos de amistad con creadores como Carmen Laffón, Gerardo Delgado y otros artistas de generaciones más jóvenes”. Tanto para el comisario como para la propia artista, esta muestra organizada por La Fábrica supone la continuación de la que se organizó en esta misma sala con las obras de la recientemente fallecida Laffón.
Atravesar el Jardín Botánico para acceder a Te llamaré hoja es, en palabras de Soledad Sevilla, el “inicio de la comunión espiritual que te encuentras en la sala”, donde vemos una serie de pinturas realizadas entre los años 80 y 90. En ellas, Sevilla siente que se confirma una idea que le acecha: “Creo que los artistas nos pasamos la vida pintando el mismo cuadro porque no veo que haya mucha diferencia entre estas piezas y las que estoy haciendo ahora que han pasado 40 años”. Al menos, continúa, en un sentido específico y es que en sus pinturas existe un elemento que se repite y que llena campos más extensos que por acumulación se convierten en otra cosa. “Ese sigue siendo mi proceso”, asegura.
En todas las obras expuestas existe una conexión con la naturaleza, una relación que siempre ha interesado a la artista de origen valenciano. De hecho, hay dos conjuntos de trabajos. Por un lado, una serie inspirada en los secaderos de tabaco de la Vega de Granada, que son las primeras que se ven en la muestra y de donde surgen algunas de sus series más importantes como RJB, Canción gris I y II y Apóstoles blancos, de la que se expone el último cuadro del que se compone la serie.
El otro surge de la contemplación de un muro completamente vegetal que, mecido por la brisa, fue el desencadenante de piezas como Te llamaré hoja, un enorme mural compuesto por diferentes hojas de tonalidades grises, o Apamea, un lienzo cuyo título hace referencia a una antigua ciudad siria. Sin embargo, la artista no persigue “plantar semillas sino atrapar la naturaleza y convertirla en un lenguaje que representa la naturaleza”, apunta.
El insomnio que resuelve problemas pictóricos
La exposición incluye Insomnio al alba, una pieza que acaba de comprar la propia Soledad Sevilla porque considera que es su “mejor pintura”. La obra, que forma parte de una serie larga, surge de la dificultad de conciliar el sueño que sufre ella misma. “Soy insomne y durante la noche soy más inteligente, empiezo a pensar en cosas que durante el día no he podido resolver como qué hacer con una obra que no sé cómo llevar adelante”, explica.
Aunque hay otras situaciones más livianas que también resuelve durante la vigilia, Sevilla pensó que la serie tenía que hacerla al revés e imaginó “cómo es ese espacio mental nocturno, cómo está, qué tiene el cerebro en esos momentos". La artista cree que "hay algo oscuro y seguramente haya espacios no tan oscuros. A partir de esa idea hice la serie”, recuerda. Este Insomnio al alba presidirá, según ha comentado Juan Antonio Álvarez Reyes, el nuevo estudio que la artista ha construido a las afueras de Granada.