Los activistas belgas que atacaron la semana pasada la obra maestra del artista holandés Johannes Vermeer, La joven de la perla, ya conocen la consecuencia de su acción, con la que pretendían alertar al mundo sobre los peligros del cambio climático. Un tribunal neerlandés ha condenado a dos meses de prisión a dos de los tres detenidos. No obstante, en la sentencia se precisa que uno de los meses de cárcel es una condena condicional.
Los nombres de los acusados ante un tribunal de La Haya son Wouter M., que pegó su cabeza a la pintura de Vermeer, que no resultó dañada según galería Mauritshuis, donde se expone, y Pieter G., que grabó la protesta con la que pretendían alertar sobre el cambio climático. Un tercer activista, procesado por haber pegado la mano a la pared donde estaba colgado el cuadro y arrojar un líquido rojo sobre uno de sus compañeros, se negó a ser juzgado en régimen acelerado y se espera que comparezca ante el tribunal el viernes.
Los activistas, que formaban parte del grupo Just Stop Oil Bélgica, justificaron su acción subrayando que ver una obra de arte destruida evoca una sensación similar a la de observar la degradación del planeta. "¿Cómo te sientes al ver algo tan bonito y valioso siendo aparentemente destrozado ante tus ojos? Nos sentimos indignados. Este cuadro está protegido por un cristal. Está bien, pero la gente vulnerable alrededor del planeta no está protegida. El futuro de nuestros hijos no está protegido. Las personas en extrema pobreza tienen que elegir entre calentarse o comer, y no están protegidos", gritó uno de ellos.
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El fiscal había solicitado cuatro meses de cárcel para los activistas. "Una obra de arte que cuelga allí para que todos nosotros la disfrutemos ha sido manchada por unos acusados que consideraron que su mensaje tenía prioridad sobre todo lo demás", ha justificado. La jueza, sin embargo, ha señalado que no quiere que su sentencia desanimara a otras personas a manifestarse.
Los dos hombres fueron a juicio por la vía rápida, acusados de destrucción y violencia abierta contra la pintura. Aunque el lienzo no resultó dañado, sí lo fue el marco. Se estima que los daños del ataque 'ecovandalista' ascienden a 2.000 euros.