El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha admitido que "habría gestionado de otra manera" el caso del cuadro de Camille Pissarro robado por los nazis en Alemania en 1939, reclamado por la familia Cassirer y cuya pertenencia corresponde al Museo Thyssen-Bornemisza tras decisión judicial.
"Es un proceso que viene de muy lejos y los anteriores titulares lo han gestionado de la forma que han creído. Hay una sentencia que tengo que respetar y que respeto. Si me hubiera encargado de este expediente, lo habría gestionado de otra manera", ha señalado el ministro tras su reunión en Barcelona con la consejera de Cultura catalana, Natàlia Garriga.
Urtasun añadió que no quiere entrar en más valoraciones al respecto de este caso, ya que "es evidente que hay unos compromisos derivados" de este tipo de obras. "Había otras formas de gestionarlo, pero se ha elegido un camino y hay una sentencia", afirmó.
[La lucha por el "Pissarro" robado continúa: la familia Cassirer apelará la decisión del tribunal]
"Habría otras formas y, en mi opinión política, lo habría gestionado de otra manera, pero hay acuerdos internacionales alrededor de ello y es a lo que me refiero cuando digo que lo hubiera gestionado de otra manera", ha concluido.
Fuentes del Ministerio de Cultura han reiterado en declaraciones a Europa Press que este caso se podría haber gestionado "de otra manera". "El equipo actual del ministerio considera que el caso hubiera podido gestionarse de otra manera en el marco de los acuerdos internacionales sobre incautaciones de obras de arte por el régimen nazi, pero respetamos la decisión judicial", han señalado en fuentes del departamento de Urtasun.
El pasado martes, un tribunal de apelación estadounidense confirmó que la propiedad de la obra Rue St. Honoré en la Tarde, Efecto Lluvia, de Pissarro, permanecerá en posesión de la Colección Thyssen-Bornemisza y, por lo tanto, se quedará en Madrid.
Este caso enfrenta a la familia de origen judío Cassirer, que lleva más de 20 años litigando, contra el Thyssen por la propiedad de esta obra, que desde 1993 se encuentra colgada en el museo de Madrid. El litigio se remonta al año 2005 cuando Claude Cassirer, nieto de Lilly Cassirer, interpuso una demanda en California contra el Estado español y la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza. A su muerte, siguieron el litigio sus herederos.
Precisamente, la Abogacía del Estado se personó en 2017 en apoyo de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza en este litigio. Según el escrito firmado entonces por la abogada del Estado María del Carmen Acedo, la aplicación del artículo 1956 del Código Civil que alegaron la Comunidad Judía de Madrid y la Federación de Comunidades Judías de España no procede en este caso puesto que se exige que exista una sentencia condenatoria contra el que ha hurtado o robado.
Concretamente, los servicios jurídicos del Estado español afirman que "la aplicación de la regla especial de prescripción adquisitiva que establece el artículo 1956 del Código Civil español exige inexcusablemente que se haya dictado sentencia firme que declare la existencia de una conducta constitutiva de un ilícito penal por razón de la cual condene a quien pretende adquirir por usurpación con fundamento en la posesión resultante de dicho ilícito".
Fuentes del Thyssen aseguraron que están "satisfechos" con el fallo judicial porque viene a "dar la razón a los argumentos del museo desde el inicio del proceso". La pinacoteca lleva gastados unos 3 millones de euros aproximadamente en el contencioso judicial con la familia Cassirer, según ha explicado a Europa Press el director gerente del museo, Evelio Acevedo.
Renuncia voluntaria
En el fallo, se cuenta con el voto particular de una jueza en el que se cuestiona que España debería haber renunciado voluntariamente al cuadro por los acuerdos firmados sobre expolio nazi, algo que no comparte el Thyssen. "Aquí lo importante es que ha sido una sentencia por unanimidad", ha remarcado Acevedo.
"No voy a entrar en valoraciones de opiniones personales, porque la sentencia es unánime y favorable a las tesis del Estado español. Y respecto a los principios de Washington, lo que establece es que hay que tener en cuenta y defender los derechos de todas las partes implicadas y procurar que las soluciones sean equitativas", ha defendido.
Por el contrario, el abogado que representa a la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) y la Comunidad Judía de Madrid --en apoyo de la familia Cassirer-- ha avanzado que la familia Cassirer recurrirá la decisión del tribunal de apelación estadounidense.
"La familia Cassirer ya ha dicho públicamente que va a continuar recurriendo, así que queda mucha tela que cortar y años de batalla por delante", ha explicado Bernardo Cremades Jr., del despacho B. Cremades & Asociados, en declaraciones a Europa Press, calificando la decisión del tribunal de "decepcionante".
Pese al anuncio de la familia Cassirer de recurrir la última decisión judicial, el Thyssen considera que este contencioso no tiene más recorrido. "La verdad es que no prevemos que pueda haber apelaciones a ninguna otra instancia, porque a las instancias a las que había que apelar se ha apelado antes y se han pronunciado. Con lo cual, no parece muy lógico pensar que se vuelva a plantear lo mismo a estas instituciones: es lo que el sentido común indica", ha apuntado Acevedo.