Comienza la reordenación de la obra de Sorolla
El Museo Sorolla, bajo la supervisión de Blanca Pons-Sorolla, publica el primer volumen del catálogo razonado realizado sobre su colección de pinturas
17 diciembre, 2019 09:09Joaquín Sorolla (Valencia, 1863 - Cercedilla, 1923) fue un investigador riguroso y un trabajador incansable cuyas pinturas transmiten facilidad de ejecución. Sin embargo, Blanca Pons-Sorolla (Madrid, 1948), bisnieta del artista, asegura que su trabajo es fruto de muchas horas de empeño. “Nunca cesó de experimentar hasta plasmar lo que su retina percibía”, afirma la experta en el maestro de la luz que ha dedicado tres décadas a estudiar, catalogar y registrar su conjunto artístico. Fruto de esa labor de investigación surge el catálogo razonado de la colección del Museo Sorolla cuyo primer volumen, dedicado a los fondos del museo, se publica con Ediciones El Viso.
De las cerca de 4.200 piezas atribuidas a Sorolla son al rededor de 1.300 ilustraciones en color las que se pueden encontrar en estas 560 páginas, además de una introducción a la metodología sobre la catalogación, una cronología extensa de su vida y obra y una relación de las exposiciones que realizó. “El esfuerzo de devolverle la internacionalización de la que gozó en vida va dando sus frutos”, sostiene la experta en la presentación del primer tomo de los cinco que completarán el proyecto. La institución, que tiene la mayor colección del pintor, atesora en la actualidad cerca de 1.300 piezas, 7.000 fotografías, 5.000 dibujos, un archivo epistolar y una magnífica biblioteca. Para ello contaron, desde su fundación, con las donaciones de familiares como Clotilde, su mujer, o el padre de Blanca Pons-Sorolla. Además, se complementa con una buena selección de muebles, trajes y joyas que ayudan a contextualizar y conocer su vida y época.
En 2009 el Ministerio de Cultura publicó un catálogo que en la actualidad “necesitaba ser revisado con urgencia”. Blanca Pons-Sorolla inició la aventura de ordenar el trabajo de su bisabuelo junto a su padre en los años 80. Ya en 1987 empezaron a ser conscientes de la necesidad de crear un catálogo razonado y cuando su faltó su padre continuó la pericia en solitario. El profundo estudio y su consiguiente recopilación tomaba forma y en 1988 diseñaron una base de datos específica para el proyecto. Así, en el año 2008 publicó la primera biografía del artista y ahora ve la luz la primera parte de la reordenación de su obra completa.
Una de las novedades de este catálogo es la retirada de la autoría de dos pinturas y la recuperación de una tercera que había sido atribuida a Santiago Martínez Martín, alumno del maestro de la luz. “El criterio para tomar estas decisiones ha estado basado en la investigación. Había algunos títulos incluidos erróneamente en ediciones posteriores y otro que quedaba fuera y hemos considerado que era suyo”, arguye. Y aunque duda de la autoría de otras tres piezas, que bien podrían haber salido del pincel de su tío Joaquín o de su bisabuela Clotilde, han sido incluidas tras ser sometidas a las pruebas oportunas. Además, se han incorporado algunos gouaches y aguadas y han considerado como obras independientes algunas tablas pintadas por las dos caras.
Para Pons-Sorolla este primer volumen podría convertirse en una buena carta de presentación del pintor al que quieren devolver la internacionalización de la que gozó en vida. Por eso, la relación de exposiciones que realizó también le han permitido profundizar en el conocimiento de su trayectoria. Una de sus primeras grandes muestras individuales tuvo lugar en París en 1906 y fue seguida de varias en Alemania y una en Londres en 1908. Un año más tarde, en 1909, acudieron más de 170.000 visitantes a su temporal en Nueva York. En vida, participó en 159 exposiciones y fue galardonado con varios premios como el Grand Prix por Triste herencia o la medalla de honor por su trayectoria en 1909.
Pero este primer tomo no se queda en las muestras que pudo vivir en primera persona sino que también rastrea algunas de las más importantes realizadas después de su muerte en 1923. Como ejemplo, se ha querido recordar la que en 2009 le dedicó el Museo del Prado, otra de 2013 y 2014 que “sirvió para estudiar las exposiciones que tuvo en América”, una alemana de 2016/2017, “país en el que apenas se le conoce”, o la que se pudo ver en la National Gallery de Londres en marzo de este mismo año. “Todas ellas han alimentado este catálogo, que es el último eslabón que recoge la cadena de todos estos aprendizajes”, asegura la bisnieta del artista.
También ha habido tiempo para hablar de las falsificaciones, que en el caso del artista valenciano cuenta con una lista que tiene documentadas hasta 2.000 piezas: “algunas aparecen con una firma falsa, otras sin ella y otras que han nacido con afán de falsificación”, se lamenta. Con todo, la imagen escogida para la portada es Madre, una de las obras fundamentales del museo y “un homenaje de Sorolla a la mujer de una enorme modernidad y delicadeza”.