Nochebuena: finalistas

Hola, amigos. 

Suave es la noche, A este lado del paraíso… Qué bien titulaba Scott Fitzgerald… El título de las novelas es crucial, más que la ilustración de portada. Anuncia lo que el lector puede esperar del libro, a veces atrae como un gancho publicitario o repele como un ruido estrepitoso. A mí los títulos me han dado pequeños quebraderos de cabeza. En mi última novela, por ejemplo, el adjetivo “encantadora” me hizo dudar dolorosamente. Y lo mantuve por su doble significado: Que encanta o hace encantamientos, por un lado, y que hace muy viva y grata impresión en el alma o en los sentidos, por otro. Pero no soy Scott Fitzgerald… ¡Qué manera de titular tenía el colega!

La semana que viene escribiremos sobre el título de los libros, amigos. A partir del lunes. 

Mientras tanto, veamos quiénes son los finalistas de la semana dedicada a la Nochebuena (espero que la hayáis disfrutado en la mejor compañía):

Pen
El condenado recordó la pistola que le regalaron en Nochebuena, cuando tenía 10 años. Así, como último deseo, pidió ir vestido de Papá Noel.

Pegasno
Momentos antes de la cena de Nochebuena hizo una revelación a su madre, que se mostró muy seria cuando llegaron los chistes homófobos.

Cuñado
Pusimos un cubierto menos. Invitamos a todos a sentarse, menos a él. Aun así, cenó, alegremente, de pie.

Julio
La discusión fue tan acalorada que, cuando descorcharon una botella de cava, los vecinos llamaron a la policía.

Simba
Finalizada la tregua de Nochebuena, tenía ahora en la mira de su rifle al muchacho con quien unas horas antes había cantado villancicos.

Diaba
“¡Odio la Nochebuena!”, protestaba cada año la viuda. Hasta que sus hijos le servían la tercera copa y se arrancaba a cantar villancicos.

Hermanos2
Le prometieron a su madre que no discutirían. Tras escuchar sólo el tintineo de los cubiertos sobre los platos, ésta comenzó a llorar.

Lysinge
En la cena de Nochebuena y ante nuestras miradas de asombro, el nuevo novio de mi hermana usó las manos para pelar los langostinos.

Sega
En Nochebuena y tras varias copas, papá anunció que saldría a la calle y sentaría un pobre a nuestra mesa por las buenas o por las malas.

Andile
Bajo la intensa nevada, rescató un periódico de una papelera y se lo metió bajo la camisa. Por su fecha dedujo que era Nochebuena.

Dosu
Al anunciarles a sus hijos con gesto grave que su tío Cosme estaba muy grave y no lo verían en Nochebuena, lanzaron un grito de júbilo.

Enver
Al recoger la mesa, en su plato, junto al pavo que no había probado, encontraron escrito con puré de manzanas: “Os he envenenado”.

Trineo
La tensión gravitaba sobre el incómodo silencio que presidía la cena de nochebuena, y el brindis irónico desató la tragedia.

Imamu
Celebraban la Nochebuena. Tras lanzar a su anciano esposo una mirada torva, la joven levantó la copa para brindar por la salud de ambos.

Bulmer
A las 00:00 abrió la botella de cava, llenó dos copas, hizo chinchín y derramó una de ellas sobre la tumba de su marido.

Rando
De nuevo cenaron sin su padre. Al volver al colegio, les confesó a sus compañeros que habría preferido que éste no fuese Papá Noel.

Meiga
Todo estaba preparado para celebrar la Nochebuena. Tan solo faltaba que María se pusiera de parto.

Stanbrook
Cuando íbamos a preparar la cena, llegaron los de Servicios Sociales y se llevaron al pequeño. Nos tuvimos que conformar con la guarnición.

Ausencia
Esa Navidad no habría cordero, ni kilos de marisco, ni adornos, ni regalos, ni… miró la silla vacía y sintió una punzada de alivio.

Aganju
Bajo el puente y al calor del fuego que emergía del bidón, en Nochebuena cenaron exactamente lo mismo que los días precedentes.

Y uno, de regalo: 

New time
A las doce, sonó el portero electrónico. Los niños, entusiasmados, corrieron a descolgar el telefonillo. “Amazon”, escucharon.

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Saludos cordiales