El dandi: finalistas
Concurso de microrrelatos conducido por Juan Aparicio Belmonte
26 noviembre, 2020 18:03Hola, amigos.
Me extraña que en este concurso, tan atento siempre a la esfera social, aún no hayamos dado al divorcio la trascendencia que se merece. El divorcio es, como bien sabemos, el pan nuestro de cada día en esta sociedad desquiciada y del espectáculo (desquiciada como cualquier otra sociedad a lo largo de la historia, ciertamente). El divorcio es, a la vez, comedia y tragedia, depende de si lo narra Woody Allen o un sueco de por ahí. El final y el principio de algo, eso es también el divorcio. Y tiene todos los ingredientes de la buena chicha narrativa: es un conflicto tan suculento como un crimen, pero sin muertos, carne de narración, que puede ser dramática, trágica o humorística, va por gustos literarios o querencias espirituales.
El divorcio, amigos, a partir del lunes de la semana que viene.
Veamos, mientras tanto, quiénes son los finalistas de la semana dedicada al dandi:
Teresa
Desde que lo vio por primera vez supo su madre que sería el principal candidato para el bebé dandi del año.
MJR
Con toda gentileza y cortesía, el distinguido marqués iba cediendo el turno a los condenados a la guillotina.
Bartholdy
Para vacunarse de la vulgaridad diaria, el dandi acostumbraba a volver a casa cruzando las elegantes calles del cementerio.
Macaracas
Le colocó de cualquier manera el pañuelo a su tío. Cuando más tarde se acercó al ataúd, vio que lo llevaba impecablemente doblado.
Cordelia
El dandi acaparó todas las miradas en aquella fiesta informal hasta que alguien le susurró: «Señor, la bragueta».
Lumière
Pasó a la historia como el actor más elegante del cine, pero nadie era capaz de recordar ni una sola de sus películas.
Noelia F
Como cada tarde, regresa a la puerta de la iglesia. Allí espera, bajo la piel arrugada y un eterno chaqué, a la novia que nunca llega.
Janis
No era su primer piropo, pero hasta aquel distinguido señor del museo nadie la había felicitado por su decadente belleza austrohúngara.
Gabriel Pérez
La gente, por la calle, no paraba de repetirle que era un dandi. Su hijo pequeño empezó a llamar así al niño que le pegaba en el colegio.
Bolden
Se enamoró de él por su elegancia y buenos modales. Tras un año de matrimonio, echaba en falta un poco de incorrección en la cama.
Pilar Alejos
Aquel dandi siempre tenía el vestidor lleno y la despensa vacía.
MJR
Se ajustó la corbata, alineó el pañuelo en el bolsillo de su americana y se atusó la perilla. Inmediatamente, se lanzó desde el viaducto.
Gatusso
En el velatorio del tío Juan, los familiares se miraban avergonzados por no haber sabido hacer justicia a su imperecedera elegancia.
Gatusso
Por más que llevara años puliendo su imagen de hombre distinguido, todos perdieron el interés por él cuando falleció su chihuahua.
Arnau
Se enamoró de él por su elegancia en el vestir y sus maneras educadas. Lo abandonó en cuanto conoció el estado de sus cuentas corrientes.
Jun
En la rueda de reconocimiento, todos llevaban el mismo peinado y vestían trajes idénticos, pero la testigo reconoció su elegancia.
Gape
Estaba cansado y se sentó en el escalón de la puerta de la catedral. Vestía su traje preferido, hasta que una joven le dio una moneda.
Expósito
Todos le decían que era el vampiro más elegante de la especie. Era entonces cuando lamentaba no poder verse en el espejo.
Cánovas
Seguía poniéndose de punta en blanco cada mañana. Tres años después del naufragio, ese podría ser el día.
Cordelia
El dandi no supo cómo reaccionar cuando aquella mujer le cedió el paso para entrar en el ascensor.
Y uno, de regalo:
Edizagoy
La mujer se sentó a su lado en la banca del parque, seducida por su elegancia. Él solo quería hacer su cama de periódicos para poder dormir.
Para aparecer con nombre y apellidos en caso de ganar escribid por favor a cuenta140@elcultural.es
Gracias.
Saludos cordiales