Entre ver y hablar
La carrera exitosa de Guillermo Mora suma este año dos muescas más: el Premio RAC al artista revelación y el II Premio Audemars Piguet a la producción de una obra, titulada 'cr_O_ma', que podemos ver en la sala VIP de ARCO.
21 febrero, 2014 01:00cr_O_ma, 2014
ARCO 2000: 100% ver, 0% hablar. Tengo en mi cabeza la primera vez que visité ARCO. Había empezado a estudiar Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. Era un viernes, 11 de febrero de 2000. Propuse ir a la feria a mis compañeros de clase. Todos me miraron extrañados. Ninguno quiso venir. Decidí ir solo. Pisaba por primera vez ARCO e IFEMA. Italia era el país invitado. Me dediqué a mirar con la misma disciplina y ansiedad como quien hace turismo y quiere ver todo de una ciudad o un país. ARCO era la referencia, lo que se hacía, el presente. Busqué un Tàpies que se había vendido por 31 millones de las antiguas pesetas (creo recordar). La gente se hacía fotos al lado. Sentí pena. Estoy casi seguro de haberlo visto todo. No hablé con nadie.
ARCO 2001: 98% ver, 2% hablar. Llegaba febrero. La feria volvía. Yo quería volver a ella. En la facultad se escuchaba que todo aquello era basura. Reino Unido era el país invitado. ARCO era invadida por los Young British Artists. Lo que veía era muy distante de lo que se enseñaba en la universidad. Me generó mucha tensión. Un compañero de la facultad me saludó por los pasillos. Cubrí un pequeño cupo de conversación de aproximadamente un 2%.
ARCO 2002-2005: 90% ver, 10% hablar. Resumo años porque me parecieron bastante iguales. Yo caminaba por los pasillos observando cómo galeristas y artistas sonreían, sonreían, sonreían. En los stands no vi otro gesto que no fuese la máscara de la sonrisa. Fueron también años en los que me preguntaba constantemente: "¿Expondré algún día aquí?" Decían que si no estabas no existías. Todavía sigo pensando si eso es cierto o no.
ARCO 2008: 80% ver, 20% hablar. En 2006 y 2007 no asistí. En 2008 ya había vuelto de estudiar en EE.UU. Los yankees me dijeron que me hiciese presente. Aquello fue otra educación. Era el año de Brasil como país invitado. Buenas ventas, rumoreaban algunos. Comenzaba a saber quien era quien. Algo de socialización hice, no lo niego.
ARCO 2009: Si fui, no me acuerdo.
ARCO 2010: 50% ver, 50% hablar. Una Mención de Honor en el XI Premio ABC hizo que expusiese por primera vez en ARCO. Ya no estaba en la feria sólo para mirar; estaba allí para ser mirado. Los medios buscaban a los artistas que habíamos sido galardonados. Tuve que hablar más de lo que estoy acostumbrado. ARCO me dio un fruto; lo mordí: acordé mi primera individual con la galería Formato Cómodo.
ARCO 2011: 40% ver, 60% hablar. Fue mi primer ARCO participando con una galería. ¡Mi primer ARCO! Ya habían pasado los años en los que Marian Goodman paseaba por IFEMA. Tenía ilusión pero pocas expectativas. Me habían dicho que no tuviese esperanzas, que ya quedaba poco para nosotros, que el gran pastel de billetes ya se había repartido. Pensé que ARCO no podía ser sólo dinero. ¿O sí? Comprobé lo sanguinario y competitivo del mercado. Daba igual que yo tuviese 30 años. La primera vez siempre eres torpe, en todo. Me quedé sin ver muchas cosas, incluso a amigos. Fue el inicio de menos ver y más atender. Fue el año de defender mi trabajo por primera vez en la feria.
ARCO 2012: 30% ver, 70% hablar. Durante el montaje tuve que presenciar la censura de dos obras de un compañero y amigo. Decían que aquello no podía estar expuesto en la feria. No hubo una explicación. Fue un "no porque no". Eché de menos los caballos y las botas por IFEMA. Ese año participé con las galerías Formato Cómodo y Casa Triângulo. Gente que nunca me había hablado me hablaba. Gente que siempre me había dado la espalda me hablaba. En ARCO uno tiene "amigos" sin saberlo. Mis amigos no son esos que dicen serlo. Son otros. Pude ver parte de las obras del pabellón en el que exponía. Del resto de obras no preguntadme. Ni siquiera sé el país que fue invitado, y sólo han pasado dos años. Casi no presté atención a la feria.
ARCO 2013: 20% ver, 80% hablar. "Ese es el chico que hace...", es la frase que escuché continuamente en los stands de las galerías que me representan. El público quiere identificarte con algo. Quieren hacer de ti una especie de marca. Hay que huir. Hablé muchísimo. El año que más. Cuanto más hablas, menos ves. Y más solitario lo ves todo. Más solo estás. ARCO es superficie. Superficie son las ferias.
ARCO 2014: Miro la feria con entusiasmo y sigilo. Me han dicho que voy a tener que hablar mucho este año. Pronostico un 90% de hablar frente a un 10% de ver. El 23 de febrero sabré cuánto he hablado, cuánto he visto. En definitiva, cuánto más he aprendido.