¿Qué libro tiene entre manos?
Los años ligeros. Crónicas de los Cazalet, de Elizabeth Jane Howard.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Que me aburra. También, como en el caso de El jilguero, que me produzca una angustia intolerable.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Con Fernando II de Aragón, para que me despejase algunas dudas.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
Creo que fue Cuentos del Zoo. Lo leímos en el colegio.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
Salvo por razones laborales, leo de noche, antes de dormir. Entre una y dos horas.
¿Qué es lo que más le ha gustado de rodar Invisibles con actrices como Emma Suárez, Nathalie Poza, Adriana Ozores y Blanca Portillo?
Ha sido muy divertido y muy intenso.
¿Cree que la mujer va conquistando el lugar que le pertenece en la sociedad?
Estamos en ello. Aunque queda mucho por hacer.
¿Le preocupan las ideologías regresivas o negacionistas respecto a la situación de la mujer?
Por supuesto. Aunque en el fondo pienso que no hay vuelta atrás. El tiempo seguirá jugando a nuestro favor.
¿De qué forma nos habla el paso del tiempo? ¿Se considera existencialista?
Existencialista en el sentido de Sartre, no. Pero el paso del tiempo es un tema recurrente en mis películas.
¿Falta reflexión en la sociedad de internet?
Creo que sí hay reflexión. La filosofía no es cosa del pasado. De hecho, internet nos ha permitido acceder de forma inmediata a un montón de conocimientos.
¿Qué comparte Invisibles con películas como Ola de crímenes o Felices 140?
Invisibles comparte con Felices 140 el sentido del humor ante hechos que tienen poca gracia. Pero es una película más seca, más directa, digamos que más cercana al cine documental. Aunque no es un documental.
¿Las plataformas digitales han llegado para salvar el cine o para acabar con él?
El cine producido desde las plataformas digitales es tan cine como el producido tradicionalmente. Lo único importante es que sea buen cine y que llegue al público.
¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
La crítica importa si te interesa la persona que la hace. Servir, lo que se dice servir de cara a la taquilla… no sé, creo que cada vez menos.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Claro. Te puede emocionar Velázquez y también Zóbel.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza de crítica…
Pues no ha sido una exposición, pero he estado rodando en el Prado, el Thyssen y el Reina Sofía. Imposible ejercer la crítica ante Las meninas o el Guernica.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
De Sicilia, Pollock, Barceló, Cai Guo Qiang, Mompó, Rothko, Kusumoto, Regoyos… suma y sigue… Aunque mi padre siempre decía que los cuadros debían estar en los museos, no en las paredes de las casas…
¿Qué película reciente le ha impactado?
Cold War, de Pawel Pawlikowski.
¿Alguna obra de teatro que recomendaría sin pensarlo?
Hermanas. Por Irene Escolar y Bárbara Lennie.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
Sí, me gusta España en su conjunto. Seguro que no es el mejor país pero no me parece un mal lugar para vivir. No me gusta sin embargo lo que huele a patriótico en el sentido naftalínico de la palabra. Para los que nacimos en los 60, los símbolos que remiten a la nación y a la patria están unidos al franquismo. Qué le vamos a hacer.
Denos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Un gran pacto por la educación.