El Estado compra por 30 millones el Archivo Lafuente, uno de los más valiosos del mundo del arte
La colección, propiedad del empresario José María Lafuente, consta de 130.000 elementos y se ubicará en una nueva sede del Museo Reina Sofía en Santander
27 julio, 2022 13:46Tras su aprobación en el Consejo Ministros de ayer, el Estado ha comprado hoy el Archivo Lafuente por casi 30 millones de euros. Este fondo documental de arte moderno y contemporáneo, propiedad hasta ahora del coleccionista y empresario José María Lafuente (Lugo, 1957), está compuesto por 130.000 objetos y documentos y está considerado como uno de los más importantes y completos del mundo, así como una fuente indispensable para entender las vanguardias artísticas del siglo XX.
El archivo está formado por libros, revistas, carteles, manifiestos, manuscritos, bocetos, collages, cartas, fotografías, libros de artista, audiovisuales, así como pinturas, esculturas y obra gráfica.
El Archivo Lafuente se integrará en la colección del Museo Reina Sofía, aunque no se ubicará en Madrid, sino que permanecerá en Santander. Para ello se abrirá una nueva sede del museo estatal de arte contemporáneo en la capital cántabra, concretamente en el edificio del antiguo Banco de España, que está siendo remodelado.
El importe exacto de la compra ha sido de 29.795.045,21 euros, que se abonará en once anualidades. La firma del contrato de compraventa ha tenido lugar en la sede del Grupo Lafuente en Heras (Cantabria), donde están depositados provisionalmente parte de los fondos y en ella ha intervenido el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, además del propio José María Lafuente. Además les han acompañado en el acto el secretario general de Cultura y Deporte, Víctor Francos; el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga; la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones; y la alcaldesa de Santander, Gema Igual.
El germen del Archivo Lafuente se remonta a los años ochenta, época en la que el empresario inició una colección de arte que iría creciendo con la incorporación de obras de pintores y escultores españoles, a los que se sumaron gradualmente algunas piezas de artistas internacionales. En 2003 resultó determinante la adquisición de los legados documentales de dos personas de relevancia en la escena cultural española de la segunda mitad del siglo XX: Miguel Logroño (1937-2009), crítico de arte del diario Madrid, de Cambio 16 y fundador del Salón de los Dieciséis, y Pablo Beltrán de Heredia (1917- 2009), editor y profesor universitario y uno de los impulsores de la Escuela de Altamira.
A partir de ahí fue creciendo su interés por recuperar archivos y colecciones de arte del siglo XX de difícil acceso y localización y su actividad como coleccionista se profesionalizaría diez años después, en octubre del 2014, con la creación del Archivo Lafuente, sociedad integrada en el Grupo Lafuente, cuya propiedad comparte con su hermana Manuela Lafuente.
Los fondos del Archivo Lafuente son "únicos", señala el Ministerio de Cultura, en corrientes como el futurismo, el dadaísmo y el surrealismo, las vanguardias rusas y la producción artística soviética, así como la revolución tipográfica de principios del siglo XX. También lo es en las redes de producción artística de la segunda mitad del siglo XX: escritura y poesía experimental (en el sentido más amplio del término), publicaciones de artista y arte correo.
[El Ministerio de Cultura adquiere el Archivo Lafuente]
La estructura del Archivo Lafuente es cronológica y geográfica, distinguiéndose dos grandes periodos, un primer período que va de 1900 a 1945 y un segundo período que abarca del año 1945 a 1989. Las redes internacionales posteriores a la Segunda Guerra Mundial están representadas en prácticamente toda su extensión en Europa (en especial, España e Italia), Estados Unidos y toda América Latina, con fondos únicos de artistas como Sol LeWitt, Ulises Carrión. Ray Johnson, Gianni Bertini, José Luis Castillejo, Henri Chopin, Edgardo Antonio Vigo, George Maciunas o Marcel Broodthaers.
Se considera que el Archivo Lafuente es tan solo comparable con dos de las colecciones privadas más importantes de Estados Unidos y Europa: la Merrill C. Berman Collection y la colección de Edigio Marzona, con las que ha mantenido puntos de afinidad. Este archivo resulta único por la representación de la contracultura y el cómic español de las décadas de 1970 y 1980, con fondos únicos de publicaciones y autores: revista Ajoblanco, revista Star, Nazario, El Cubri, Ceesepe, etc.
"No lo pagamos todo, si tuviéramos que pagar lo que valen esas 130.000 piezas no hay dinero en los presupuestos generales de este año", dijo el ministro de Cultura hace unos meses cuando se negociaba la compra.