"La gente quiere que los artistas innovemos y creo que es interesante aprovechar lo que ya está hecho para hablar de las cosas que no han cambiado tanto. El arte puede crear espacios para la reflexión sobre la condición humana". Son palabras de Pilar Albarracín, una de las artistas que participan en El sueño de la razón. La sombra de Goya en el arte contemporáneo, la exposición con la que el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa inaugura este viernes su nuevo curso expositivo. Además, este jueves el centro también presenta Monsieur Goya. Una indagación, una obra teatral escrita por José Sanchis Sinisterra en la que el artista Daniel Canogar se ha encargado de la parte visual.
Este homenaje al maestro zaragozano coincide con el 200.º aniversario de su traslado a la Quinta del Sordo, casa que adquirió en las cercanías del río Manzanares y lugar en el que pintó las llamadas Pinturas Negras que ahora residen en el Museo del Prado. “Es un momento oportuno para indagar en la influencia que ha ejercido Goya en los artistas actuales”, ha señalado Oliva María Rubio, comisaria de la muestra. El pintor “creyó en la inteligencia, en la fuerza de la luz sobre las sombras, en la razón y en el progreso”, pero su desilusión “frente a los ideales de igualdad, civilización y progreso” la plasmó en sus Pinturas Negras, en sus Desastres de la Guerra y en sus Caprichos.
Tal disconformidad le llevó a añadir lo subjetivo, lo grotesco, la violencia, la deformidad, la locura o el sueño en su arte. Esta es la razón por la que Malraux dijo que con él empezó la pintura moderna. Todos estos elementos, novedosos en la época de Goya, son los que se pueden ver en las obras reunidas en El sueño de la razón. "El arte es hijo de su tiempo y las problemáticas que ya abordó el pintor en su obra han teñido el siglo XX con la revolución soviética, las dos guerras mundiales, la guerra de los Balcanes o la del Golfo", sostiene la comisaria.
En la muestra, dividida en varias secciones temáticas, vemos cómo algunos artistas reinterpretan a Goya mientras que otros tienen una marcada influencia del trabajo del autor de Saturno devorando a su hijo. "Existe una recurrencia continua en el arte hacia los temas trató", opina Rubio. El apartado de las Pinturas Negras arranca con una videoinstalación de Mounir Fatni titulada Nada. Dance With the Dead, "en la que hace alusión a los fracasos de la modernidad". La pieza está colocada inmediatamente después de El perro de Manolo Valdés, una imagen que también trabajaron otros creadores como Tapies o Antonio Saura. También el Premio Princesa de Asturias de las Artes William Kentridge está en esta sección con una pieza en la que aborda la situación de los mineros en Sudáfrica.
Para el apartado en el que se rinde tributo a sus Disparates Oliva María Rubio ha contado con Disparates de Fuendetodos, un préstamo de la Fundación Fuendetodos que en 2001 empezó una colección de arte gráfico "para dar continuidad a la inconclusa serie de Goya". Hasta ahora, artistas como Gordillo, Plensa, Genovés, Chirino, Feito, Valdés, Cristina Iglesias o Eva Lootz han ido conformando una colección personal que mantiene el espíritu innovador y contemporáneo con la que el aragonés empezó su serie de grabados.
La última gira en torno a los Desastres de la guerra, un tema que se relaciona "con temas actuales", sostiene la comisaria. Así, obras como Farsa Goya. Fusilamiento de 27 de agosto de 1979, de la artista Dora Longo, "utiliza una imagen de la masacre iraní de 1979 en la que un grupo de revolucionarios ejecutó a once nacionalistas kurdos". La fotografía tomada por Jahangir Razmi ganó el Premio Pulitzer pero el autor se mantuvo en el anonimato hasta el año 2006. Con esta obra Longo "recontextualiza pinturas de guerra como El 3 de mayo en Madrid o Los fusilamientos de Goya", apunta Rubio. El recorrido lo cierran piezas de Sánchez Castillo, Alfredo Jaar, Carlos Aires, Avelino Sala, Carmen Calvo, Eduardo Arroyo o Cristina Lucas, que se fijó en La maja y los embozados y El albañil herido para "construir un juego de miradas y ocultamiento". Ya lo dijo el maestro: "el sueño de la razón produce monstruos".