Muere Ramón Masats, maestro de la fotografía documental, a los 92 años
Premio Nacional de Fotografía en 2004 y pionero de un modo de retratar contemporáneo, ha fallecido este lunes en Madrid.
4 marzo, 2024 22:07El fotógrafo Ramón Masats, Premio Nacional de Fotografía en 2004, ha muerto este lunes a los 92 años en Madrid, según ha adelantado el diario El País. Pionero de la fotografía documental de talante contemporáneo ha sido uno de los más importantes fotógrafos españoles.
Maestro de maestros, nació en Caldas de Montbui, 1931. Aficionado a la fotografía desde muy joven, llegó a Barcelona en 1955 y aquel mismo año ingresó en la Sociedad Fotográfica de Cataluña, uno de los cenáculos más emblemáticos de la fotografía oficial.
Allí conoció a Oriol Maspons, Xavier Miserachs y Ricard Terré y, con los dos últimos, protagonizó en 1957 una exposición que supuso un acontecimiento en la historia de la fotografía española y que vino a demostrar que el reportaje fotográfico en España no estaba muerto.
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En aquellos comienzos, sin formación previa pero enorme con instinto fotográfico, demostró una capacidad excepcional para captar lo que ocurría a su alrededor sin dejar de ser irónico y transgresor -dos cualidades que marcarán luego su mejor fotografía-. Y pronto fue consciente de que su camino estaba en el reportaje.
En aquel 1957 decidió cambiar su Barcelona natal por Madrid, dejando el negocio familiar para dedicarse por completo a la fotografía. Es un momento trascendental para él. En la capital, ingresó en la Real Sociedad Fotográfica madrileña y en 1959 fundó La Palangana, junto a sus amigos Leonardo Cantero, Gabriel Cualladó, Paco Gómez, Joaquín Rubio Camín y Gerardo Vielba, a los que se unió Francisco Ontañón, autor de la mítica foto de una palangana llena de fotos que dio nombre al grupo. A él, se sumarían más tarde Juan Dolcet, Fernando Gordillo y Sigfrido de Guzmán.
La Palangana -cuya última actividad se celebró en 1963- se alejaba de los criterios academicistas y del pictorialismo y se acercaba al neorrealismo español. Aquellos fotógrafos pusieron su ojo en los suburbios y fotografiaron lo que hasta entonces parecía que no existía.
En aquel mismo 1959 ingresó en el Grupo AFAL, creado en Almería siete años antes para modernizar el lenguaje fotográfico. Liderado por Carlos Pérez Siquier, el colectivo ocupó un lugar central en la fotografía española de la época, oponiéndose al reaccionario panorama nacional de la posguerra.
Fue entonces cuando tomó una de sus más icónicas instantáneas. Tomada en el Seminario Conciliar de Madrid en 1959 muestra a un seminarista con sotana tratando de para un gol. Bajo los palos, el retratado no podía imaginar en ese momento lo trascendente de esa imagen, convertida luego en símbolo de una época.
De principios de los sesenta son sus primeros trabajos, como Los Sanfermines (1957-1962), una de sus obras más emblemáticas que ha llegado a convertirse en un hito del reportaje fotográfico de su tiempo. Con obras como estas, Masats contribuyó de manera decisiva al cambio fotográfico iniciado por entonces en España.
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De aquellos años es también el libro Neutral Corner (1962), en el que ofrece una visión deslumbrante del sórdido universo del boxeo, poblado de seres marginales que luchan en los arrabales de las grandes ciudades. Se publicó con textos de Ignacio Aldecoa.
El éxito de estos libros, como el excelente Viejas historias de Castilla la Vieja (1964), con textos de Miguel Delibes, y otros trabajos publicados en semanarios gráficos, como Gaceta Ilustrada, Destino y Actualidad Española, le convirtieron en el reportero más brillante de su generación.
A partir de 1965 se aleja de la fotografía para acercarse al cine y a la televisión, donde dejó películas como El que enseña (1965) y Topical Spain (1970), y series televisivas ya clásicas, como Conozca usted España (1966), Los ríos (1966) y Raíces (1971).
En 1981 volvió a la fotografía, aunque las nuevas exigencias editoriales le llevaron a utilizar casi exclusivamente el color, procedimiento al que se adapta con solvencia. "No noto diferencias entre ambas -decía-. Si tuviera que hacer fotos ahora las haría en color".
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A finales de la década, un Masats maduro recupera su vieja pasión de reportero con excelentes resultados como prueban las fotografías reunidas en las series Desde el cielo a España (1988) y Toro (1998).
Comparado en muchas ocasiones con Cartier-Bresson, esos comentarios no le molestaban en absoluto: "Ha sido mi maestro, para mí es el jefe de la manada. Es lógico que la gente lo vea, es un halago que me lo digan. No me parece un demérito, al revés", confesaba en una sus últimas entrevistas en El Cultural.
En los primeros 2000 decidió colgar la cámara. Una decisión firme de la que no se arrepintió nunca, como contaba en esa misma entrevista. Aunque siguieron las exposiciones y su presencia en festivales como PHotoEspaña -que le otorgó su premio principal en 2014- y en su galería madrileña Blanca Berlín -donde pudimos verle por última vez en 2021- era habitual.