Image: Victoria Diehl

Image: Victoria Diehl

Arte

Victoria Diehl

17 enero, 2008 01:00

Sin Titulo. De la serie Vida y muerte de las estatuas, 2007

Galería Bacelos · Progreso, 3. Vigo. Hasta el 30 de enero. Precio único: 3.000 E.

Lo escribía Marguerite Yourcenar: "El día en que una estatua está terminada, su vida, en cierto sentido, empieza". Tras su primer paso del bloque a la forma humana, la vida de la escultura comienza otro pulso; el de la admiración o el desprecio; el de la conservación o el desgaste. Esa vida es un camino hacia la muerte, al origen, hacia ese estado mineral informe que fue operado y deconstruido por el escultor. En las fotografías de Victoria Diehl (La Coruña, 1978), que derivan de una relectura de ese proceso de vida y muerte de las estatuas, pasando por las inevitables reflexiones sobre el cuerpo y la identidad femenina, descansa, sobre todo, una premisa que encaja con el relato de Yourcenar: Toda escultura existe en el tiempo. A partir de un juego de reencarnaciones, Diehl resucita la piedra y petrifica los cuerpos. Ese doble proceso de fusión imaginaria a partir de las nuevas posibilidades digitales que la imagen ofrece se alía con la duda a modo de desafío, pero también de cruda advertencia: lo que semeja agresivo de nuestro presente es considerado bello al mirarlo desde el retrovisor, porque lo lejano, esa fisura del pasado, se torna bello cuando actúa la pátina de nostalgia romántica. Particularmente, entiendo que estas fotografías se acercan al erotismo de Bataille, a esa vida como discontinuidad o vómito capaz de anticipar la propia muerte. Pero también a cierto desajuste surrealista -pienso en La filosofía en el dormitorio o Violación de Magritte y en cómo Ernst convirtió el plano de la Ile de la Cité en un descuartizado femenino -en esa relación polimórfica con lo real. De ahí que se den todo tipo de reacciones al topar con las imágenes de esta artista, que lleva profundizando desde hace años en un mismo proyecto que ahora -a partir de un cambio de escala y materiales en su resolución final- se ofrece más certero que nunca.