Pedro Guerra: "Me sigue moviendo el espíritu de Libertad 8"

¿Qué libro tiene entre manos?

Antología universal del relato fantástico, de Atalanta.

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?

Que no me atrape de alguna manera.

¿Con qué personaje le gustaría tomar un café?

Hay muchos: Jaques Brel, Antonio Machado…

¿Recuerda el primer libro que leyó?

Los cachorros de Mario Vargas Llosa. Era una lectura del colegio y me dejó absolutamente impresionado.

¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?

Sobre en todo en papel. A cualquier hora del día.

¿Qué acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?

La primera vez que escuché a Silvio Rodríguez.

¿Qué paradas ha decidido hacer en este nuevo “viaje” discográfico?

Me muevo siempre entre Cuba, Brasil, Argentina y una cuarta parte de Canarias. Son mis puertos de parada desde hace 25 años.

Alzheimer, Ruego… ¿Diría que cada canción es un fragmento de su vida?

Cada una es un pedazo de mí que dejo ver a los demás.

¿Se considera un superviviente de la canción de autor?

No. La canción de autor siempre ha gozado y goza de muy buena salud. Estamos ahí, viviendo, pero no sobreviviendo.

¿Qué nombres le inspiran a través de sus letras?

Los poetas que he leído y que sigo leyendo vorazmente: de Borges a Ángel González, de Szymborska a José Watanabe, de Pizarnik a Enrique Lihn…

¿Cree que el músico ha perdido su capacidad para movilizar conciencias?

No lo creo. Cada vez más, de hecho, contamos con una cultura activa y poderosamente comprometida.

¿Qué le queda del espíritu del Libertad 8?

Todo. Es ese mismo espíritu el que me sigue moviendo.

¿Elija una canción suya que resuma aquel boom?

Contamíname marcó un antes y un después.

¿Qué sintió al ver a los músicos tocar en las terrazas durante el confinamiento?

Fue una expresión de solidaridad. Emociona saber que la música aún es una forma de acercarnos a los demás y que nos une.

¿Qué tipo de música escucha habitualmente?

De todo. Especialmente canciones. Me interesa el mundo de las buenas canciones, sin distinción de géneros. Sobre todo en las plataformas digitales.

¿Qué película le ha impactado recientemente?

Soy muy cinéfilo, pero impactarme, la verdad, hace tiempo que no. Tengo que recurrir al cine de hace unos años. El cine de entretenimiento me entretiene y no pido más. Para sentir algo más potente tengo que pensar en una forma de hacer cine que quizá pertenezca a otra época. Por ejemplo, ahora se cumplen 20 años de Deseando Amar, de Wong Kar-wai. Ese tipo de películas…

¿Le importa la crítica, le sirve para algo?

Siempre espero que digan cosas buenas de mí. Aun así nada de eso sirve para mucho.

¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?

He visto algunas cosas que me han emocionado, pero no me manejo muy bien en ese terreno.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

Puestos a pedir, de Van Gogh.

¿Le gusta España? Denos sus razones.

Me gusta la España diversa. Por encima de todo, hay que proteger la riqueza de la diversidad cultural que tenemos. La uniformidad y el centralismo nunca me interesaron demasiado.

¿Qué medida urgente tomaría para superar la actual crisis del sector cultural?

Apoyar económicamente a las salas (pequeñas, medianas y de todo tipo), para poder atravesar este momento de restricciones y así fomentar una cultura segura. Y regular la total precariedad y desprotección en la que se encuentra el sector.