Pilar Albarracín en Prohibido el cante
La artista expone Ritos de fiesta y sangre, un recorrido por sus últimos 15 años de carrera en el CAC de Málaga.
Pilar Albarracín (Sevilla, 1968) ha reunido una docena de piezas realizadas en los últimos 15 años para exponer en el CAC de Málaga. La muestra, titulada
Ritos de fiesta y sangre, se vincula a uno de los temas a los que recurre la artista: el análisis de los tópicos españoles y los clichés que se relacionan con la identidad nacional. Aunque actualmente se encuentra zambullida en la creación de una nueva pieza que se expondrá en Sevilla a partir del próximo mes de septiembre, y que por lo tanto la mantendrá ocupada todo el verano, hace un balance positivo de su trayectoria. "Trabajo como puedo y con el tiempo vas teniendo un estudio para almacenar las piezas más grandes", comenta la artista.
Pregunta.- Se trata de un recorrido por los últimos 15 años de su carrera. ¿Cómo ha sido la selección de piezas?
Respuesta.- Hay tres instalaciones de tamaño bastante grande, fotografías, bordados y también hay un vídeo. Es una variadad de cosas con las que se identifica mi trabajo desde el principio.
P.- Gran parte de su obra es una crítica a los clichés de la cultura española.
R.- Más que criticar
intento que se reflexione sobre estas cuestiones de la identidad nacional o el género.
P.- ¿Cuál es el cliché más obvio que ha visto?
R.- El cliché que hay de España fuera de nuestro país es bastante representativo porque hay un parte que es cierta. Los tópicos nacen como fruto de una realidad.
El problema es la mala interpretación de esas realidades. Creo que esa mala interpretación es producto de una mala educación de fondo, que es lo que deberíamos empezar a revisar si queremos subsanarlo.
P.- Aunque, por otro lado, lo hacemos también en España con otras culturas.
R.- Claro, en España lo hacemos y en otros lugares también. Yo hablo de mi cultura, las tradiciones de mi país y más concretamente de mi entorno. Lo que ocurre es que cuando sales te das cuenta de que en el resto de países pasa lo mismo.
Digamos que a todos nos interesan las mismas cosas de fondo aunque las reinterpretemos de diferente manera.
P.- ¿Es cualidad imprescindible del arte que haga reflexionar al espectador?
R.- Para mí es fundamental que te haga reflexionar y te ofrezca la oportunidad de ampliar la mirada. Una obra puede divertirte, puede gustarte o te puede parecer horrible pero que te mueva algo y te genere una sensación es importante. Y eso se nos está olvidando. Hay obras que no transmiten o para que lo hagan tienes que tener una base de conocimiento. En ese sentido me considero más popular,
me gusta que haya diferentes niveles para que todo el mundo pueda disfrutar y opinar a diferentes niveles del trabajo.
Asnería, una de las instalaciones de Pilar Albarracín en el CAC de Málaga
P.- Está claro que su inspiración viene de la cultura popular pero, ¿cómo arranca un nuevo proyecto?
R.- A mí eso de que la inspiración te coja trabajando me funciona porque creo que son diferentes las formas en que se te ocurre un obra. A veces forma parte de un proceso de trabajo y va tomando forma, otras ves algo que te hace saltar el
chip y te imaginas la obra casi hecha. Es muy variado en mi caso.
P.- El tema del género es algo que siempre le ha preocupado y que ha tratado con frecuencia, como pudimos ver en
Un nuevo mundo. ¿Cómo ve la situación? ¿Hay alguna mejora?
R.- Yo creo que el hecho de ser mujer te marca de por vida. Y creo que para llegar al mismo lugar que los hombres tenemos que luchar más. A nivel profesional y también a nivel personal porque tienes que sacrificar, aunque no me gusta mucho esa palabra, aspectos determinados por la maternidad o ciertas cosas que el hombre no tiene que hacer.
P.- Ahora, con la apertura de la nueva Tate y
Frances Morris como nueva directora que pone su mirada en el arte hecho por mujeres, ¿cree que comenzará una nueva etapa?
R.- Veo que todo irá llegando a su debido tiempo.
A veces somos las propias mujeres las que nos ponemos más trabas y no debería ser así. Es, más bien, la toma de conciencia de los sitios desde los que podemos ofrecer más visibilidad desde donde tenemos que luchar más.
P.- En esta edición de
Art Basel la presencia española tampoco es demasiado grande. ¿Cómo ve el futuro del arte español?
R.- Me sorprende mucho porque hay muy buenos artistas en España pero es cierto que la visibilidad fuera cuesta trabajo. Hay gente muy preparada y con buenos trabajos pero parece que cuesta estar presente en los ámbitos internacionales. Eso nos empobrece a nosotros mismos porque al no salir y no estar en los circuitos internacionales se pierde la oportunidad de hacer contactos y ampliar tu mente, tu forma de trabajar, de compartir el trabajo. Pero a veces no depende de los artistas sino de las instituciones y de las personas que tienen que apoyar la cultura. Los artistas hacemos nuestra parte y tenemos a las galerías privadas que nos apoyan pero
son los espacios públicos los que tienen que dar más apoyo real.
@scamarzana