Rosa Maria Malet
"Aún hay mucho por explorar en la obra de Miró"
10 junio, 2015 02:00Rosa Maria Malet. Foto: Pere Pratdesaba. © Fundació Joan Miró, Barcelona.
Hoy comienza, con una jornada de puertas abiertas, el 40° aniversario de la Fundación Joan Miró de Barcelona.
Pregunta.- ¿Qué supone para la fundación la ampliación de sus fondos con el nuevo depósito de obras realizado por la familia de Miró y la integración de la colección de Katsuta?
Respuesta.- La colección que donó Joan Miró a la fundación es de por sí enormemente importante [14.000 piezas: 217 pinturas, 178 esculturas, 9 textiles, 4 cerámicas, la obra gráfica casi completa y unos 8.000 dibujos]. Tenemos obras suficientemente numerosas y representativas como para entender la evolución del artista, y además tenemos un fondo único de dibujos preparatorios y anotaciones que permiten comprender su forma de trabajar y sus preocupaciones estéticas, pero reforzar el contenido de esta colección es algo fantástico.
P.- ¿Cómo van a celebrar este primer día del aniversario?
R.- Va a ser un encuentro festivo con los amigos de la fundación, como todos los años, pero algo más especial si cabe. Tendremos actuaciones de danza y música y, sobre todo, la oportunidad de saludarnos después de todo un año de actividades y antes de encarar la próxima temporada.
P.- Uno de los platos fuertes de este aniversario será la exposición Miró y el objeto, a partir de octubre. ¿Qué podremos ver en ella?
R.- Esta exposición explora por primera vez de forma específica la importancia del objeto en la obra de Miró, al principio dentro de un planteamiento estrictamente pictórico y más adelante acaba siendo un factor esencial, con un concepto de collage muy especial en su obra escultórica.
P.- Además de custodiar y mostrar su obra, estudiarla es otro cometido esencial de la fundación. ¿Queda mucho por descubrir en ella?
R.- Sí, es un artista muy atractivo y reconocible, pero a partir de esa superficie plástica atractiva y colorida, se abren muchos caminos en la creación mironiana, y algunos están aún bastante inexplorados, como la relación de Miró con la poesía, que fue fundamental para él.
P.- En este sentido, están realizando la digitalización del catálogo razonado de la obra de Miró. ¿Qué ventajas puede tener para los estudiosos de su obra?
R.- Si tenemos este gran fondo documental y artístico no es para tenerlo guardado, por eso decidimos digitalizar el catálogo de Miró y hacerlo accesible online. También hemos llegado a un acuerdo con la Universitat Oberta de Catalunya para crear la Cátedra Joan Miró y poder contar con la aportación de los profesores que mejor conocen la obra del artista, vivan donde vivan.
P.- ¿Qué otros acontecimientos importantes tienen programados para este año?
R.- Dentro de unos días, inauguraremos la exposición final de la temporada, dedicada a Alfons Borrell, uno de los máximos representantes del informalismo en Cataluña. Es un artista que siempre ha defendido la pintura como pintura pintura, incluso en épocas en las que ha habido un fuerte debate entrequienes defendían otras formas de expresión más conceptuales y quienes reivindicaban el interés del lienzo. También tendremos, el 9 de julio, un homenaje a Alexandre Cirici i Pellicer, un profesor universitario y crítico de arte que fue vicepresidente del patronato de la fundación durante sus primreos años. Nos marcó a todos los que fuimos alumnos suyos. Defendió el happening y las formas de expresión más radicales y alternativas siempre que tuvieran calidad y sentido, así que el homenaje será una recuperación y puesta al día de sus planteamientos con la participación de David Bestué y Antoni Hervàs. En 2016 cerraremos el ciclo conmemorativo con una exposición de Ignasi Aballí, ganador de la última edición del Premio Joan Miró.
P.- Se toman en serio eso de no centrarse únicamente en Miró.
R.- Aunque la dotó de una extraordinaria colección, Joan Miró no quería que la fundación fuese solo un museo en el sentido clásico, sino que estuviera abierta a otros creadores próximos a su generación y sobre todo a los que estaban en la fase inicial de su carrera. Prácticamente desde el inicio, la fundación ha mantenido activa una sala -antes Espai 10 y desde la remodelación de la fundación, Espai 13- dedicada a difundir la obra de creadores actuales, en su mayoría poco o nada conocidos, así como favorecer el trabajo de jóvenes críticos y comisarios de arte.
P.- Aunque sea universalmente conocido, alguna vez se habrá encontrado con alguien que no tenga muy ubicada la figura de Miró. ¿Cómo explica en esos casos quién fue y qué aportó su obra al devenir del arte contemporáneo?
R.- Yo creo que fue un artista que, estando muy enraizado en las tradiciones de su país y de su entorno, supo conectarse con las formas artísticas más novedosas de su tiempo. Esto quizá fue lo que le permitió de manera espontánea tener un lenguaje propio y a la vez tan reconocible, de manera que podía comunicarse con gentes de todos los países a través de su obra. Por ejemplo, Miró no hablaba japonés y sin embargo tiene un gran predicamento en Japón porque su mensaje es diáfano y fácil de entender. Además, normalmente habla de temas que todos reconocemos, ya sea de astros, cosechas o poesía.