Obra Riera2

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Arte

El Amazonas y el vuelo de los pájaros iluminan Salamanca

El Festival Luz y Vanguardias se inaugura hoy con José Manuel Ballester y Javier Riera como artistas invitados

13 junio, 2019 09:19

Como es ya casi una tradición desde hace cuatro años, Salamanca saca hoy brillo a su piedra de Villamayor para iluminarse con sus mejores galas. Un Times Square tocado y hundido en el fondo del agua, esculturas luminosas con forma de árbol, pájaros y tribus milenarias llenarán de magia las noches de la ciudad dorada en una nueva edición del Festival Luz y Vanguardias, patrocinado por Iberdrola, que se extenderá desde hoy hasta el domingo.

José Manuel Ballester y Javier Riera son los artistas invitados de esta edición que con su tradicional recorrido histórico por la Plaza Mayor, la fachada de la Universidad o la Catedral Nueva, sorprende por la inclusión de un nuevo entorno, el río Tormes, a su paso por el Puente de Enrique Estevan. "El agua como fuente de vida", señala Ballester. Él será el encargado de llevar la luz a sus entrañas con una propuesta que, coincide con la obra de Riera, sitúa la preocupación por el cambio climático en el centro de su foco. Una coincidencia, sostienen ambos, que responde a la necesidad cada vez más acuciante de un mayor compromiso con nuestro entorno. "El cambio es tan necesario que ya atañe a todos los aspectos", advierte Javier Riera.

Un viaje por el Tormes

Kayapó, así se llama la instalación del Premio Nacional de Fotografía que une mágicamente el Amazonas con Times Square en las profundidades del río Tormes. Su nombre, explica el artista, es el nombre de una tribu amazónica situada en la región del río Xingú. "Es la más representativa de un grupo de tribus que tiene un nivel alto de expresividad gráfica. Ellos utilizan grafismos con sus propios códigos dentro de sus rituales y su vida cotidiana –explica Ballester-. Los proyectan sobre objetos, árboles, chozas y concretamente sobre sus cuerpos".

Situada a ambos lados del puente Enrique Estevan, al sur del centro de la ciudad, su propuesta muestra dos realidades opuestas. El mundo salvaje y virgen de las tribus milenarias por un lado y el modelo más consumista y devorador por el otro. "Como en una procesión –describe su autor–  la corriente va arrastrando una especie de balsas con esos grafismos al otro lado, donde son devorados, se quedan encapsulados e incrustados en la publicidad de Times Square". Se trata, añade, de esa "publicidad que está constantemente cambiando y ofreciendo al espectador infinidad de artículos de consumo, que retrata de alguna forma nuestro modelo de vida. Esos dos extremos están conectados y uno devora al otro", matiza el artista invitado.

Con el objetivo de reflexionar sobre el sentido del consumo voraz, Kayapó se plantea como la necesidad de replantearnos una visión "más respetuosa con esas tribus que consideramos inferiores pero que nos dan muchas lecciones sobre nuestra manera de relacionarnos con nuestro entorno", precisa.

Pintor, fotógrafo y escultor, aunque sí había tratado anteriormente con el vídeo y el medio audiovisual, esta es la primera vez que José Manuel Ballester trabaja con la proyección de luz sobre un espacio público. "Dentro del videomapping quizás en concreto mi propuesta tiene una historia que contar –afirma-. No es una proyección muy abstracta, muy difusa, sino que la luz está al servicio de una historia".

"Es una proyección muy silenciosa –continúa- se ve claramente el efecto de las imágenes sumergidas debajo del agua". Una vez que la luz del puente se apaga, las imágenes afloran a la superficie. Es entonces cuando Ballester pide un mínimo esfuerzo por parte del espectador. Para comprender por completo la obra, aconseja, lo mejor es esperar para poder disfrutarla desde el puente, que es limitado. La paciencia tendrá su recompensa, no obstante, un viaje de cuatro minutos y medio de duración que no plantea soluciones pero sí un grito de toma de conciencia por una situación "de alarma y alerta" sobre la que ya toca decir algo.

De la Catedral al vuelo de los pájaros

De vuelta al casco antiguo, la inmensa Catedral de Salamanca y su hermosa plaza de Anaya acogen la propuesta de Javier Riera que ha esculpido en los árboles con la luz y el sonido de los pájaros. Influenciado por el Land Art de Walter de María o Robert Smithson, el artista trabaja normalmente sobre la idea de la intervención efímera que no deja huella sobre el paisaje. "En mis obras, trato de construir una superposición entre dos lenguajes opuestos aparentemente como son la irregularidad de la vegetación y el paisaje y la precisión de la geometría –explica-. De esa relación surge un tipo de armonía, de resonancia, entre esos dos idiomas visuales que tiene un eco revelador, una cierta intención visionaria".

En Hacer leve la tierra, la obra que presenta en el Festival Luz y Vanguardias, introduce además un elemento nuevo: el sonido de los pájaros. Cuenta que la idea surgió después de leer una información en la prensa sobre la reducción drástica del número de pájaros en Europa. "Me resultó muy impactante –recuerda- porque las noticias que nos llegan sobre los efectos del calentamiento global, que cada vez son más preocupantes, ocurren en lugares muy lejanos a Europa, en los Polos, o en selvas milenarias. Y parece un poco que en esta Europa del bienestar no hay una presencia muy clara de esos efectos. En ese sentido, este silencio progresivo de los pájaros me impactó". No es para menos, como datos, comparte, en los últimos treinta años el número de pájaros de especies comunes en el continente se ha reducido un 57%. Solo en España, en particular, hay 25 millones de gorriones menos.

A esa pérdida, señala Riera, hay que añadir además la pérdida de una dimensión simbólica de todo el mundo metafórico que generan los pájaros en nuestro imaginario. "La idea de ascensión y caída, la migración o todas las poéticas a través de las alas. Todo lo que es atravesar un espacio y volar", sostiene. De ahí su título, Hacer leve la tierra, inspirado en una obra de Gaston Bachelard, El aire y los sueños.

"Lo que dice Bachelard –explica el autor- es que en la psique profunda el vuelo no es una mecánica que uno aprende sino que es una transmutación de valores. El pensamiento tiene que hacerse ligero para volar. Las metáforas sobre el vuelo deben producir una transformación interior, cuando eso ocurre, se hace leve la tierra".

Los pájaros están presentes en la historia del arte, la literatura y la música "porque son elementos de movilidad simbólica", continúa. De ahí el título. "No es exactamente un mensaje ecológico sino un mensaje ya de conciencia sobre qué es lo que estamos haciendo en el planeta en el que vivimos".

Al contrario que Ballester, Riera sí ha participado en más festivales de este estilo. Luz y Vanguardias "tiene una cosa excepcional en relación a los muchos otros eventos parecidos que hay en Europa –reconoce- y es que tiene una parte claramente artística dirigida por una comisaria de prestigio, como lo es en este caso Lorena Martínez de Corral" que se diferencia de su otra línea de entretenimiento. Una distinción que, sin menoscabar nada, hace que, por ejemplo, sus proyecciones más "estáticas", que "no cambian, no se mueven, son casi como una escultura de luz en la vegetación" tengan cabida también. "Es importante que ambos ámbitos estén presentes".

En este sentido, y como es habitual, el festival cuenta además con otros escenarios emblemáticos de la ciudad como la Plaza Mayor y la Universidad que acogerán las propuestas de otros artistas del ámbito del videomapping, así como estudiantes y creadores interesados en esta técnica. Una propuesta que suma ya su cuarto año y que, a partir de esta noche y hasta el domingo, apagará sus luces solo para dejarse iluminar por el arte.

@mailouti