Broto
"La pintura es un consuelo en tiempos de crisis"
8 septiembre, 2009 02:00El pintor aragonés José Manuel Broto junto a su obra en la galería Soledad Lorenzo. Foto: Bernardo Díaz
Hoy inaugura exposición en la galería Soledad Lorenzo de Madrid
José Manuel Broto (Zaragoza, 1949) es uno de los pintores españoles más importantes de su generación. Premio Nacional de Artes Plásticas en 1995 y principal exponente de la abstracción gestual o lírica, esta tarde inaugura en la galería Soledad Lorenzo de Madrid una exposición que reúne una docena de cuadros últimos. El pintor vive a caballo entre París y Mallorca y este ir y venir se refleja en la exposición.
Pregunta.-¿Qué nos vamos a encontrar?
Respuesta.-Por primera vez los grandes formatos se mezclan con cuadros más pequeños. Los cuadros de mayor tamaño están pintados en París y los pequeños este verano en Mallorca. Estas pinturas de formato menor han sido todo un reto, sobre todo para lograr que tengan la misma intensidad formal que los grandes. No estoy acostumbrado. Los grandes me resultan más fáciles.
P.-¿Qué hay de nuevo en esta serie última?
R.-Son unos cuadros más estructurados. En ellos sigue presente la norma habitual de mi pintura: enfrentar la forma más arquitectónica, geométrica, con el componente más gestual. Es la síntesis entre la estructura más organizada y la más caótica. Pero en esta ocasión hay un choque más reconocible, además, el color es más ponente y los cuadros son un gran estudio de la luz. Son luminiscentes. Intento que antes de que los mires ellos te hayan mirado a ti.
P.-Coincide esta exposición con su 60 cumpleaños: ¿cómo lleva la edad su pintura?
R.-Cumplo 60 el mes que viene. Yo la llevo como puedo, la pintura no sé... He intentado revelarme pero contra el tiempo no hay remedio. Me lo tomo con buen humor. Además, en mi pintura, he ido del ambiente de las tinieblas, más sombrío, hasta la claridad de ahora; de la oscuridad a la luz. ¡Para celebrar los 60 no está mal!
P.-No se deja ver mucho y, al margen del circuito galerístico, tampoco expone muy a menudo: ¿se automargina o se siente marginado por los museos españoles?
R.-Soy consciente de que una exposición como la que tuve en el Palacio de Velázquez (1996) es algo que no se repite a menudo... Lo cierto es que yo no puedo hablar de las decisiones de otros. Soy algo solitario y nunca me ha gustado estar muy presente en la vida artística más social, ni pedir nada a nadie. También tiene que ver el hecho de que la pintura no está de moda. En este sentido, parece haber cierto acuerdo tácito entre directores y responsables de programación, algo que se puede comprobar en su ausencia de las grandes salas.
P.-¿Para qué sirve la pintura en tiempos de crisis?
R.-Para consolarnos. El arte es un consuelo, y no hablo tanto por mi trabajo en concreto, como por la música, la poesía o la pintura en general. Los artistas son muy generosos en este sentido y ofrecen cosas para que el mundo no sea tan doloroso. Yo me siento muy afortunado cuando escucho a Bach, a Mozart o a Michael Jackson. ¿Usted no?