Ariel Goldenberg: "Observo una tendencia hacia un teatro de menor exigencia intelectual"
El director del Festival de Otoño, que abre hoy su última edición, retomará las riendas del evento en apenas seis meses
4 noviembre, 2009 01:00Ariel Goldenberg lleva diez años decidiendo la programación del Festival de Otoño de Madrid. Hoy inaugura la 26 edición, la última, porque la Comunidad de Madrid, quien lo organiza, ha decidido celebrar el evento en primavera. Dentro de seis meses, coincidiendo con la Feria de San Isidro, Goldenberg volverá a coger las riendas del que será el 27 Festival de Primavera.
PREGUNTA: ¿Esta edición es especial por tratarse del último Festival de Otoño?
RESPUESTA: No particularmente. Es tan especial como las precedentes, con la particularidad de que hemos sufrido una reducción presupuestaria del 20 por ciento, unos 500.000 euros. Nuestro presupuesto total es de dos millones y medio, lo que nos ha permitido programar 35 espectáculos. Pero la programación se inscribe dentro de la continuidad de las ediciones precedentes.
P.: Como siempre figuran compañías famosas con otras más desconocidas. Descubra algunas de estas.
R.: Pues todo el ciclo que va a tener lugar en el Instituto Francés es extraordinario con compañías como Cocorico, Pénélope ô Pénélope o la Medea que ha dirigido Martinelli con actores de Burkina Faso. Y lo que viene de Rigas, el espectáculo de Alvis Hermanis, es muy particular. El japonés Shiro Takatani. Hay muchas cosas.
P.: Dentro de seis meses usted dirigirá el Festival de Primavera, que toma el relevo del de Otoño? ¿Será muy distinto?
R.: No, el espíritu será el mismo: buscar un equilibrio entre compañías célebres y famosas con otras desconocidas pero extraordinarias. Tenemos el handicap del poco tiempo con el que lo estamos preparando, ahora estamos corriendo dos liebres, el de Otoño y el de Primavera.
P.: ¿Cómo va a afectar la crisis al Festival?
R.: Pienso que la tendencia va a ser la de reducir el número de compañías, tener entre 25 o 30. La gente se queja de que están poco tiempo, pero no es algo que dependa de nosotros. Las compañías tienen unos compromisos y unas agendas y si las programamos poco es, la mayoría de las veces, porque no pueden actuar más días.
P.: Y como observador del teatro europeo, ¿qué ha detectado?
R.: Es una observación subjetiva, pero yo constato una tendencia hacia el teatro del divertimento, un teatro más placentero, de menor exigencia intelectual.