La unidad Cultura y Mecenazgo busca la sensibilización ciudadana
Borja Álvarez Rubio, Óscar Sáenz de Santa María y Néstor Nongo
La Unidad Cultura y Mecenazgo, creada el pasado mes de septiembre, tiene como objetivo captar recursos y difundir el marco legal sobre para mejorar la financiación de la cultura.
En la jornada Borja Álvarez Rubio, subdirector de Industrias Culturales, ha comentado que "hay que desarrollar más la combinación entre financiación privada y pública y dar un empujón fiscal" para que las personas físicas tengan el conocimiento preciso para lanzarse a patrocinar. "Es importante -ha continuado- que se conozcan los incentivos que se han puesto en marcha". Uno de ellos tiene que ver con las deducciones por donación. Para los primeros 150 euros donados el incentivo es del 75% en el IRPF y si excede esta cifra el porcentaje será del 30%. Sin embargo, si la donación se repite durante tres años consecutivos la deducción puede ampliarse a un 35%.
Sin embargo, el coleccionista Adolfo Autric ha alegado que las donaciones tienen un límite de deducción, por lo que, para él, estas cifras aportadas no son del todo ciertas. En ese sentido, el coleccionista ha pedido "que la cifra de deducción se pueda aplicar". Además, ha querido destacar "el papel de los voluntarios culturales que también son mecenas. A los que ponemos dinero se nos reconoce y se nos da una palmada en la espalda pero hay que trabajar para que se reconozca el trabajo de quienes no lo obtienen".
En la fidelización, de hecho, ha hecho hincapié Álvarez Rubio para que los presupuestos de las empresas puedan ser sostenibles cada año. Las personas jurídicas, por su parte, pueden beneficiarse de una deducción en la cuota de Impuesto de Sociedad del 35% (un 40% en el caso de donaciones de más de tres años consecutivos). Para la Unidad es "importante que se conozcan estos incentivos que entraron en vigor el 1 de enero de 2016", ha indicado Álvarez Rubio. Otra de las apuestas es el micromecenazgo que permite apostar por un modelo de financiación de la cultura mixto que, dicen, es la clave de la supervivencia de las industrias culturales. "El mecenazgo en España sigue siendo de las empresas en un 59% frente al 41% ciudadano. El espejo en el que mirarnos es Francia, donde el mecenazgo de personas físicas asciende al 70%", ha indicado.
La cara visible y responsable de esta nueva unidad, que se puso en marcha el pasado mes de septiembre, es Néstor Nongo Nsala que ha incidido en que "la crisis nos ha abierto los ojos a que lo privado y lo público tienen que unirse. El Estado solo no debe hacerse cargo de la cultura y la ciudadanía debe ayudar en una alianza. Hay que ver el mecenazgo como un aliado para una cultura sostenible". Para dar visibilidad al mecenazgo e informar sobre esta práctica Nongo ha indicado que se pondrán en marcha "estudios y análisis de mecenazgo de los que España adolece". En ocasiones se cuenta con datos desactualizados y la Unidad de Cultura y Mecenazgo busca trabajar "para que haya estudios recientes". Además, se llevarán a cabo encuentros como este promovidos por otras entidades. Otra tarea igualmente importante es la de dar a conocer el marco legal español. "Tenemos que difundir y hacer un apostolado laico sobre el mecenazgo", pero también se busca "fomentar la confianza entre el donante y quien recibe la donación", como base de una relación de éxito.
Han descartado, por otro lado, que no exista una ley reguladora aunque sí han admitido que es una ley compleja, dispersa y que no ha sido todo lo eficaz que podría. Así, en la mesa Marco legal del mecenazgo cultural: exposición y perspectivas, varios expertos en la materia han emitido sus opiniones y sugerencias. Las empresas que han sido catalogadas como bien de interés común son las que pueden ser susceptibles de donaciones y, como tal, piden flexibilizar el marco jurídico actual para favorecer las donaciones de personas físicas. Patricia Gabeiras, de Socia Gabeiras y Asociados, ha dicho que "la nueva Ley de Mecenazgo no es una opción, es una obligación por mandato constitucional, a pesar del señor Montoro". Así, le ha pedido una "ley para adaptarla a los criterios constitucionales que no se están cumpliendo con la norma actual. Propongo modernizar el esquema", ha concluido.
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En busca de la fidelización
En la misma jornada celebrada en el Auditorio de la Secretaría de Estado y Cultura se celebraron varias mesas redondas en las que participaron agentes y protagonistas de fundaciones y museos. En el caso de El mecenazgo visto por sus agentes Chema de Francisco, director de la feria Estampa, ha moderado el encuentro entre Fernando Morón, director gerente de la Asociación Española de Fundraising, Marjorie Netange, directora de Alianzas y Comunicación de la Fundación Albéniz, Adolfo Autric, coleccionista y Manel Palencia, director del Instituto de Filantropía y Desarrollo. Todos ellos han hablado de la relevancia de tener unas estrategias establecidas para la captación de fondos."Se debería restablecer el prestigio de la cultura en nuestro país. Los productos culturales están siendo relegados y parece que hablar de cine, arte o mecenazgo es estrambótico. ¿Qué formas de incentivos pediríais?", pregunta De Francisco a la mesa que lidera. "Hablamos de figuras y herramientas. En el caso del mecenazgo social [Cruz Roja, por ejemplo] son más de nueve millones de personas las que participan. El perfil del donante en España contribuye con una media de 133 euros al año pero el ámbito social queda fuera de esta ley. Hay que saber cómo se quiere financiar y saber que buscar a una empresa grande es un mecenazgo a corto plazo", anota Morón. Además, "hay un exceso de elitismo en la cultura por lo que nos tienen que dar facilidades de acceso a ella", critica. Manel Palencia pone en duda la sostenibilidad del crowdfunding que tan popular es hoy en día. El problema es, ¿tiene futuro? "Surgen miles de proyectos y se está sobredimensionando la cultura. Quizá haya más artistas que espectadores y donantes". Por eso plantea la siguiente solución: "Nos tenemos que ordenar, se podría crear una empresa ad hoc que gestione los proyectos que van surgiendo".
Una de las grandes críticas que Autric hace es la petición de una donación pura y altruista. "Las donaciones privadas deberían poder pedir unos fines pero te tienes que fiar de la persona que tienes delante cuando no tiene un contrato vitalicio. Necesitamos proyectos para colaborar durante años y hay que entender que damos dinero para un fin concreto. Si no se cumplen los requisitos se debería poder revocar la donación. Si donas un cuadro se debe poder pedir objetivos de conservación, difusión y exposición. Si esto no cambia el mecenazgo privado no puede prosperar". En el caso de la Fundación Albéniz Marjorie Netange busca "la manera de aumentar la participación ciudadana". Para ello tienen una estrategia con dos puntos concretos. En primer lugar "la profesionalización del sector con una persona al frente que conozca la ley y sepa captar fondos". Y, en segundo lugar, tienen clara la importancia de "la educación para llevar el foro a otras empresas y comunicarles los beneficios de colaborar con empresas de interés general".
La última ronda, Casos de mecenazgo cultural, ha contado con la presencia de algunas de las instituciones más importantes afincadas en Madrid. Michaux Miranda, subdirector gerente del Museo Reina Sofía, ha abordado cómo el cambio de ley ha afectado a la pinacoteca de arte contemporáneo y los cambios que han acometido. Por un lado, "el cambio de Patronato en el que han incluido a los patronos corporativos y que, por consecuencia, ha traído una mayor autonomía en el uso del dinero". También se ha creado la Fundación de coleccionistas de arte que ayuda a engrosar la colección porque "hay más donaciones que capacidad de compra". Begoña Cerro, gerente de la Biblioteca Nacional de España, sabe que su gran reto "es ponerse al día y armar una política de mecenazgo y profesionalizarlo". Su principal fuente, añade, siempre han sido las donaciones que se elevan hasta los 600.000 euros. En el último curso a su colección se han añadido 56.000 documentos y 54.000 títulos.
Algo similar ocurre en el Museo del Prado, quizá el más reconocido a nivel mundial por los magníficos fondos que posee. Marina Chinchilla, su directora adjunta de Administración, asegura que también a ellos les resulta complicado. Con una autofinanciación del 70% "el patrocinio es importante para la estabilidad del Prado", afirma. "Hay que conseguir que se financien no solo las exposiciones temporales sino la investigación, el estudio y la restauración de las obras". De este modo, el cambio de luces en el museo puede ser un donativo en especie pero lo más importante, considera Chinchilla, es "fidelizar a los patrocinadores y esto sin reciprocidad no se puede conseguir". El caso de la Fundación Lázaro Galdiano es parecido aunque a menor escala debido a su tamaño. "Tan solo tenemos una persona dedicada a la captación de patrocinio pero esa misma persona tiene otras tareas", comenta Elena Hernando, directora gerente de la fundación. En su caso cuentan también con dos tipos de proyectos. Por un lado una colaboración con la Fundación Vivanco que ha "posibilitado abrir el museo los viernes por la tarde" y, por el otro, un acuerdo con el coleccionista Adolfo Autric que ha cambiado la iluminación LED de la sala Goya.